Al bar entro una mujer, las miradas de todos los ojos que en ese bar se encontraban convergieron en su voluptuosa figura, su caminar era similar al movimiento de un barco en alta mar, justo cuando la tormenta esta menguando. Sin inmutarse, sabedora de lo que poseía siguió su caminar sin detenerse y mucho menos en molestarse a mirar a sus costados; llego a la mesa, el mesero se apresuro a retirarle la silla para que ella depositara sobre ella el invaluable tesoro que la madre naturaleza le había obsequiado, esta vez, la naturaleza no había escatimado nada; a la mujer no le hacia falta ni le sobraba nada. Luego de sentarse se quito los lentes oscuros de sus ojos y los coloco sobre la mesa, al mesero casi le da un infarto al verle lo hermoso de sus ojos, enmarcados en una pestañas, las cuales si les colocabas un mondadientes no se caería nunca. Ellos abanicaban coquetamente a sus pupilas de color negro, con un iris de un color azul turquesa, que si te fijabas bien podrías ver a los corales en el fondo del océano.
Se coloco un cigarrillo entre sus labios y el mesero coloco a su charola frente a su ingle, pues estar frente a esa hermosa mujer era inevitable poder contener a la naturaleza machista; ella abanico sus pestañas y con una sensual sonrisa con el cigarrillo entre sus labios le sugirió al mesero que le encendiera el cigarrillo; éste, quien sabia que si hablaba su vos lo traicionaría, sujeto a la charola con una de sus manos, dejándola en el lugar antes mencionado y con la otra le señalo un letrero, el cual indicaba que estaba prohibido fumar en ese bar. Resignada, tomo maliciosamente al cigarrillo, no sin antes juguetera con él en su boca; entonces el mesero no aguanto y se retiro directo al baño de los empleados. Ella puso a su desilusionado cigarrillo sobre la mesa, pues lo habia mojado todo, para desarmar al joven mesero. Luego saco de su bolsa de manos, un pequeño espejo para retocarse el maquillaje, que se encontraba respirando de los poros de ella, toda la sensualidad y que ni el sudor, ni el viento, eran capaces de que estos químicos se movieran de tan hermosa piel; mas bien, uso a su espejo para echar un vistazo a su alrededor. Tanto a mujeres como hombres, les era casi imposible dejar de verla; luego acomodo a sus despampanantes amigas, las que le daban un toque de sensualidad a su vestido, ellas se encontraban indiferentes ante el publico que las observaba, deseosos de que la ropa se le derritiera y ambas quedaran expuestas.
Seguidamente, luego de verificar a todo su arsenal anatómico, movió su brazo para chequear la hora en el reloj que llevaba, éste, era el que se encargaba de monitorear a su corazón, por lo que su tic tac estaba en armonía con su corazón, las agujitas se veían como si estuvieran bailando un sensual tango, con su rítmico corazón.
Entonces, entro en el bar un tipo, _para no perder el tiempo describiéndolo diré que era la contra parte masculina de esa perfecta hembra_ Todos, sin excepción, siguieron con la vista al tipo, quien tambien parece que tenía algún trato con la madre naturaleza, pues no le faltaba ni le sobraba nada; su caminar hacia la mesa de su hermosa hembra, era también una sinfonía al movimiento, mientras sus piernas lo movían de la puerta hasta la mesa, sus glúteos, encendían hasta la mas recatada de las mujeres y no digamos cuando por la parte frontal, sus entallados jeans no dejaban nada a la imaginación femenina _tal cual un macho triple xxx_ Al fondo del bar, se escucho un gemido de pura excitación, que a alguien se le escapo, mientras éste caminaba con el rumbo trazado, algunos de los curiosos mas cercanos a la mesa de la persona que no se pudo contenerse al ver al tipo con su sensual andar, al darse aludido se levanto de inmediato de su mesa y con la cara incendiada se dirigió con un caminar sugestivo y nervioso, al baño de hombres.
Cuando el tipo se acercaba a la mesa de la hermosa mujer, ella que lo veía caminar hasta ella, quien lo esperaba con ansiedad. Tanta era su ansiedad, que al verlo llegar su imaginación se despertó y la puso en evidencia, pues sus pupilas negras se abrieron tanto, como si la vida estuviera abandonándola y la luz del médico le estuviera incidiendo en ellos; el abanicar de sus enormes pestañas se aquietó, para no perder ningún detalle. Ella lo escaneaba de pies a cabeza, haciendo algunas paradas en ciertas partes de su musculoso cuerpo, ella se repitió mentalmente: _¡Que bueno está! Recién terminada la frase, sus senos no pudieron soportar la presión y se tornaron duros como un par de manzanas, solo que de un tamaño mayor, su corazón dejo el tango y se coloco en modo de salsa, su reloj que la conocía bien le siguió el ritmo, la sangre se le agolpo y al encontrar las paredes de sus senos, solo lograron hacer que los pezones se hincharan, al grado de hacer presencia en el ajustado vestido, uno de los botones no soporto la presión que ellos ejercían, que pronto cedió y el tipo mas cercano a su mesa, casi se cae de ella al ver como emergieron sus senos con un sugestivo movimiento lleno de vida, deseo y pasión. Ella, ya no pudo aguantar mas y a su piernas necesito apretar, pues justo en medio de ellas sintió a los movimientos, efecto provocados por la excitación que le estaba llegando a su bajo vientre. Cuando el tipo estaba casi a punto de llegar, tambien algo de ella pensó _¡Te haré gritar de placer!
