lunes, 18 de noviembre de 2013

EL SIGNO INDICA


Al llegar a casa, me encontré un mensaje dejado sobre el refrigerador, me indicaba donde estarían por la noche y apuntaba la dirección. Leí el papel y luego lo destruí, me dirige a tomar un baño. Luego, me vestí para la ocasión y así pasar desapercibido. Alce el cuello de mi camisa sobre mi traje negro, aplique gelatina a mi cabello y una loción poco sutil, tome mis lentes oscuros a sabiendas que eran las 10:00 pm de la noche. Entre en mi coche, pero, este no arranco. Me toca ir en bus, pensé. Me dirigí a la parada mas cercana y tome el bus, que me llevaría al lugar, en dónde se estaba llevando a cabo el velatorio de don Vitorio; un amigo de la familia, que había fallecido, según los expdientes médicos de un fulminante infarto. Era lógico, estaba entrado en años, y nunca cuido de su salud; para don Vitorio lo único importante eran sus negocios. El chófer del autobús, me veía a ratos por el retrovisor y yo, a penas vislumbraba algunos centellos de luz pues, mis lentes oscuros, de carey no me permitían ver con claridad, pero, si de algo estaba claro, era lo que me llevaba hasta allá. Luego de una media hora de brincos y de miradas desconfiadas y  burlescas, toque el timbre, para indicarle al chófer  que en  la próxima era mi parada. La camioneta se detuvo y a tientas me dirigí hasta la puerta frontal del bus, tropecé en el último escalón, pues, estaba muy oscuro; escuche unas risas y a alguien decir: 
-mula!  _sin tomar en serio sus insultos y sus risas burlescas me dirigí al lugar, a cumplir con mi misión.
-Buena noche. _Salude a las personas que rodeaban a doña Presbitera, esposa y ahora viuda de don Vitorio,  heredera de su dinero, propiedades y  sus negocios.
-Mi mas sentido pésame doña Presbitera!. Lamento la perdida irreparable de don Vitorio, pero, así es la vida y, que le vamos a hacer.
-gracias, mijito.  _Respondió, con la vos temblorosa y adormitada de tanto licor que ya había ingerido, esa noche.
Me dirigí a buscar  mis contactos. Arregle mi traje y mis lentes oscuros y camine por aquel largo pasillo y, sorpresa algo inesperado, una puerta entre abierta, que dejaba entre ver su contenido. Me detuve isofacto. Y pensé, esta es la oportunidad, si! no tendré otra; como esta. Aquel pasillo, estaba solo en ese momento al encargado de vigilar la oficina no estaba, se le había pasado echarle llave y entonces, aproveche!. Abrí, con mucho sigilo la puerta, por aquello de que alguien estuviera resguardando la oficina. Con la información que esta poseía. Cuando entre y quise cerrar la puerta, para no ser sorprendido; mientras ejecutaba la misión, algo se me abalanzó, provocando en mi un mini infarto que, me dejo tieso por unos instantes. Rasgando mi traje, el único por cierto; y a parte del rasguño me lanzo aquel chillante sonido,  Tomándolo por los hombros, lo vi fijamente a los ojos; unos ojos verde profundo, que por otro instante me cautivaron,  pero tomando fuerzas, la lance contra la puerta. Ésta mas asustada que yo, salio corriendo por aquel corredor y de un brinco subió por el tejado. Ya al verse allá arriba me vio de reojo con mucha indiferencia, y empezó a lamerse la cola, la cual había pizado al entrar, con ello provocado que me rasgara mi tacuche y me lanzara esos chillidos tan escalofriantes.. Pero, sus ojos si que eran bellos. Bueno, me dirigí hasta el escritorio. Con mucho cuidado para no dejar una sola huella táctil, coloque mis gafas sobre un libro que se encontraba en él, y procedí a lo que me había llevado hasta ese momento. Tenia que hacerlo, lo mas rápido posible, pues, seguramente en cualquier momento, el velador de la oficina regresaría y entonces allí habría terminado toda mi misión. Me habría visto en una situación muy embarazosa, al tratar de dar una explicación de mi presencia no autorizada dentro de aquel recinto; por ello, agilice mis movimientos  y procedí a tomar en una de mis manos el artefacto, con mucho cuidado, pues, era la primera vez que tenia semejante dispositivo eléctrico frente a mi y ahora en mis manos; con la otra mano procedí a ingresar la clave designada para dicha actividad....Marque con mucho cuidad el número requerido. Toda la vida me había preparado para efectuar esta acción, que pensé, no debo fallar. Introduje con el dedo indice el código: 126...entonces escuche:........"EL SIGNO INDICA LA 11 HORAS CERO MINUTOS" , emocionado colgué el auricular, tome mis anteojos y dejando la puerta entre abierta me difumine por aquel corredor. No sin antes de dejarlo, colocar la puerta en su lugar. Topandome con el hombro de un hombre, que se dirigía contrario a mi camino. Solo escuche un, disculpe!...

SergioRaga 18.11.13


No hay comentarios.:

Publicar un comentario