domingo, 23 de marzo de 2014

sucedió en Holanda...

Era mi primer viaje de negocios a Europa,  en mis ratos libres aproveche para visitar algunos lugares emblemáticos del viejo continente. Esa noche, me encontraba en un hotel en Holanda, le pregunte a uno de los empleados que me recomendara un lugar a donde ir y pasármela muy bien; éste, me sugirió un lugar muy especial, en donde habia toda clase de diversiones y que no hacían distinción de sexo, que el lugar era para eso. Diversión!.
Pedí un taxi, para que me llevara a ese lugar, el taxista me llevo directo a la dirección; mientras llegábamos, me platicaba de aquel sitio, que según los residentes, era un lugar buenísimo y que cualquiera que visitara Holanda, debía de visitarlo.
-Allí, encontrará; drogas, licores, mujeres. 
-En fin, de todo, para una noche de locura.
-Justo, aquí es Sr. Me indico el chófer. Era un lugar muy exclusivo, lujoso, con personajes muy glamorosos, no solo de Europa, sino del mundo. Entre al lugar, me dirigí a una mesita, la que estuviera en un lugar lo mas privado posible, desde ese lugar empece a hacer un paneo visual. No se si era, porque me encontraba solo, o tal vez el deseo que esa noche sentía; que  al verte sentada, entre las otras, busque tu compañía. Desde mi lugar, alce mi copa para saludarla, ella se hizo la desentendida que, opte por  dirigirme hasta donde ella estaba, me pare frente a ella.  Al verte frente a mi, note que estabas sola, fue entonces que con el movimiento que hiciste para verme me provoco, tu pelo, tu ojos se cruzaron con los míos, eran verdes, grandes y serenos. Que, sin dudarlo te dije.
-Hola!
-Hola! respondiste, con una sonrisa de niña buena y mala y fue allí que descubrí la dulzura y la ternura de tu hermosa cara. Entonces, te corriste y me ofreciste un lugar para sentarme. Desde ese momento, me hiciste tuyo, tuyo nada mas, que todo lo que estaba a nuestro entorno, se desvaneció. Platicando, pude olvidar todos mis problemas y quise buscar en tu cuerpo un poco de calor y ternura y es que estando junto a ti, olvide todo. Tal vez nunca lo sepas, pero en ese instante me hiciste tuyo. Despues de varias copas, de risas, de coqueteos mutuos, de jugar con tu pelo,  de acariciar mis manos,  de bailar canciones románticas, de vernos fijamente sin decir una sola palabra, pues las miradas de ambos eran elocuentes. Te tome del brazo y te invite a acompañarme. Salimos sin dejar de vernos, con rumbo a mi hotel. Aquella noche, hicimos el amor por horas, de una forma inimaginable, si tu me hiciste tuyo desde que te vi, seguro estoy que yo te hice mía, mía nada mas, en ese cuarto. En un instante y ya desfallecida por tanto amor, se quedo dormida y volví a ver en su cara de niña esa ternura esa dulzura; podía ver a través de tus parpados cerrados por el cansancio, aquellos ojos grandes y serenos. Luego de varios minutos el  cansancio se apodero de mi y dormido quede en tu regazo, viendo tu linda cara y esos labios de niña-mujer que tanto bese esa noche. Yo, que solo buscaba amor para unas horas, me encontré con alguien que dejaría huella en mi, para toda mi vida.
A la mañana siguiente me desperté y note que ya te habías ido, solo habia quedado tu olor sobre la almohada y en mi pecho, no deseaba ni bañarme para no perder de mi pecho tu aroma, pero al ver un papel  sobre la mesita de noche, eso me hizo volver a la realidad.
-Esto, nunca tuvo que pasar, pero te recordaré por siempre. El papel lo firmaba unos labios de carmín rojo y al pie de los labios, un nombre que hasta hoy resuena en mi mente, Lizette.
Salí del hotel con rumbo al aeropuerto. Mientras esperaba mi vuelo, alguien me tomo del hombro.
-Hola!, como estas!..Tanto tiempo y mira donde te vengo a encontrar!... Con cara de asombro, queriendo reconocer a aquella persona, pero no me era posible...
-Soy Carlos!.. Carlos de Madrid!
-Hola! Carlos de Madrid. Hermano que haces!
-Cuanto tiempo... 
-Para donde viajas? 
-Regreso a Madrid, con mi novia.
-Y, Tú?
-Yo vuelvo a casa. Carlos y yo habíamos estudiado en la universidad, fuimos compañeros de cuarto y de parrandas y siempre lo identificamos como Carlos de Madrid, por ser oriundo de esa ciudad.
-Tienes tiempo para tomarnos algo y para que conozcas a mi prometida.
-Claro!
-No debe tardar, esta en el tocador. En eso, se acerco una chica, él inmediatamente se puso de pie, diciendo.
-Mira amor, te presento a un gran amigo... pero que digo, a mi hermano!.
-Mucho.... Gusto.... Nos dijimos, tomándonos de la mano. Yo quede paralizado, mientras que ella disimulo perfectamente nuestro encuentro.
-Y de dónde se conocen? Pregunto inmediatamente, mientras se sentaba al lado de mi amigo.
Los minutos transcurrieron en esa dirección, contándole a Lizette como nos habíamos conocido y las aventuras en la universidad. Fue entonces, cuando una voz en los altavoces hicieron que nuestro encuentro finalizara. Me despedí de ellos y me perdí entre aquel mar de gente que se dirigían hacia diferentes partes del mundo. Mientras  caminaba a la compuerta que me llevaría a mi avión, me fui repitiendo mentalmente:
...Pero me hiciste tuyo... pero me hiciste tuyo... tuyo nada mas!

        "Historia basada en el tema del mismo nombre, interpretada por José José".



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