sábado, 29 de marzo de 2014

UN POLICÍA MARIGUANO (de la serie: la maldición de los mariguanos de la zona 1)

El viejo, estaba durmiendo su borrachera en una de las aceras de las calles de la zona 1, casi eran las 11 de la noche, cuando la presencia de algo le hizo despertar. Frente a él se encontraba ese ser de color negro oscuro,  tan oscuro, como la noche mas negra. sin luna ni estrellas, como una caverna, cuando ni las luciérnagas la alumbran, como la cueva de minero atrapado bajo toneladas de tierra y escombros; así de oscuro era el ser que estaba a casi un metro de distancia, frente a él.
-Eres tu? Le dijo el viejo, sin siquiera inmutarse por la presencia de tan tenebroso y malvado enemigo de la marihuana. Éste, le veía fijamente, con el mismo respeto que le otorgaba el viejo. El viejo, quien era el único testigo de sus cobardes asesinatos y de su existencia, lo vio de pies a cabeza, sus garras eran parecidas a las de una especie de carroñero, pintadas de sangre humana y tal vez de otras bestias que ignorábamos, de quienes posiblemente también se alimentaba, pero era claro que su principal platillo eran los mariguanos, de la zona 1. 
-Qué, quieres viejo amigo? Pregunto el borracho a su desigual compañero nocturno. Pero éste, solo seguía observándolo.
-Ah!... Si no quieres nada, déjame dormir tranquilo. Le dijo el viejo acomodándose  en su improvisada cama. A unas cuadras se escuchaba la bulla de una de esas canciones modernas que les gusta a los llamados cholos, sonaba a todo volumen, ya los vecinos del barrio habían dado parte a la policía pero, éstos brillaban por su ausencia. El viejo estaba quedandose dormido, cuando se sintió una ráfaga de aire, que amilano un poco el calor que en aquella noche de verano se sentía; pero acompañado a la brisa de aire, venia mezclada con ella el típico olor de la mota, el anciano cerro sus ojos y oro por aquellos pobres desgraciados mariguanos. El olor, puso en alerta a este implacable ser y se vio que realizo un sacudon y alzo sus alas; empujándose con sus enormes garras tomo vuelo, provocando que los cartones que eran las cubrecamas del viejo, salieran despedidas por todos lados, los pocos pelos del anciano fueron fuertemente sacudidos y él, fue movido del lugar donde dormía unos centímetros de donde estaba. Cundo la cosa esa estaba en el aire se escucharon salir de sus fauces en forma de pico, unos gruñidos que le erizaron la piel a nuestro borracho, los aleteos se escuchaban con tanta fuerza, dirigiéndose hacia donde le atraía el olor. El viejo quedo completamente dormido nuevamente. Pero su sueño no le duro mas que una media hora, pues lo despertó el grupo de cholos y su estruendosa música que recién pasaba frente a él. Al estilo de los años ochenta, los jóvenes, iban cargando una tremenda grabadora, de donde salían las notas musicales. Ellos, siguieron camino hacia la quinta avenida sobre la trece calle, lugar en donde se encontraba durmiendo el anciano, la musica iba perdiendo potencia conforme estos muchachos se iban alejando, era obvio que eran cheleros y no drogos, pues de no ser así, ya no estarían viviendo. Pensó, el viejo.
-Entonces, de donde venia el olor a mariguana? Se pregunto el viejo. Intrigado por lo que pasaba, se puso de pie y coloco su mano en una de sus orejas para escuchar algún ruido que le indicara donde podría estar volando el acechador de los mariguanos, la noche como siempre estaba acompañada de una claridad asombrosa, causada por lo despejado del cielo y la hermosa luna llena que se encontraba justo arriba del anciano, una ráfaga de oscuridad le dio al anciano la pista de hacia donde dirigirse, agarro sus cachivaches y su cuto y se dirigió hacia donde lo llamaba la pista que acababa de observar, camino por casi 20 minutos pero las calle estaban vacías a excepción de algunos travestís apostados en sus esquinas, esperando ser levantados. Al fondo de la 15 calle ya casi llegando a la avenida Elena, visualizo un auto con dos personas fuera de él, sobre éste a lo alto de una casa todavía de adobe de color verde musgo  -pensó que era de adobe, pues era la mas alta de todas y se podía ver una gárgola- pero el viejo sabia que ese esperpento inmóvil, no era otra acosa que su amigo; come moteros, cada que se acercaba a ellos, se daba cuenta que era una patrulla de la PNC.
-Seguramente tienen a algún motero dentro de la patrulla y le deben de estar sacando pisto. pensó el viejo.
-Buenas noches, oficiales! Les saludo efusivamente, pero estos  ignoraron al desarrapado borracho, el viejo paso lentamente frente a ellos y pudo observar claramente que dentro de la patrulla no habia nadie y al rededor solo se encontraban dos policías, uno joven y delgado y a la par el otro mas viejo y panzón. Éste último, estaba fumando.
