sábado, 7 de junio de 2014

ENTRE DOCTORES TE VEAS

¡Y el juramento Hipocrático!, ¿dónde quedo?, ¿quién o qué lo vino a desplazar? Pregunto ésto porque, de los médicos de antes a los de hoy día, hay un trecho muy grande. Hay un abismo entre ellos.
Recuerdo con nostalgia cuando visitabas a tu médico de cabecera, esos Galenos cuyas consultas se mantenían llenas de pacientes y sus honorarios eran tan comprensivos; no para hacerse de dinero, ni tener un carro de agencia del año, ni una casa en el mejor sector. No, eran honorarios para pasar el día, para alimentar a su familia, eran decorosos.
Salia el doctor a despedir a su paciente y luego de ello le recibía cordialmente al siguiente enfermo, que esperaba su turno en la salita de espera; habia quienes tenían a una secretaria _enfermera_  y otros que no. Luego de hacerte pasar a la clínica, te sentabas frente a su escritorio, luego de saludarte y de preguntarte por tus papas _pues era el medico de la familia_ te hacia la respectiva pregunta.
-Cuéntame, ¿qué te esta pasando? Y, tu le dabas toda la novela con pelos y señales de tu problema, por el cual lo estabas visitando. Luego de escucharte con toda la atención y de tomar nota en tu registro médico _historial médico por paciente_ te invitaba a su camilla. Ya recostado en ella te colocaba un termómetro _aunque no tuvieras fiebre_. Te colocaba su estetoscopio y tomaba tu presión arterial. Luego, escuchaba tus pulmones, el corazón. Te pedía abrieras la boca y te introducía la molesta paletita baja lenguas. Te daba golpecitos en la espalda. Palpaba tus órganos e intestinos. Te revisaba los ojos, _sin ser oculista_ tambien los parpados. Te alumbraba y esculcaba tus oídos, al igual que tu nariz. Despues te sentaba y cruzabas tus piernas para martillarte las articulaciones y tremenda patada que tu reflejos te obligaban a reaccionar. También, golpeaba tus brazos con el mismo martillito _¡ya me cansé!_ colocaba sus manos sobre tu cuello y te revisaba los ganglios. Tomaba tus manos y revisaba el color de tus uñas. 
-Bueno, seguro se me olvido algo mas. Luego regresaban a su escritorio y después de sus respectivos apuntes te explicaba cual era el problema por el cual estabas ahí. Te extendía una receta que era indescifrable _era como un mensaje secreto, dirigido para el farmacéutico_ y se dirigía a su anaquel para obsequiarte una cantidad de muestras médicas, para que iniciaras el tratamiento. Finalmente te ponía una cita, a la cual nunca faltabas. Se despedía cordialmente de ti; pidiéndote que le saludaras a tus padres y que sin pena cualquier duda o emergencia, las 24 horas, el estaría allí, para resolver tus dudas o tu emergencia. ¡Wao! Eso era dedicación profesional. ¡que tiempos! 

