martes, 12 de agosto de 2014

MI AMIGA: !LA PUTITA!!

Como ya saben, todas las tardes hacia acto de presencia en la esquina de mi calle, para ver pasar a Linda (ver linda), a Bella (ver Bella), o a Vinda (ver Vinda). A cualquiera de estas tres hermosas mujeres, las cuales me quitaban el sueño. Dependiendo a la hora que salia a la esquina; unos pocos minutos antes de la hora en que ellas pasaban por ahí (cada una en una historia diferente, o sea, en tiempos diferentes). Me encontraba con una chica misteriosa, a la cual, todos los días, sin excepción, salia de su casa a la misma hora, justo para encontrar el autobús que la llevaría a su trabajo; cuando coincidíamos en el tiempo, ella se hacia notar, pues desde que ella aparecía por la calle, se hacian a las esquinas una cantidad de jóvenes y señores; vecinos, para ver pasar a tremendo monumento de mujer. Ella, caminaba calle arriba, con un caminar que solo ves en una pasarela con modelos, con gallardía, su porte de mujer impresionaba tanto, su caminar tan seguro, su vista siempre al frente, la cabeza en alto, con sus anteojos para el sol, pues a esa hora le daba todo el sol del atardecer en el rostro; a su paso dejaba una ola de chiflidos y piropos; unos hermosos y otros fuera de tono, algunos se mandaban pues rayaban a lo vulgar. Pero, ella ni se inmutaba al escucharlos y verlos parados en sus esquinas, como aves de rapiña que esperan a que des el último suspiro para atacar y devorar. 
Mis ojos trabados en ella; recuerdo que la veía de pies a cabeza, cuando venia subiendo, cuando pasaba frente a mi y luego, cuando me daba la espalda, en todo ese tiempo, el cual serían unos cinco minutos, mis ojos la escaneaban y para ser sincero hasta la desnudaban, de ésto puede dar testimonio la parte de mi cuerpo que esta abajo de mi cintura, pues luego sentía los movimientos respectivos; indicándome: This alive. 
Ella seguía su caminar sin voltear a ver a nadie, era algo hermoso e inalcanzable para algún mortal del vecindario.
Una tarde que volví a converger con su ascenso por la calle, justo cuando llegue a mi esquina a paso apresurado, pues ya se dejaban escuchar los chiflidos y los piropos a gritos, me dije, _¡Ahí viene! Así que apresure el paso y cuando llegue a mi esquina, ella estaba por pasar a mi lado. Su cabellera bailaba en sintonía y armonía con el viento; si era una minifalda, ella con mucha coquetería le evitaba que le diera algún susto, pasar un mal momento frente a todos eso vulgares, y cuando traía un pantalón, fuere de la tela que fuera, parecía como si lo traía pintado sobre su piel y sus curvas, eran perfectas curvas femeninas, hechas con algún molde, el cual es utilizado solo por algunas privilegiadas. 
Bueno, cuando paso frente a mi, ella volteó y saludo muy amablemente acompañando a su saludo con una hermosa sonrisa (que dentadura tan perfecta). Yo, casi me desmayo pues mis piernas se aguadaron tanto, que casi caigo mientras trataba de asimilar ese saludo. _¡Que hago!... _¡Que digo!.. Pero, ese saludo no era para mi; era para mi señora madre, que en ese preciso momento estaba llegando a la esquina y se colocaba atrás de mi.
_¡Linda chica!.. ¿No crees hijo? Me hablo, mi madre, yo de inmediato metí mis manos en mis bolsillos.
_¿Qué tienes ahí? Me dijo, con una sonrisa picara, y es que a mi madre no se le pasaba una.
_¡Eh... nada!.. ¿Que voy a tener? Mi madre no espero la respuesta y siguió su camino para abajo de la calle a hacer, lo que sabia hacer muy bien. Mi madre era médico y le gustaba su trabajo, seguramente era una visita domicilio, pues llevaba su maletín de médico. _¡Ah! Que bella mi madre, siempre preocupada por la saludo del vecindario.
Cuando eres adolescente, las hormonas no te dejan en paz y esta vez, llevabamos varios meses ahorrando para visitar una casa de servicios sexuales; pero de la alta esfera. Nos encontramos justo en el árbol de Don Mario (ver El Árbol de Don Mario) Para saber como iban nuestros ahorros, lastimosamente, solo Fredi no habia llegado a la cantidad estipulada para visitar estas casas. El resto estábamos dentro de lo requerido.
_Ni modo, te toco ir de mirón. Le dijimos.
