miércoles, 29 de enero de 2014

ERRADICANDO A LAS CANAS


La marimba entonaba la melodía "El Ferrocarril de  los Altos", mientras Don Fermín, el festejado aplaudía al ritmo de las notas, rodeado de sus hijos. Fue en ese momento que mi familia y yo llegamos a la fiesta. Era en un jardín hermoso y el día era insuperable, algunas parejas bailaban, mientras que otras solamente platicaban. Y nosotros saludábamos, camino hacia el festejado. Al fin ya frente a Don Fermín, su hija mayor le explicaba al oído, quienes eran los que lentamente le deseaban feliz cumpleaños.
Don Fermín, había llegado sanamente a su cumpleaños número 100. Cuando le felicite recordé nuestra charla de hacia varios años a tras. Pues una vez mas me había llamado la atención lo mismo que años a tras; su cabellera negra y abundante como de adolescente, mientras que la mayoría de sus herederos varones eran todos calvos y canosos, hasta el mas pequeño de sus bisnietos. Esta historia es totalmente verídica,  la historia que les estoy contando esta basada en un hecho real: La vida de Don Fermín, su cumpleaños numero 100 y su cabellera al estilo Travolta en la película de "Fiebre de Sábado por la Noche"....
-Usted, tan coqueto Don Fermín, quien le pinta su pelo, sus cejas, su barba, pues no veo ninguna cana.
-jajaja! patojo!, No es coquetería, eso fue un experimento que me hicieron en los USA, haya por los 70´s. Me respondió riéndose Don Fermín. Por este acontecimiento, Don Fermín andaría por los sesenta y fracción. Precisamente en una reunión para festejar su cumpleaños, pero esta no era tan majestuosa como la de sus cien años. Por cierto, Don Fermín falleció dormido en su cuarto unos meses después de la celebración de su centenario.

-Un experimento? Don Fermín, como así? Le pregunte con una sonrisa en mis labios
-Y, mire que cabellera la que tiene...calidad!
-Esos gringos son topados, verda mijo? Siguió riéndose. Con la curiosidad hasta el cuello, toco preguntarle que había acontecido en aquel supuesto experimento,y que, porque eso que le habia dado resultado a él, no lo habían explotado, hoy día eso sería un invento tan redituable como la
del Viagra. Un mundo sin gente canosa y posiblemente sin calvicie; vaya descubrimiento!
-Lo que sucede mijo es que, esos gringos babosos ni cuenta se dieron de su descubrimiento, porque al poco tiempo me deportaron. jajaja! Volvió a reír y cuando me vine a dar cuenta ni modo ya era demasiado tarde. Pero se los agradezco. pues para cuando aquello paso yo ya tenia las cienes blancas, y conforme el tiempo pasaba las canas empezaron a ennegrecerse y cuando vine a darme cuenta, tenía el pelo como lo ves, negro, sedoso y abundante y jamas se cayó. Benditos gringos pendejos, si no me hubieran echado de su país, seguramente habría regresado a aquel hospital para que vieran lo que me habían echo y entonces habrían revisado mis registros médicos y seguro me habrían agarrado como ratón de laboratorio y las canas se hubieran erradicado del planeta mijo, y yo me hubiera ganado mi green card. jajaja! Volvió a soltar una carcajada. Yo me quede pensativo, y  al indagar con sus parientes, todos corroboraban su versión; al menos decían que lo habían visto con canas y con entradas y ahora el tenia una cabellera como de adolescente.
-Don Fermín, cuénteme que le paso haya en los USA, ¿qué fué lo que hicieron?
-Mira patojo, te voy a contar....
-Resulta, que me dio una enfermedad muy grave, que me vi obligado a ser internado en uno de sus hospitales, ya me les petateaba mijo. Estando en el hospital me hicieron una serie de exámenes igualito que aquí, jijiji. Bueno ya en serio, me sacaron sangre, me metieron en varios aparatos, me tomaron muestras de orina y eses, etc. Luego, llego un médico mas ruco que los otros y vio mi historial escribió en él y empezó el tratamiento, a los días yo estaba como nuevo y me dieron de alta. Me dejaron unas medicinas y citas a las cuales no pude volver, pues fue en esos meses que me vine para acá. Ya estando acá, al paso de los meses observe que mi pelo se empezó a negrear, pues una de mis hijas pequeñas me dijo.
-Papa! se esta pintando el pelo?...
-Ah!?, vos y tus locuras...cuando me iba a pintar el pelo. Si aquellas canas me quedaban de awevo, mijo. Pero así fue, cuando le preste atención era cierto, mi cabeza tenia pelo en mis entradas y se estaba oscureciendo paulatinamente.
Don Fermín llego a la edad cien años y su cabellera no volvió a saber de una cana ni de la caída de un pelo
Esa historia fue increíble, de no ser por las políticas inmigratorias absurdas de aquel país ya nadie tendría canas y posiblemente seria calvo.

Yo ahora me pregunto: -A cuantos ratones de laboratorio no han deportado estos gringos? y sus secretos se les han ido de sus fronteras a morir a paises tercermundistas, llevando los secretos de la cura de tantas enfermedades que ni ellos se imaginan. Y nuestros ratones de laboratorio para cuando vienen a darse cuenta de aquellos milagros en sus cuerpos; no tienen la malicia ni los recursos de sacarle provecho. Simplemente, disfrutan de una vida de calidad hasta el día de su muerte y que posiblemente sean centenarios; con la cura a enfermedades horribles dentro de sus cuerpos, que hoy día acaban con miles de personas al rededor del mundo. Pero, así es la vida y esto les sucede a naciones con ideologías egoístas y racistas, que no se imaginan las maravillas que a lo largo de su historia y sus fronteras han dejado salir.....CUANDO REALIZAN SUS REDADAS A INDOCUMENTADOS Y LOS DEPORTAN A SUS NACIONES DE ORIGEN, y en nuestras ciudades los científicos toman estas historias, como eso!... historias de abuelos...



SergioRaga 29.01.14



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