miércoles, 16 de julio de 2014

Mujeres maltratadas. 7: La Adopción

-¡Pero mire! ¡que criatura tan hermosa!. Le dijo doña Milita, su entrañable amiga de toda la vida Doña Paca.
-Si, ¡es hermosa! _No le parece, Milita.
-Y, ¿quién es? Pregunto, extrañada y dejando entrever que Doña Paca ya no podía ser su madre.
-¡Hay Milita! Es mi nietecita. Hija de Zoilita. ¡Mi única hija!.
-¡Zoilita! ¿Ya apareció?.
-Si, apareció y volvió a desaparecer Milita. _Estoy triste por ella; pero feliz por mi beba. Le respondía triste, pero a la vez satisfecha al ver a su nueva oportunidad entre sus brazos.
-Y, ¿Qué fue lo que paso Paca? _La verdad, nunca supe como estuvo ese royo de su hija.
-Es una historia muy triste pero, como usted es casi de la familia, se la contare. 
Y Luego de que se le cortara su vos. Empezó con la historia de su única hija, Zoila.
-Se recuerda Milita, que cuando mi marido falleció, la nena (refiriéndose a Zoila) tenía solo 10 añitos. 
-Y yo, sola, asustada, no sabia que hacer y conocí a Fido. Doña Paca se limpio sus ojos, que no le permitían ver bien por lo mojado de sus lagrimas. Luego continuo.
-El Fido, cuando mi hija se volvió una jovencita, muy guapa por cierto. Se cayó de nuevo, con un gran nudo en su garganta. Entonces, Doña Milita la consoló y agregó.
-Esa parte ya me la imagino, así que omítala mi amiga.  
-Bueno, pues mi niña se la llevo mi hermana; ya sabe, la que esta mejor que todas y ahí al principio encontró un hogar mi muchachita, pero luego como es tan bonita la condenada, le paso lo mismo con sus primos y el esposo de mi hermana. _Zoilita no aguanto mas y se fugo de la casa y no supimos por mucho tiempo de ella. 
-Hasta que un vecino, nos dijo que la habia visto en lugar; en una zona roja de las que quedan a las afueras de la ciudad. 
-Y efectivamente, allí la encontramos. Abandonada, sucia, mal vestida, ultrajada y completamente drogada. _La sacamos de ese lugar, pero cuando nos descuidábamos, regresaba a ese chiquero pues, ademas de la adicción se habia enamorado de otro drogadicto con el que convivía y éste la embarazó. Doña Paca no aguanto mas y soltó el llanto; ese tan triste y sin comparación, que solo puede salir del corazón de una madre desesperada. La muchacha les llevo agua y cuando ella se sintió un poco mas tranquila, prosiguió con su triste historia.
-Pasó el tiempo y le llego la fecha de parir; ya con los dolores los bomberos se la llevaron a una de esas clínicas en dónde ayudan a chicas como el caso de mi hija. 
-En es lugar, dio a luz a este angelito. _Para cuando mi hija se sintió bien y le dieron de alta; pidió a su hija, pero le dijeron que ella habia firmado un contrato, en donde renunciaba a su criatura y que ellos la darían en adopción. 
-Mi hija, desesperada por su hija, regreso a casa y nos contó lo que acontecía. 
-Fue cuando nos organizamos y fuimos a rescatar a mi bebita. Doña Paca beso la frente de la pequeña Zoilita, quien estaba arropada por una sabana y sus brazos.
-Pero, poco después de que recuperamos a las dos y que la familia pensó que nuestra pesadilla habia terminado. _Mi hija, quien todavía ama a ese bueno para nada, se fugo nuevamente con él y me dejó a su pequeña conmigo. 
-Esa, es la historia amiga mía. Ya de sus ojos corrían unas pocas lagrimas, de tanto que la ha llorado. Luego de un suspiro de Doña Paca, quebró ese silencio que se habia dado al termino de la historia. Para continuar con esto.
-Mi hija, Milita sigue en ese lugar; drogándose y quiza dejándose abuzar, a cambio de drogas para ella y el zángano del que se enamoro. Doña Milita la abrazo y se encontraron dos madres llorando. Desconsoladamente, una por su hija y la otra por solidaridad y por amistad.



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