-Hace calor!.. verdad oficiales? Trato de entablar una conversación con ellos, siendo ignorado por el flaco, no así por el panzon.
-Mira vos chara, guaro no tengo, lo único que te puedo ofrecer es un jalón de mi porro. 
-Señor por favor circule. Le indico el otro -el flaco- con tono muy amable.
-Gracias, señor agente. Pero yo solo me acerque para salvarle la vida a usted oficial.
-porque el panzon de su amigo ya se condeno solo.
-A que se refiere señor? Le pregunto, amablemente el oficial al viejo 
-acaso sabe de alguna emboscada en contra nuestra. le pregunto el joven oficial, al viejo en tono burlesco sin faltar el respeto.
-No oficial, hablo del mariguano de su compañero. Al decir esto, se escucho una mezcla de gruñido y graznar en el techo de la vieja casa.
-Que putas fué eso? Pregunto el panzon drogadicto...
-Puta! esta mierda que le quite a eso cholos, si que es buena. -Ja,ja,ja. Rió el pobre policía panzon.
-Escucho viejo? le dijo el joven oficial.
-A eso me refería amigo... Deje que se ria, pues sera sus últimas alegrías. El policía sobrio, saco su 45 israelí nuevita, pues estaba recién graduado de la escuela de policía; se la habia entregado, el mismo ministro de gobernación.
-A lo mejor, mi capitán son esos cholos, a los que les confisco la hierba y que regresaron por ella.
-No! esos maricas, deben de estar lejos, ya en su casita. Tranquilo, debe ser cualquier otra mierda.
-No sera que este viejo de mierda se esta cagando, ja,ja,ja!
-Bueno, mijo si quieres seguir viviendo andate de aquí y deja a tu jefe, pues este ya no se salva. Adiós. Se despidió el borracho, a sabiendas que dentro de poco el panzon ya no estaría mas, en este mundo. Se retiro nuevamente calle abajo justo a su dormitorio en la trece calle.
El carroñero, agito sus alas tan fuerte que se sacudieron las ramas de los pinos que estaban aledaños al lugar donde estaban parqueados. El joven policía aun tenia su 45 en mano, estaba muy inquieto pues él, estaba seguro de que los cholos habían regresado y con refuerzos, se dirigió a la radio de su patrulla; pero al ver a su jefe en aquellas condiciones pensó que seguro les suspenderían y  hasta perderían su chance y el necesitaba su sueldito. Decidió entonces, enfrentarse solo a los cholos, 
-Mi capitán, voy a chequear por aquí a las calles aledañas... voy a pie... atento ya vuelvo!
-Tranquilo nuevo, aquí te espero. Se acomodo en la palangana del pick up y saco otro poco de hierba, se preparo su purito, diciéndose a si mismo.
-Que buena mierda les quite a esos cholos. Procedió a encender su puro, halo un sorbo de humo hasta lo mas recóndito de sus pulmones, pero cuando expulso el poco que su cuerpo no asimilo, éste humo ascendió, llegando a las fosas nasales del monstruo; poniéndole de mal humor, que de un solo se abalanzo sobre el policía motero y panzon, colocando en su cara y hombro sus afiladas garras y elevándose sin destino -pareciera ser hacia la luna- cada vez se hacia mas pequeño, perdiéndose en la oscuridad de la noche.
El policía panzon, iba pensando por los aires.
-Carajo! que buena está; esta mierda!
Sobre la trece calle y tercera avenida ya se encontraba durmiendo el viejo nuevamente cuando un sonido, como cuando somatan un saco de papas en el pavimento le despertó, era el cadáver del policía. Éste, quedo con los ojos bien abiertos, viéndole justo a su rostro. El viejo, salto de su cómodo lugar, pegándose a la pared, mientras escuchaba el aleteo que se acercaba a ellos, llenando de oscuridad a la angosta calle. Era él, lo tomo esta vez, por las piernas y se elevó perdiéndose en el cielo y ya no se supo mas del drogo uniformado. El viejo se sentó todo agitado con la mente perdida en el asfalto, su cabeza estaba completamente en blanco, volviéndolo en si un grupo de radio patrullas, de las cuales se bajo el joven oficial, indicando a sus compañeros.
-Éste es! si, éste es!... donde esta mi capitán, responde... viejo de mierda!
-Cálmese, oficial solo es un desgraciado viejo borracho, déjelo tranquilo.
-Mas bien, súbase a su patrulla y sigamos la búsqueda. tomaron sus automotores y se marcharon a toda prisa con las sirenas aullando, en la noche tranquila de la zona 1.
El viejo nuevamente despertado, pero esta vez por el sonido de una pila de periódicos, que dejaron caer de un pick up a la acera, justo para ser recibidos por el voceador de ese sector, el viejo que solo abrió sus ojos, pues aun no amanecía del todo, logro alcanzar a ver el encabezado de la prensa.

     "Jefe de la PNC secuestrado por traficantes de drogas en la zona 1, ya se tiene pistas. Se sospecha de unos cholos del sector"  






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