_O, te quedas y será hasta la próxima. Dijo Dario.
_Si, es que hay una próxima, pues vaya si me costo reunir el dinero. Acoto Tito.
Bueno, el día esperado llego, ahora nos tocaba ver como evadir a nuestros padres para poder regresar tarde en la noche. 
No fue problema y nos dirigimos a nuestra soñada aventura, visitar una casa de citas para ricos. Cuando nos encontrábamos frente a la mansión, en una zona muy selecta de mi ciudad, el problema que se nos presentaba de inmediato, era como ingresar a pesar de que íbamos vestidos muy formales y teníamos una buena estatura, y el dinero suficiente para sobornar al señor que se encontraba en la entrada. Luego de sortear esos detalles (los cuales les contare en detalle en otra historia).
Entramos, aquella casa solo la habíamos visto en el cine, en películas exclusivas para adultos, se notaba, que la gente que ahí se encontraba era gente pudiente; la mayoría eran señores mayores y una minoría, eramos jóvenes y adolescentes atrevidos (éstos últimos eramos nosotros), pero con dinero en nuestras bolsas. 
Julio, pidió algo para tomar, pero vaya si el licor y las cervezas eran carísimas en ese lugar, pero como dije antes ya todo eso lo teníamos bajo control, nuestros ojos bailaban al compás de la lujuria, viendo a cada señorita hermosa que jamas en nuestras cortas vidas, pensamos que podríamos llegar a ver y tocar, en ese deleite nos encontrábamos, cuando Mario dijo con vos alarmada, como si nuestros padres hubieran aparecido en medio del enorme salón.
_¿Qué?... ¡Habla!... ¿Qué putas te pasa?.. Éste volteó su rostro hacia la pared que nos quedaba en la espalda y con vos susurrante nos dijo.
_¡Miren quien viene bajando las escaleras! Volteamos sin disimulo y de golpe, lo que provoco que la persona, quien bajaba las gradas tambien nos viera y éso la obligo a caminar hasta donde nos encontrábamos. 
Se trataba de la hermosísima chica a la que a diario le chiflaban y chuleaban con todo tipo de piropos, era mi vecina.... la putita (¡No!.. ¡Era una señora Puta! y es que al César lo que le pertenece. La verdad).
_¿Que diablos hacen aquí? Nos dijo muy enojada y es que, era lógico, cuando ella se imaginaría encontrar a alguien del barrio en ese exclusivo lugar. Y se vino a encontrar nada menos que, con varios culicagados y éso si era peligroso para ella. Y, es que imagínense lo que teníamos en nuestras manos, nada menos que la reputación de ella en el barrio y unos babosos como nosotros con tal de hacerse famoso en el barrio, podrían soltar la lengua y fregarle la vida a la modelo.
Luego de hablar durante varios largos minutos y de estar babeando frente a tan hermoso ejemplar femenino, y de contarnos sus motivos para llevar esa vida; yo, que era el mas formal de todos, a pesar de mi corta edad. Le dije.
No te preocupes Irasema!... ¡Seremos una tumba!... _¿Verdad mucha?... Y, todos nos comprometimos a no echar de cabeza a nuestra flamante amiga. 
Ella en agradecimiento nos pregunto si alguien quería ocuparse con ella, que con gusto nos haría un descuento, en agradecimiento a nuestro pacto de silencio y solidaridad con ella. Pero nadie, ninguno de nosotros se animo a acostarse con ella, a pesar de la irresistible oferta, pero luego de conocer los motivos por los que ella trabajaba en secreto en esa profesión, se gano nuestro respeto y nosotros su amistad. Mas tarde, ella nos presento con unas compañeras que nos hicieron la delicia de esa noche.
Los días subsiguientes, mas bien las tardes siguientes a esa noche, aquel tempano de hielo que desfilaba por las tardes frente a mi, sin voltearme a ver, cuando convergíamos siempre me saludo con un beso en la mejía y luego seguía a su lugar de trabajo, fuí la envidia de muchos pero, nuestro secreto siempre estuvo seguro hasta el día de hoy que lo comparto con ustedes, pues se que de todas formas el secreto sigue seguro.
El tiempo paso y no volvimos a saber nada de nuestra amiga la putita, hasta el día de hoy. 
Ojala halla logrado superar sus metas, esas que la llevaron a ese castillo de cristal y hoy día sea una, gran SEÑORA.

...Para ti amiga... Bendiciones!!   


SergioRaga 12.08.14


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