jueves, 29 de mayo de 2014

¡como han pasado los años!!!

Hace poco, parado en mi lugar de siempre, justo donde esperaba cada tarde para ver pasar a Bonita. Allí me encontraba, recordando cada instante y momento ya vivido. Desde ese punto de partida, lugar de reunión, espacio para la reflexión adolescente. 
Cuando llego, uno de mis antiguos camaradas de aventuras juveniles, luego de saludarlo, mientras él me hablaba, cosas de actualidad: ¡Que, si la canasta básica esta cara!... ¡Éstos pinches políticos!... ¡Mi esposa ya no es la misma! Cosas, como éstas. Yo, le veía de pies a cabeza, sin prestarle la mas mínima atencion a sus preocupantes temas de actualidad; pero si atendía a lo que mis pensamientos me decían. ¡Pero, que viejos estamos!... Y, ¿Adónde se fue nuestra juventud?... ¡Qué gran barriga tiene este pobre!... ¿Así de mal me verán los demás?... Que yo recuerde,¿éste era mas alto?. ¡Vaya!, ¡cómo han pasado los años!  Deje de verlo por unos instantes, para hacer un paneo al vecindario, solo para darme cuenta, de como todo estaba cambiado; y, yo aquí, parado como si fuera aquel adolescente queriendo ligarme a otra Bonita, ¡Que bueno, que éste me hablo! pues, sino ¡seguro que hago el ridículo con alguna joven muchacha!.
¡Como han pasado los años! me volví a repetir. Y, es que realmente, ya no es la misma vida vivida, todo es diferente. 
-Pero, yo me sigo sintiendo todo un adolescente; jejeje sonreí en mi mente. 
-Pero, si parece que fue ayer, que a esta hora salia a esperar ver pasar a Bonita.
A mi mente regresaron, imágenes nuestras bailando el éxito del momento en esta acera. A chavos de otras cuadras pasando con su enorme grabadora en el hombro con la música a todo volumen... 
-¡Éstos deben ser sordos hoy día! ¡Si que han pasado los años!. Pero vaya que me siento como todo un jovenzuelo. 
-Pero, la vida se me fue en un cerrar y abrir de ojos 
-Si apenas ayer, estaba yo acá, peinando el pelo que ahora ya no tengo.
-Bueno hermano, me voy, pues sino la Juana no me da cenar. ¡jajaja!. Éstas palabras, me hicieron regresar a mi realidad.
-¡Claro, cuando quieras! ¡saludos a Juana!. Se fue mi amigo de adolescencia y yo regrese a mi casa, abrí la puerta... y ella, ahí en la cocina, preparando la cena para mi y mis hijos. 
-¿Te habías dado cuenta de que los años se nos han ido sin darnos cuenta?. Le pregunte a mi compañera de hogar.
-¡jajaja cielo tu y tus cosas!.
-¿Sabes?... Por ti no han pasado los años, sigues igualito. Me consoló, con una mirada tierna en sus ojos llena del mismo amor, como cuando nos dijimos, amarnos. Y continuo...
-¡Solo tienes menos pelo!... ¡Unas libritas de mas!... ¡Una que otra arruguita!... ¡Unos hilitos de color plata!... Pero lo que llevas dentro de ti.
-Ése, si que no ha cambiado y ése es a quien a mi me interesa ahora y siempre. Estas palabras, fueron acompañadas de un abrazo y un beso. Luego, nuestros hijos se aceraron y se fundieron con nosotros en un abrazo lleno de amor. después, ella nos dijo. 
-¡Bueno a poner la mesa porque la cena esta lista!.
Yo pensé. 
-¡Como han pasado los años! pero aquí estamos frente a frente tan enamorados, como la primera vez.
Para finalizar esta estampa, con las oraciones y luego las platicas y bromas de costumbre, entre nosotros y mis hijos... como debe ser una familia, en donde reina el amor de familia y el mas importante.... ¡El amor de DIOS!.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario