viernes, 18 de abril de 2014

EL REPARTIDOR DE PIZZAS


-¡Oiga! ¡oficial se esta comiendo la evidencia!
-Debería de probarla, ¡esta deliciosa!.. ¡es de pepperoni! y....
-¡Déjela ahí! y ¡fuera de aquí! ¿Quién es ese?.. ¡Comiéndose la evidencia en plena escena del crimen!
Gritaba el capitán del FBI, encargado del caso, el agente Smith. Un policía, con años de experiencia en este tipo de casos. Se dirigió, hacia donde se encontraba el cadáver de la jovencita, una veinteañera, rubia, muy guapa; quien estaba desplomada sobre la alfombra, boca abajo, aun no determinaban la causa de la muerte.
-¡Capitan, esto llevara un buen rato! El forense quiere llevarse el cuerpo, para realizar la autopsia. Señor.
-Esta bien. que se la lleven y me den su informe lo antes posible... necesito averiguar si fue asesinada o no.
-¡Sargento! ¿Ya interrogo a los vecinos?
-¡Si señor!, nadie vio y escucho nada. Señor.
-Si que se ve buenísima la pizza... manda a alguien a investigar al repartidor de pizzas.
-¡De inmediato! Señor.
El capitán, se retiro, dejando a los encargados en esos menesteres hacer su trabajo y esperar el informe de las pesquisas.
Mientras tanto, Corzo, el asistente del capitán Smith, llegaba a la pizzería para hacer las investigaciones del caso.
-Entiendo que usted solo las hace y que es su empleado, quien las reparte.
-Que bueno, que lo entienda.
-Y, su repartidor ¿dónde está? Para interrogarlo.
-Él se encuentra haciendo otra entrega... ya no tarda en volver. Si quiere esperarlo.
-¡Claro¡ que lo esperare. Prepáreme una pizza hawaiana. Le pidió Corzo al dueño de la pizzería.
Comiéndola estaba cuando volvió el repartidor.
-Qué me buscaba, dice mi jefe. 
-¿Usted es?
-El repartidor. Señor. Luego de las presentaciones, empezó la interrogación. 
Mientras, en la morgue, el parte indicaba que la señorita habia muerto por asfixia inducida.
-¡Asfixia inducida?
-¡Si capitán! 
-Eso significa, que la victima fue asesinada.
-Vera, la asfixia inducida, es una forma de estrangulamiento, pero sin ninguna señal de que haya sido... 
-¿Me entiende? se interrumpió él mismo.
-Eso espero... y tenemos alguna huella, que nos lleve con el asesino.
-No señor, lo que si puede darle es mas o menos la hora de la muerte de la señorita. Y le fue entregada toda la información necesaria para iniciar la investigación. 
Mas tarde, el capitán se reunía con Corzo, éste le explicaba que el repartidor de pizzas, habia llegado en el tiempo establecido y que según él, solo la entrego y se retiro.
-Bueno Corzo, aparte del repartidor, no tenemos a ningún otro sospechoso.
-¿Qué me dice del novio?
-Dirás la novia, pues la jovencita era lesbiana.
-Vaya que desperdicio.
-Si, es una pena ¿verdad?
-¿Ya interrogaron a la novia?
Esta de viaje, lleva una semana fuera del estado.
-Creo que éste, sera otro caso dificil, ¿verdad capitán?. El capitán se rasco la cabeza y sin dar respuesta, se retiro a su casa.
Ya habían pasado dos semanas y del asesino nada. El único que seguía siendo el principal sospechoso era el repartidor de las pizzas, pero nada encajaba como para encerrarlo.
Una noche, Smith se encontraba tumbado en su cama viendo la televisión, cuando le sonó el celular. La llamada era, por otro asesinato de otra jovencita. Se hizo presente Smith en el lugar y ya el equipo, estaba haciendo sus investigaciones, cuando Smith entro a la escena del crimen se topo con él; un policía, el cual al verle le dijo.
-Esta vez no probé la pizza señor, aunque se ve deliciosa. Smith, ni siquiera le presto atención solo se dirigió hacia donde se encontraba el cadáver.
-¿Qué tenemos corzo?
-Creo que lo mismo de la lesbiana. Señor.
-¿Qué quiere decir?
-Pues, no hay indicios de que haya sido estrangulada, es una veinteañera, es rubia y es lesbiana.... -¡Ah! y tenemos otra pizza... ¿Adivina de dónde?
-De: Dimitrio´s Pizza.
-Así es señor y el mismo repartidor.... Pero cero evidencias. 
