miércoles, 2 de julio de 2014

ÁNGELES Y DEMONIOS ( Mi blog, numero 200)

Hace mucho, mucho tiempo Dios; les permitió vivir a unos ángeles, los cuales planeaban darle golpe de estado en el cielo. Ellos eran los ángeles mas bellos del cielo y no conformes, quisieron ser mas que le mismo Dios. Al ser descubiertos, fueron llevados ante Él y Éste, en su gran misericordia se compadeció de ellos; dejándolos vivir entre los humanos y otorgándoles su propio reino. La belleza de la cual se enorgullecían les fue convertida en bestias horribles y refundidos en un lugar oscuro lleno de fuego sulfatado.
La historia prosiguió el rumbo que todos conocemos y  han convivido junto a la humanidad tratando de convertirlos a ellos. Pero han fracasado, no en su totalidad, por eso lo siguen intentando de miles de formas inimaginables. La historia habla de personajes utilizados por estos engendros y resaltan a lo largo de la historia personajes como Napoleón, Hitler, entre otros. La lucha continúa y ha llegado hasta nuestro tiempo, presente. Ahora, vemos a nuestro alrededor personajes que aparentan no serlo, pero vaya sino lo son. No son de la envergadura de los antes citados, están a perfil bajo, utilizando a personas débiles, sufridas, sin educación, pero con un gran odio como para hacerle daño a sus enemigos, el pueblo honesto y honrado. Estos peculiares individuos que cada vez tienen mas adeptos son: El crimen organizado, Las mafias, Las maras, etc. Engendros que matan sin misericordia alguna, violan, trafican con niños, órganos humanos. Bueno, estos no necesitan de tanta presentación, pues bien sabemos quienes son. Y, quienes son los que no están mencionados.
Algunos dicen que el fin esta cerca. Yo digo: ¡Que es AHORA!.

