jueves, 7 de agosto de 2014

Mis Amigos

Por aquellas fechas, mis amigos se encontraban un poco tristes, debido a un problema de salud, que hacia un buen tiempo ya habia logrado superar, pero que lamentablemente habia recaído. Yo, me encontraba con un nuevo tratamiento, el cual me mantenía algo somnoliento y deprimido; mis amigos al verme en esa situación, dispusieron sacarme de esa depresión y, aprovechando que los padres de Mirna se habían ido el fin de semana a su finca; organizaron una fiesta en casa de Mirna. Así que, Mirna llamo a sus amigas y yo a los míos y como lo habíamos hecho en oportunidades anteriores, se armo la reunión. 
A las nueve de la noche, estábamos llegando a la casa de Mirna, en ella se encontraban las amigas de Mirna y una prima, Mirna nos presento con ella y la fiesta dió inicio. Mis amigos aprovechaban y abusaban de la hospitalidad de la anfitriona, sacando el mejor whisky del abogado y padre de Mirna. Ya entrada la noche yo me encontraba sobrio, en lo que a bebidas alcohólicas se refiere, pero debido a mis medicamentos, me encontraba con mucho sueño; por lo que le pedí a Mirna que me permitiera un rato su recamara, pues ya no aguantaba el sueño. Deje a todos muy contentos, en la enorme sala de la casa de Mirna; bailando y bebiendo. Mi amiga, quien me apreciaba mucho, me dejo en su habitación, luego de observar la habitación de mi amiga, me hundí entre todos los peluches que en la suave cama de Mirna habitaban, poco a poco me fui quedando dormido, escuchando la algarabía que habia dejado en la sala: las risas, los chistes, la musica con el volumen alto; en fin, todo lo que se encuentra en una fiesta de buenos amigos. 
No se cuanto tiempo habia pasado, cuando alguien me despertó, se trataba de Corina, la prima de Mirna, quien en ese momento se encontraba tumbada sobre mí, besándome y acariciándome, a lo triple XXX, 
-¿Qué haces? Le pregunte, aun somnoliento, pero ella callaba mi boca, besándome y ahogándome con su lengua, mientras sus manos profanaban a mis lugares mas privados.
-¡No te gusta! Me dijo, con una vos muy sensual, yo que estaba muy joven y que me encontraba dopado, hace ratos que habia respondido a sus caricias, pues a esa edad no hay calmante que te detenga. Sin responder a su pregunta, la abrace y la coloque abajo de mi humanidad cachonda, entonces empece a responder a sus caricias y ella se termino de excitar. Sus pantaletas, eran parte de los peluches y yo me encontraba con mis pantalones hasta mis tobillos, esto lo habia logrado, con la ayuda de ella por supuesto, cuando sus senos quedaron al aire y me prestaba a saborear sus sabores femeninos, la puerta se abrió y la luz se encendió. A lo que a nosotros no nos inmuto y seguimos en lo que estábamos. Recuerdo que lo único que escuche, fue la vos de Mirna, diciendo.
¡Ups!...¡Lo siento!... Apago la luz y cerro la puerta con llave. 







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