AHORA  _tiempo presente_ Llegas a la clínica, la encuentras vacía, _de pacientes_ con dos o mas secretarias, una docena de sillas, pero solo tu eres el único paciente, las demás están siendo utilizadas por visitadores médicos. Una de las secretarias grita tu nombre como si estuvieras en una lotería; después de haber visto entrar y salir a 6 visitadores médicos que llegaron después de ti: al fin entras. 
Da pena entrar, pues todo ahí adentro es un lujo, el medico sin darte la vista te pide que te sientes, luego de varios minutos de hablar por teléfono o, de revisar sus mensajes o, de revisar su computadora, te pregunta que problema tienes. Tu le obsequias tu novela y pareciera que el galeno ni siquiera te escucha. Al terminar te dice:
-Amigo lo que usted tiene es muy grave, pero no le puedo dar nada hasta que no se haga estos exámenes de laboratorio. Saca un recetario, con el logotipo a donde deberás ir y lo llena de exámenes que jamas habías escuchado. Al terminar de llenar el papel, te hace la advertencia; no negociable. 
-Debe de hacérselos en este laboratorio, que es de mi confianza.
-Fíjese Dr. _le contradices_ que a la vuelta de mi casa, queda un laboratorio que es de mi tío y él me hace un descuento.
-¡No me escucho! ¡debe hacerlo en éste, que es de mi entera confianza! ¡sino lo hace ahí, ya ni venga, pues no lo atiendo!
_Claro está, ese laboratorio le pasa mensualmente un cheque de comisiones por paciente_ 
Recuerdo que un médico me mando entre los exámenes, una "Prueba de bensodiazepinas en sangre" la misma que les hacen a los deportistas. La prueba, era demasiado cara.
le digo:
-Dr. este examen va a salir positivo, pues llevo años tomando un ansiolítico, que usted mismo me receto.
-Usted, ¡hágalo! y me dio una casaca que según él, me engaño. Al regresar con mis exámenes de otro laboratorio, me regaño; en tono muy molesto.
-Y, ¿ésto qué es?
-Los resultados de los laboratorios que me mando.
-Pero, ¡no se los hizo en el laboratorio que le indique! Así era, por cuestiones económicas me los hice en otro. Pero, el medico me obligo a hacerlos en donde él me indicaba. Me los hice pues no me quedaba de otra. Al entregárselos, le dije:
-Dr. ya se dio cuenta que los resultados son exactamente los mismos que los que le traje antes.
-Si, pero ahora estoy seguro, que estos son sus resultados correctos. _Y la bensodiazepina en sangre, salio positivo. Era lógico_
-Bueno, por el dolor del dedo, tome acetaminofen. -No compre un genérico, compre éste que le estoy mandando o no me responsabilizo de lo que le pueda suceder. _También sabemos que los laboratorios farmacéuticos, les pasan comisión por recetar sus medicinas y los invitan a hoteles de lujo, disque  a convenciones medicas. Qué negociaso. Quieren ser como los médicos de Beverly Hill, con mansiones y carros de lujo, recetas con letras doradas. Y del problema que llevabas ni siquiera te paso a la camilla, ni te hizo el ritual antiguo antes mencionado. La consulta dura unos pocos minutos y las consultas son tan honorosas, que no importa si en todo el día laboral solo llegaste tu. Te saco lo de la consulta y mas tarde le llegara su comisión del laboratorio clínico y tambien el farmacéutico. Eso eres tu para él, todo ese dinero y si te curaste o no... no importa, si la medicina te causo alergia u otro efecto secundario, simplemente debes de llegar a su consultorio, pagar otra consulta y te cambia la medicina, que cinismo. 
-¿Y las muestras médicas... te las vende, jajaja. Pues ahora como si tuvieran una farmacia dentro de la clínica...
-Ésta medicina, le cuesta X  en la farmacia, conmigo le cuesta Y... Usted se ahorra: Z
-¿Se la lleva?  _Y en la mayoría dice: Muestra médica no se vende_

Ésto es con un medico de medicina general y si te toca con un especialista. Que Dios se apiade de ti. Pues, por ejemplo: un Psiquiatra que te ve una o dos veces por semana, te cobra una cantidad increíble, y el tratamiento de tu terapia no tiene fin, esa dura hasta que tu digas ya no voy. Las consulta promedio por 50 minutos _pues nunca te dan una hora, pero te cobran la hora, ??_ Aproximadamente, cada 8 días de consulta son: 60 dolares  americanos, en un mes: 480 dolares americanos. Es increíble, como hacen negocio del dolor humano. Como dice: "...Y se comerán unos a otros"
Esta claro que, no todos son así, hay un promedio bajo, que si te respeta como paciente y no hace negocio con tu dolor, pero éstos son contados con los dedos. _Y de las operaciones, mejor ni les cuento_
No tengo nada contra estos profesionales, simplemente era algo, de lo que siempre quise escribir y compartirlo con ustedes. Si ofendo a alguien, mis disculpas, pero lo que he escrito tiene fundamento total. Pues, lo hemos vivido en carne propia. 
Mis respetos, para los pocos MÉDICOS, que aun respetan el juramento que han echo al momento de volverse curadores de enfermedades. 
BIEN POR ELLOS  sigan así....
Les dejo ésto:

Juramento Hipocrático

Juro por Apolo el Médico y Esculapio y por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que este mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento. A aquel quien me enseñó este arte, le estimaré lo mismo que a mis padres; él participará de mi mandamiento y si lo desea participará de mis bienes. Consideraré su descendencia como mis hermanos, enseñándoles este arte sin cobrarles nada, si ellos desean aprenderlo.
Instruiré por precepto, por discurso y en todas las otras formas, a mis hijos, a los hijos del que me enseñó a mí y a los discípulos unidos por juramento y estipulación, de acuerdo con la ley médica, y no a otras personas.

Llevaré adelante ese régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será en beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror. A nadie daré una droga mortal aún cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin. De la misma manera, no daré a ninguna mujer supositorios destructores; mantendré mi vida y mi arte alejado de la culpa.

No operaré a nadie por cálculos, dejando el camino a los que trabajan en esa práctica. A cualesquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome de todo error voluntario y corrupción, y de lascivia con las mujeres u hombres libres o esclavos.

Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deba ser público, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas.

Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjuro.
...................Que así sea, amén..........

No hay comentarios.:

Publicar un comentario