...Era de noche, cuando fueron liberados todos los engendros, quitándose sus caretas, pues ya están cansados de su hipocresía y se dejaron ver tal cual eran: Con sus cuernos, pesuñas, colas y su color tan desagradable. Siguieron con su matanza, como retando al mismo cielo, dejando claro que estaban cansados de seguir ocultándose y que nuevamente optarían por tomar el control Divino; acabando con todo aquello que le daba poder (según ellos) al mismo Dios... La humanidad, los cristianos, las personas comunes y corrientes que siempre se negaron a tomar por la fuerza algo que no merecieran.
Se alertaron los ejércitos del mundo, para emprender la única batalla que tenia razón de ser, que la justificaba la lógica, ésta batalla no era entre hermanos. 
A pesar de tener ese gran armamento, esa escuela que las guerras sin sentido les habia dado a lo largo de la propia historia y que la misma se profetizaba que seria con fuerzas extraterrestres, quienes nos vendrían a invadir. No era así; la ultima batalla que se libraría sobre el planeta tierra, era contra el mismo Satanás. Y como era de esperarse, éste nos ganaba la batalla, pues utilizaba todas las artimañas satánicas para exterminar a la raza humana y siendo ellos, originarios de los mismos cielos, eran prácticamente inmortales ante nosotros, el pueblo. Cuando la suerte estaba echada y los gobiernos de naciones todopoderosas estaban rindiéndose, otros simplemente se suicidaban ante el horror que éstos seres malignos estaban ocasionándole a nuestra gente. Parecía que, el mismo Dios ya no escuchaba a las oraciones de sus mas fieles y aunque ahora, uniéndose a ellos los incrédulos (ateos) en oración, nada les detenía en su avanzada; muchas personas doblaban sus rodillas y alababan al mismo diablo, éste estaba por cantar victoria pero; Dios no se habia olvidado de nosotros (como decían las abuelitas: Dios tarda pero no olvida) 
Ignorantes, tanto pueblo como satánicos, de que Dios, hacia mucho tiempo se habia adelantado a esta injusta batalla, pues desde tiempos remotos habia enviado a una legión de sus mejores ángeles a protegernos. Ángeles, que siempre han estado con nosotros y a los que siempre hemos ignorado. ¡Si! ellos están entre nosotros; en formas inimaginables tanto para el humano como para el satánico. 
Fue entonces que recibieron la orden Divina y de nuestras calles aparecieron, en una cantidad que nadie pudo contabilizar. 
_¡Eran perros callejeros! Ésos que vemos durmiendo bajo la lluvia, buscando comida en basureros, enteleridos, huesudos, garrapateados y pulguientos, algunos con sarna y con pedazos de pelos, pues el resto lo han perdido. Ellos, estaban allí como un ejercito, enfrentándose ante los demonios que nos estaban dominando y que nos obligaban a convertirnos en sus esclavos, la visión no alcanzaba a ver a la última cola erecta; listos para atacar a esos enviados por el mismo Satán. Enseñando sus afilados colmillos, con la piel erizada, sus fauces dejando caer líquidos en señal de bravura, sus ojos encendidos, como si la luz incidiera en ellos; ya no eran los dóciles mejores amigos del hombre, pues hasta la misma humanidad les tubo miedo, pensando que eran emisarios del mismo infierno. Uno sobre otro, así estaban por lo abundante de ellos. 
_Creo, que acabo de ver a mi noble cachorro entre ellos_ 
La tierra abrió su peor boca, dejando escapar de sus entrañas ese calor y olor sulfatado, de ella emanaban burbujeantes bolas de fuego. Y cuando el cielo de ennegreció, dejando al mismo mundo en tinieblas totales; se escucho una carcajada, que estremeció hasta el mas valiente de los valientes, incluyendo a los mismos demonios de las superficies, esos que no conocían las entrañas en donde vivía su amo. Pero, ellos, los perros seguían impávidos. Entonces apareció semejante cosa indescriptible; pero lo que si puedo decirles es que jamas habia visto cosa mas horrible; ni en mis peores pesadillas. Todos se inclinaron y sus cabezas bajaron unos por respeto, otros seguramente por temor. Apareció aquel que un día estuvo a la diestra del mismo Dios, aquel de inimaginable belleza, ese que fue expulsado y convertido en lo que ahora ven. Luego de reírse de aquella legión de perros, quienes no se inmutaron, ni se inclinaron, ni un solo gemido de horror se dejo escuchar salir de sus hocicos y éso enfureció mas al demonio mismo que de inmediato les ordeno que se echaran y se rindieran ante su poder, pues él era ahora el amo y señor sobre la tierra. Y es que, la tierra aun seguía sumida en una oscuridad jamas vivida por ser humano alguno, si colocabas tu mano frente a tus ojos, no veías nada; aun topándola contra tu cara, si la podías sentir, pero no ver; a parte de que, el calor era sofocante. Suponiéndose que debería de haber mucho frió. Satán, seguía dándole órdenes a esos infelices perros; pero nada, ellos seguían como si esperaran una señal o una orden para lanzarse y atacar al que tenían enfrente. 
De pronto se dejo escuchar, pues nada se podía ver, un aullido que dejo pasmado al mismo demonio y de los mismos cielos empezó a caer una especie de ceniza pesada y extremadamente oscura y de los lugares de donde caían, entraban hasta la misma manada, una luz tan brillante y hermosa. 
_Como cuando tienes una pesadilla y te despiertas y ya no concilias el sueño, pero la claridad del amanecer te da consuelo de que un nuevo día a llegado a rescatarte. Eso, sintió la humanidad que se encontraba postrada frente a los demonios, y cuando la luz fue aun mas fuerte y se concentro sobre la legión de nobles caninos, éstos se fueron transformando en lo que realmente son y han sido todo este tiempo; nuestros protectores, nuestros ángeles. De su lomo se desplegaban unas enormes alas blancas como la misma lejía, conforme se abatían, de los cuerpos peludos, huesudos, pulguientos y garrapateados salían hermosas criaturas. ¡Si! eran ellos. Eran los mismos ángeles del cielo y ya instalados sobre sus pies, se desato la verdadera batalla entre ángeles y demonios. Cada que caía un demonio, se abría la tierra y era tragado por ella, quedando una cicatriz humeante y cuando caía un ángel de inmediato ascendía hasta el mismo cielo, regresaba a su hogar, con la dicha de haber cumplido con lo ordenado por El Celestial. Cuando  caía un demonio, Satán se debilitaba. Hasta que todos fueron ingeridos hasta la misma entraña terrestre. 
Luego de aquella batalla, entre la luz y la oscuridad, la humanidad fue sacrificada, los malignos fueron tragados, mientras que los limpios fueron llevados al cielo. Quedando sobre la faz de la tierra, exclusivamente solo ángeles, éstos hacian trabajos de limpieza y sanaban a la misma tierra, pues ésta necesitaría por lo menos mil años, para recuperarse del daño que el mismo hombre le habia echo, como lo provocado por singular batalla entre el bien y el mal. 

En estos mil años, la tierra no estaría habitada. Para luego empezar, con el mismo: Edén Bíblico.
Y es que, el Génesis no es el inicio, como lo dice la Sana Biblia... 
...Sino que, es el principio, después del fin...

"¿Será pura ficción? O, ¿habrá algo de sustentación en esta historia?... 
Eso, solo tu lo puedes concluir.























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