viernes, 21 de agosto de 2009

Mis Hijos y la Psicologia


Hace ya algunos años me vi en la necesidad de visitar a un psiquiatra, en aquellos dorados tiempos las consultas eran accesibles. Hasta la fecha de hoy no he podido solucionar mi problema de entonces, sigo teniendo la necesidad de tomar ansiolíticos; ustedes se preguntaran ¿por qué? pues sencillamente porque cuando ya me sentí bien y con valor de seguir mi vida con la ayuda de dicho medicamento deje de asistir al psiquiatra. 

Pasado el tiempo... Me vi en la necesidad de volver a buscar a mi médico, sorpresa; mi amigo y médico, ahora tiene un precio exorbitante; ¿por qué, acaso no soy un cliente antiguo, que ahora necesita continuar su terapia? en fin, ningún argumento es válido. Ya no pude continuar con mi terapia y por eso estoy hasta la fecha todavía bien fregado.

Quién me diría que hoy día uno de mis vástagos heredó este problema y ahora ¡sííí! tengo que llevarlo con un psiquiatra; para que mi hijo no tenga que sufrir lo que yo ya viví y, ¿qué creen? las consultas carísimas

Pregunto; si usted va con un doctor tienen un precio a la consulta aceptable, razonable, y con esto, si el diagnóstico está bien hecho lo volvemos a ver hasta la próxima enfermedad; sin embargo, con un psiquiatra o psicólogo al cual, lo vez una vez por semana o sea cuatro veces al mes y sus honorarios son onerosos, ¿por qué; acaso estas personas no tienen piedad de sus pacientes, quienes sufrimos y cargamos una cruz tan pesada y a esto que casi nos quedamos sin nuestro sueldo, acaso carecen de corazón, de bondad, o son inmunes al dolor humano? 
Pienso que deberían ser mas accesibles, ya que tienen segura la consulta semanal del paciente y si a esto le sumamos los medicamentos que también son carísimos... Bueno.

El colmo es que en mi caso personal yo no soy médico, pero llevo un paso adelante de ellos, pues yo ya viví en carne propia esta experiencia que mi hijo hoy sufre y lo que yo le expongo a él previo a su visita con el médico, al salir de la consulta me dice; allí adentro me acorde de . pues el Dr. me dijo exactamente lo mismo que tú. Pero lógicamente, hay cosas que los hijos no pueden contar a sus padres, pero ese es otro cuento. 

Mi punto es; un poco de buen corazón, recuerden su juramento, recuerden que Cristo nunca cobró por una consulta ni mucho menos; claro, y entiendo que es un trabajo, pero... Si Dios fuera psiquiatra mi compaí todos estaríamos sin el famoso estrés

Cuiden su salud mental pues es tan valiosa como lo sería un riñón o cualquier otra enfermedad. 

Y recordemos que más adelante viene alguien a pasar factura y éste tampoco tiene escrúpulos, ni piedad, ni compasión, ni tendrá la buena fe de darte crédito, en fin (....) mi acreedor ya llegó, ¿y el de ustedes?

Hasta la próxima, su amigo de siempre SergioRaga 21.ago.09.