miércoles, 24 de septiembre de 2014

Corazón de Amantes

Dos jóvenes amantes que con el paso del tiempo y de sus cuitas de amor, al fin se dieron cuenta de que lo que hacian no era lo correcto, pues ambos tenían compromiso matrimonial y una bella familia y sus parejas, eran perfectas. Lamentablemente habían llegado tarde a su reencuentro en la vida, pues hace ya tiempo, ellos, mas jóvenes, fueron novios un tiempo y ahora escribían tardíamente una pagina más en la historia de sus vidas. Pero estaban llegando a la frontera en dónde tienes que tomar una decisión, quiza la más importante en la vida de los amantes. 
Esa tarde noche, ambos sintieron la necesidad de ver uno al otro y con excusas burdas salieron de sus hogares y se dirigieron a ese lugar; lugar que siempre esta para los corazones rebeldes y aventureros. 
Casi llegaron juntos, con una diferencia de un par de segundos, ahí se encontraban sin previa cita uno frente al otro, con un miedo en su ojos, se quedaron por unos momentos solo viéndose el uno al otro, ambos con un miedo a perderse definitivamente el uno al otro.
Luego de ese lapso de tiempo se abalanzaron el uno contra el otro y se empezaron a besar con tanta pasión, otras veces con mucha ternura, otras solo rosaban a sus labios, en fin practicaron miles de maneras de besarse, como fiel preludio a lo que pronto les sucedería...

"Bésame... bésame mucho, como nuestra primera vez.
Abrázame y fúndete conmigo, que la luz de la luna nos selle y quedemos así para siempre.
Quiero llevarme impregnado en todo mi cuerpo tu aroma, para sentirte junto a mi.
Déjame verte, quiero grabarte en mi mente y así soñarte todas las noches de mi vida.
Bésame en la boca, en mis hombros, mi cuello, murmúrame en mis oídos, hasta ruborizarme.
Tengo miedo de no verte otra vez más, por ello ama a mi cuerpo con toda la pasión que tu corazón te permita.
Quiero perderme en cada pliegue de tu blanca y dulce piel.
Quiero que me beses mucho, que tus labios recorran mi piel por ultima vez"

Los amantes se amaron tanto y con tanta fuerza pues ambos sabían bien, aun sin decirlo que esa era su ultima vez, ambos estaban consientes de que el destino cruel, ese que juega con nosotros como si se tratara de sus marionetas, les habia jugado una mala pasada y como un día los unió, ahora loes estaba separando.
Por varios minutos quedaron unidos en un profundo abrazo, solo viéndose el uno al otro, de sus ojos brotaban lagrimas, que aunque eran transparentes, para ellos eran de color rojo, pues eran lagrimas de dolor, ese que todos hemos sentido alguna vez al perder a alguien y vaya si es un dolor que llora sangre.

"Bueno mi amor llego la hora, nuestras vidas nos reclaman y ambos sabemos que esta es la ultima vez, debemos irnos con quienes nos esperan a vivir la vida que nos toco vivir, pues no es justo que por salvar éste bello amor otros sufran, así no quiero a éste amor, sería egoísmo y en el verdadero amor no cabe esta palabra. Y, acaso no es sacrificio el verdadero amor." 

Se decían el uno al otro, uno empezaba la oración mientras que el otro el otro la terminaba. Entonces, el mismo destino, quien jugaba con ellos ahora como siempre lo habia hecho se conmovió de ellos y se sintió muy mal, al darse cuenta de que él habia matado un amor verdadero, ese que ya casi no se da hoy día, sin interés, sin envidias, con sacrificios, con comprensión; en fin, todos los adjetivos que puedan existir para describir a un par de enamorados. El destino se avergonzó y al verlos ponerse de pie y quedarse pegados el uno al otro por los últimos segundos, simplemente de las yemas de sus dedos ya resignados a su destino, se vieron por ultima vez, ambos perfilados en su camino, los cuales eran contrarios. 
El destino hizo su última jugarreta y les dio el ultimo impulso y ambos se fundieron nuevamente en ese ultimo beso, mientras se besaban un corazón le pedía al otro: bésame, bésame mucho que quiero llevarme esta noche algo tuyo conmigo. Así, como fueron unidos y se fundieron el uno contra el otro, creando con sus cuerpos una simbiosis perfecta, de la misma manera fueron separados y ahora si; cada quien, sin voltear tomo su camino hacia su hogar.
Mientras ellos caminaban, solo las siluetas se lograban visualizar entre la bruma de la noche y entonces el milagro paso. Los nubarrones se despejaron y la luna los baño en plata y en ese instante hasta la tierra se estremeció. Ellos se detuvieron de golpe y con sus manos apretaron a su pecho y la vista bajaron a ése lugar, justo donde esta el corazón, ella al igual que él sintieron algo maravilloso y reconfortante adentro de su ser, vieron al cielo y las gracias dieron, el destino sonrió satisfecho y ellos siguieron su camino, felices, con una sonrisa tatuada en sus rostros. 
¿Cuál fue el milagro? ¿Cuál fue el resarcimiento que el destino les obsequio?...
Esto fue:
"Ella llevaba en su pecho al corazón de él y Él llevaba adentro de su ser, en su pecho el corazón de ella" 
Ambos sabían que uno le pertenecía al otro y así vivieron, sin volver a verse nunca mas, pero felices porque adentro del pecho de cada quien vivía el corazón del otro y eso fue hasta el día de su muerte.







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