Por fin, el encuentro entre los dos titanes de la naturaleza se dio. Él, se inclino hasta sus labios y le planto un beso, con sus labios entre abiertos: un beso húmedo y succionador; la succión solo fue una muestra de lo que le esperaba a la joven mas tarde, el ambiente se aromatizo con la colonia del tipo y el perfume de la chica, ambos sacaron llamas de aromas al mezclase con las feromonas de cada quien, pues éstas ya estaban a flor de piel. Él, se sentó frente a ella y sus ojos no pudieron evitar ver el espectáculo, que el de la mesa vecina, recién acababa de dejar de ver, pues la espalda del tipo le tapaba la visual que hace un segundo lo tenia como: rata frente a la serpiente devoradora. Volviendo a la vida y dirigiéndose al baño, lugar en donde aun estaba el nervioso el tipo del gemido de hace unos minutos. La chica, que a estas alturas sentía como su cuerpo la estaba traicionando; sintió como por sus glúteos corrían sus jugosos líquidos vaginales y a pesar de la fuerza que ella ejercía sobre ella, ésta se abría, cediéndole su lugar al tesoro que ella guardaba celosamente entre sus piernas, en el bajo vientre, mas bien un poco mas adentro. Ahora su estomago, experimentaba unos golpecitos, provocándole unos pequeños vacíos, que le indicaban a su corazón que debía de latir un poco mas, pues de lo contrario moriría a causa de un infarto, pues la adrenalina había invadido a sus venas.
Él, la tomo de sus manos y en ese momento ella tuvo que abrir un poco a sus labios, para evitar que sus cuerdas vocales hicieran audible a lo único que ella había escuchado _y que ahora podemos claramente imaginar_ Al entre abrir sus labios, entre sus blancos y perfectos dientes escapo un aliento, el cual no pudieron evitar que de ahí saliera un aire que llevaba toda la pasión invisible, que ella estaba manifestando; el aire salio tan caliente, que si en ese momento hubiera pasado un mosquito éste habría muerto calcinado, debido a los vapores calientes que ella emanaba por su boca. Sus pechos, se movían: up down, aunque ella trataba de controlarlos y sus pezones, ahora estaban mas hinchados que hace un instante. Su piel flexible, estaba llegando a los limites de su flexibilidad, pues si ella no le permitía a su cuerpo dejar salir un poco la presión, se podría desgarrar; fue entonces cuando sintió a una electricidad que le bajaba desde su abdomen hasta su entre pierna y sus torneadas piernas, que apretaban a su vagina, a su fuego interno, no soportaron mas; entonces, esa fuerza se fue por ellas _las piernas_ hasta llegar a sus pies y fueron sus dedos los que tuvieron que reaccionar, pero éstos, no pudieron evitar querer agarrarse de algo, que se vieron obligados a arquear hacia adentro, los diez dedos estaban moviéndose hacia adentro, tratando de encontrar algo que agarrar. Luego de que la electricidad, recorriera desde su ombligo, por sus músculos abdominales internamente, ella sintió como un rayo eléctrico, concentrado e indescriptible, llegaba desde adentro hacia afuera, pasando por su vagina hasta llegar a su clítoris, acompañando a la electricidad y las deliciosas contracciones, mas jugos le bañaban esa región. Cuando ella, ya no podía mas, el tipo la invita a retirarse del lugar a otro mas privado a disfrutar del resto de la noche. Ella sintió un alivio, tomo a sus cosas, se puso de pie, ya relajada, pues el orgasmo de hace un minuto le había permitido volver por un momento a la cordura, ambos salieron del bar tomados de la mano y, todos los siguieron con la mirada hasta que abandonaron el lugar.
Cuando ésto sucedió, las parejas se voltearon quedando frente a frente y con un beso ansioso y ambiento se devoraron; sus salivas compartieron, no sin antes permitirle a sus lenguas realizar una profanación bucal, pero esta acción colectiva y apasionada fue interrumpida con unos gemidos, como los que se emiten cuando alguien esta teniendo un encuentro sexual y, éstos casi gritos, excitantes.... Provenían del baño de hombres....
SergioRaga 17.08.14
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