domingo, 25 de mayo de 2014

HISTORIAS

                                                    
1- La vida mustia
A veces cuando regresa, se va directo a su cuarto, cansado, de lo cotidiano, deseando caer en los brazos de su almohada y perderse en un profundo sueño.
Prepara la cama, acomodo las almohadas, una sola sabana para sentirte junto a ella, deja listo el lado izquierdo de su cama, se acuesto esperando a que llegue, pero esta tan cansado que se queda profundamente dormido.
-¡Hola!, llegue mi amor, suelta esa almohada y abrázame a mi. Murmuro al oído del anciano una voz tierna y femenina. Él, al verla, sonríe, le abre sus brazos invitándola a acomodarse entre ellos, que se entregue sobre su regazo y ella, con una gran felicidad se acomoda tal como él se lo ha pedido.
-llegué, para quedarme contigo, ¡para siempre!
-¡Sabes que es lo que mas deseo!.. ¡te he estado esperando!
Al día siguiente. 
-¡Pase seño!... ¡vea como esta!.. ¡no se mueve! Le decía la encargada de hacer la limpieza a la hija del viejo. Y, ¡mire no suelta la almohada! Le enseñaba la muchacha queriendo quitarle la almohada de entre sus brazos.
-¡Déjalo!, María.
-¿No estará muerto señora?
-¡Ahora están juntos María! 
-¿Con la difunta, seño?
-¡Si, María!, ¡con mi madre!...... 

2- Mi primera vez
Yo, postrado sobre la cama, completamente desnudo, con una gran potencia entre mi ingle.
Ella del otro lado del cuarto, apaga la luz.
-¡Déjala encendida!... ¡por favor! Ella vuelve a encenderla y camina hasta donde me encuentro observándola, para pedirme, que por favor le baje el zipper. Una vez con el zipper hasta abajo llegando hasta donde termina su espalda, se vuelve, caminando de una forma felina, al lugar adonde se encontraba hace apenas unos segundos; mi vista no deja de verla ni un momento, al llegar a ese lugar, se da la vuelta, quedando frente a mi nuevamente, se baja de sus zapatías de cristal, quedando descalza sobre la alfombra roja, la cual ni se movió, cuando ella acomodo sus hermosos pies descalzos. Yo, hipnotizado, sin dejar de ver esos pies hermosos, cuando abruptamente cae sobre ellos cubriéndolos totalmente, un vestido de color rojo. Mi corazón parece que se me sale del pecho, la emoción es inmensa, pero mi vista que es la única que en ese momento se mueve, se va elevando lentamente, paseando por todo su cuerpo, que todavía tiene cubierto con una pequeñísima braga y un brasier muy sexy, con el movimiento de sus brazos me hace que le vea a la cara; una cara de ángel y demonio. 
Entonces, se despoja de un gancho que le sostiene toda esa melena negra, cayendo sobre su rostro que por unos instantes le cubre su hermosa cara, dejando ver entre los cabellos brillantes sus ojos picaros, de color miel, para luego agitar su cabeza y la obediente cabellera, se coloca sensualmente en su lugar, sobando sus hombros. Luego, sus  brazos se van para su espalda y con una sonrisa en su boca rosada, me deja ver sus blancos y perfectos dientes. Dejando, por fin libres a dos maravillosos pechos a los que la gravedad no les hace ningún efecto, quedando sus pezones hinchados viendo al horizonte, y empieza su andar hacia la cama, en donde me encuentro aun inmóvil y sentado; a unos pocos pasos de mi, baja su braga, para luego sus piernas torneadas acompañarla por entre ellas hasta caer nuevamente sobre sus pies y dejándola allí, esperando sobre la alfombra.
Ya completamente desnuda y frente a mi, me empuja lentamente hacia el centro de la cama, mientras lo hace, se va colocando sobre mi. Apagándose la luz......

3- Boleros
Siempre me criticaron mis amigos por el hecho de escuchar esos boleros viejos que alguna vez enamoraron a mis padres. Yo, nunca les confesé el porque escuchaba esa musica y no la que mis amigos oían. Aunque a mi tambien me gustaba ese tipo de ritmo, pero por algún motivo sigo escuchando esa melodiosa y hermosa musica, que tantas veces fue mi secreto mejor guardado.
Si, recuerdo cuando escuche de boca de ellos, estos comentarios:
-¿De dónde, le salen tantas palabras bonitas, a la hora de estar con una chica?
-¡Que casaca la que tenes!... ¡luego las vuelves locas con esas frases!... ¿qué? ¡a saber de donde te sacas!.
-¡Que bárbaro!, jamas se me habría ocurrido decirle eso, a una chica
-¡Aaaah! me mataste, ¡acepto!.... ¡claro que acepto!
-Hacéme una lista, con esas frases...  ¡con las que conquistas a tus novias!. 
Y, es que, de los boleros saque la mayoría de mis éxitos con mis conquistas, que seguro estoy que todavía sus almas guardan el calor y el sabor a mi. Nunca quise ser dueño de nadie; pues, nunca he sido vanidoso simplemente, siempre di lo bueno y lo mejor que hay en mi. Seguro estoy, que pasaran muchos años y en sus bocas aun existe un poco de sabor a mi. Y, si en la eternidad hay amor; allá, al igual que aquí, en sus bocas seguirán llevando... el sabor a mi.







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