-Es decir, no hay huellas, ni testigos, simplemente la confesión del dueño; que envió al joven a entregarla y que éste regreso en el tiempo acostumbrado, para continuar con sus entregas.
-Tendremos que detenerlo. Corzo.
-Ya lo hice, señor, pero tuve que soltarlo pues su abogado...
-Abogados. le interrumpió Smith a Corzo.
-Entonces, no tenemos nada en este caso también.
-Lo siento capitán. Se disculpo Corzo, pero no habia ninguna evidencia. 
Los meses pasaron y ya sumaban tres victimas que habían muerto de igual manera.
Una noche, sonó el teléfono de la Dimitrio´s Pizza, para realizar una orden. La cual fue despachada de inmediato. Dimitri, era el que recibía las llamadas telefónicas y él organizaba a sus empleados para luego enviar a uno de sus repartidores. 
El repartidor, se dirigió a realizar la entrega, tomo su moto y se puso en camino, esa noche habia mas trafico que de costumbre, pero éste se hacia sus mañas para realizar sus entregas a tiempo. Parqueó su moto y se dirigió corriendo hacia el departamento de la persona que esperaba su pizza. 
¡Riiing! sonaba el timbre.
-¡Ya voy! Grito una veinteañera, rubia, desde adentro de su apartamento. Pero el timbre, sonaba insistentemente. La jovencita se envolvió en una toalla y grito.
-¿Quién es?... ¿Porqué tanta insistencia?... ¡ya voy! Pero el timbre, seguía sonando. Luego de abrir la puerta, ella le pregunta con tono un poco molesta.
-¿Le debe gustar el sonido de los timbres?.
-Disculpe señorita, pero si no me abría; tendría que pagar yo la pizza, pues ya estamos sobre el tiempo.
-Entra y colócala ahí. Le dijo la señorita, dirigiéndose a su cuarto; el joven le vio de una forma misteriosa, pues la toalla apenas la cubría.
-Bonito apartamento.
-Eso, ¿es lo qué te gusto?. Le respondió ella, en tono muy sensual. 
-Aquí esta, ya encontré mi monedero.. pasa por favor te voy a pagar. El joven, obedeció y se dirigió a la recamara, encontrando a la bella señorita con un billete en su mano; ésta al extender su brazo para pagarle dejo caer su toalla al suelo. 
Mientras esto pasaba en otro lado de la ciudad, otra joven hacia lo mismo, pagar su pizza; pero ésta al extender su brazo con el billete, le fue tomado y empujada hacia adentro; cerrando la puerta del apartamento de manera abrupta. La joven, quien cayo al suelo a causa del empujón, le vio a la cara a su entregador de pizzas.
-¿Qué le pasa?... ¿qué quiere?...
-Quiero, enseñarte pequeña ramera lo que es un hombre ya que se muy bien que a ti solo te gustan las mujeres..  ¿verdad?
No pudo gritar, ni nada, pues dentro de su boca, para evitar que ésta gritara, le habia introducido el plástico con el que envolvían las cajas de las pizzas, para que estas llegaran calientes. Eso les provocaba el sofocamiento pues, al tratar de defenderse perdía mas oxigeno, hasta que se desplomaba desmayada. El asesino, terminaba su trabajo colocándole una almohada sobre la cara, terminándola de asfixiar. Para luego, colocar todo en su lugar, desnudarla y dejar la pizza en un lugar especial. Todo esto lo hacia con guantes para no dejar una sola huella, luego se percataba de que nadie le veía y se retiraba. Dejando a su victima sin vida. 
Horas después...
-Lo mismo de siempre, capitán Smith. Le daba su informe, Corzo, a su superior.
-¡Vamos por ese desgraciado! 
-¡Esta vez, lo haremos confesar a como de lugar! Se dirigieron a la pizzeria y esposaron al joven repartidor; llevándoselo con ellos. Dimitri y compañeros, fueron testigos del arresto. 
-Esta, vez el joven fue golpeado,  hasta que por fin hablo.
-Esta bien, voy a hablar.
-¡Te escuchamos desgraciado!
-Cuando e entregado algunas pizzas, las clientas se me han insinuado y hemos tenido sexo... Pero esto va en contra de los reglamentos de Dimitri y necesito mi empleo.
-¡Espera! Dijiste: ¿Qué has tenido sexo?
-Si, pero siempre me e protegido soy responsable.
-¡Corzo, suelta a este bastardo!
-¡Si capitán! Y lo soltaron, luego de disculparse por la paliza que le habían propiciado. Éste, les pregunto 
-Y, ¿qué pensaban? ¿porqué me han golpeado? El joven, ignoraba lo que habia estado pasando todos estos meses, pensando desde su primer interrogatorio que se le acusaba de una especie de violación. Los policías, que seguían sin tener una solo pista, le contaron todo lo que éste ignoraba y que habían sospechado de él; porque él habia sido el repartidor de esas pizzas.
-Pero, ¡yo jamas e entregado una sola pizza en esos lugares!
-¿Cómo que no? Dimitri nos dio tu itinerario y a ti te tocaba hacer esas entregas. El muchacho quedo pensativo, analizando porque su jefe habia dado esa información. Los policías le enseñaron las fotografías de las victimas, a las cuales, todas las identifico como clientas de la pizzeria y que él, las habia atendido alguna vez y que algunas si habían llegado acompañadas de sus parejas y que todos en la pizzeria sabían que eran lesbianas, pues nunca se inmutaron en darse sus muestras de amor dentro de la pizzeria. 
-Ahora, recuerdo que el único que se molestaba era Dimitri.
-¿Dimitri?
-Si.... lo que sucede es que su mujer a quien amaba como a nadie, lo abandono por una mujer, pues ella no sabia que era lesbiana. Hasta que conoció a su amante justamente en la pizzeria. Por ello Dimitri, odia a las lesbianas.
-¡Corzo! obtenga una orden de arresto contra Dimitri.. ¡de inmediato! 
-Si capitán. Cuando la tuvieron, se dirigieron hacia la Dimitri´s pizza, en su búsqueda. 
Pero, Dimitri no se encontraba. Al preguntarle a los empleados, éstos dijeron; que se encontraba haciendo una entrega; porque su repartidor oficial, refiriéndose al joven, estaba detenido. De inmediato buscaron la dirección y los datos de la persona que habia solicitado la pizza. 
Al ver la dirección y el nombre de la persona solicitante del servicio a domicilio, el joven ex sospechoso les dijo.
-¡Yo la conozco... Es Doris! y ¡También, es lesbiana!
-Corzo pida refuerzos y tu acompáñanos. Se subieron al carro de Smith; pues Dimitri les llevaba como diez minutos, de ventaja. El joven le dijo: 
-Capitan, si quiere llegar a tiempo, venga conmigo, yo tengo mis mañas para llegar antes de 30 minutos y en su carro no llegara a tiempo. Smith, se subió en la moto con el joven, indicándole a Corzo, que él se llevara el auto y que pusiera en alerta a la policía. El joven, serpenteaba por las calles hacia la dirección de Doris, esa pequeña moto, zumbaba por las calles, aceras y callejones de la ciudad.
-¡Ya voy! dijo Doris, abriendo la puerta.
-¡Ah! eres tu y, ¿qué paso con?.... Fue interrumpida recibiendo una bofetada, lo que la lanzo al suelo; de inmediato, Dimitri estaba sobre ella; introduciéndole el plástico calefactor en su boca, la joven Doris, estaba perdiendo el conocimiento y  Dimitri le colocaba un almohadón de uno de los sillones de la sala. Cuando la puerta fue abierta de una patada.
-¡Apártese o disparo Dimitri!. Le ordeño Smith, apuntándole con su arma. El joven repartidor de pizza lanzo de lado a Dimitri; quitándole a Doris el almohadon de encima y al percatarse de lo que tenia en su boca, se lo extrajo. Pero Doris no volvía, Corzo tenia a Dimitri hincado, esposándolo. Mientras que, el joven repartidor de pizzas, le daba respiracion boca a boca pidiéndole a Doris que volviera. Luego de unos minutos Doris, tocia y despertaba, el repartidor de pizzas y principal sospechoso, le habia salvado la vida a Doris y también habia resuelto el caso que Smith y Corzo no habían descifrado.
Luego de que Dimitri, fue llevado a la estación de policías por uno de ellos. Corzo le llamaba la atención al policía nuevo.
-¡Oye tu! 
-¡No te comas la evidencia!. Smith y el joven rieron, satisfechos de su trabajo esa noche. 
Doris, era llevada a un hospital. Corzo, acompañaba al nuevo policía, comiendo la pizza. Smith, le agradecía su ayuda al golpeado joven, quien aceptaba las disculpas. 
Smith, luego de ésto, le entrego un papel al joven repartidor.
-Él, le pregunto a Smith, quien ya se había  metido a su auto.
-¡Oiga! Smith, ¿qué, es esto?
-Esa, amigo, es una multa, por todas las infracciones que has cometido en tus entregas. 
Arranco su carro y se retiro a su casa.... 









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