viernes, 5 de septiembre de 2014

¡¡¡FUISTE TU!!

¿Quién es el culpable en una relación cuando ésta llega a su final? 
Es muy fácil, decir: Fuiste tú. 
Como lo plasma en su  canción el señor Arjona. 
Cuando no hay terceros dañados, pues si es doloroso. Pero que se le va hacer, si uno de los dos ya no quiere nada contigo hasta un favor te haría en ser honesto y alejarse de ti... Él o Ella, no era tu alma gemela. 
Triste es cuando uno de los dos se da cuenta de que ya no te "ama". Pero de ésta sabia decisión; que culpa tiene el que esta en medio de su desavenencia y de gritarse sin reservas, ni tacto y con saña: El culpable, fuiste tu. 
Con el orgullo bien en alto... ¡Fuiste tu el que todo lo arruino y ahora me lo restriegas en la cara...! Mientras que el otro te dice: ¡Fuiste tu, por tu culpa encontré a otra en la calle que me da lo que tu ya no me puedes dar!... 
Es tan sencillo que cada quien de la vuelta y siga en esa dirección... Pero, ¡¡ESPEREN!! antes de irse vean para el suelo.. si para el suelo; vean quien llora ahí tirado, observando a sus dos creadores, a sus dos ejemplos en su corta vida, viendo en ustedes reprochándose: A las futuras guerras, las futuras drogas, las futuras vidas destrozadas, las futuras y futuros rompe hogares. Ese que esta ahí, sin entender lo que sus jóvenes ojos ven, a esos dos seres tan amados echándose en la cara sus trapos sucios, diciéndose el uno al otro: ¡Fuiste tu!... 
Sin pensar, egoístamente, que esa criatura que los ha estado observando todo ese tiempo, gritándose el uno al otro, culpando el uno al otro, sin que su odio les permitiera ver mas que a su enemigo. 
Ese enemigo que alguna ve te hizo tocar el cielo, ese que le dió vuelta al planeta y lo sacudió y puso a tus pies las mejores de las flores, las mejores piedras preciosas, los mejores y mas lujosos objetos para conquistarte. ¿Allí tambien... Fuiste tu? 
Mientras que el otro se colgaba de esa sabana negra y de ahí tomo a las mas lindas estrellas y a tus pies te las coloco todo para conquistar a ese corazón quien ahora no tiene amor, tiene odio, tiene orgullo, ese que alguna vez tuvo sangre roja, por la misma pasión que tu le inducías, cuando fueron las primeras semanas juntos. 
La sangre hervía en tus venas y era mas roja que lo rojo. Ahora que te sientes cansad@, y decepcionado por que el otro no es lo que tu quisieras que fuera, entonces simplemente le dices en su cara: Fuiste tu. 
Como diciéndole al otro: Ahora te dejo lo que en el suelo está porque yo me voy.
En ese momento no hay sangre roja en tu corazón, lo que en el hay son: solo coágulos, una sangre descolorida; diluida. 
Lo que un día fue un autopista de dos vías, hoy es un camino de tres carriles o mas y cuando terminas de discutir y te das la vuelta y tomas en esa dirección, esa que el orgullo te ha señalo. Hay otro  ahí postrado en el sucio suelo, a quien has olvidado. Quien, desde ese momento tambien se dará la vuelta y a su camino tomara. Esta vez sin guías, ni luces, esta vez en la mas negra  oscuridad. Y, el camino que éste tercero va a tomar, quedara en medio de lo que para él ahora es uno de los que un día: Fuiste tu; niños con armas en sus manos y odio en sus mentes, no en sus corazones, solo en sus cerebros, simplemente recordando esas palabras que de sus padres escucho hace ya algún tiempo: ¡Fuiste tu!... Lo que él realmente escucho fue que el culpable era él, si ese ¡Fuiste tu! él tomo como dirigido para él.

Antes de que otro llegue a ocupar el lugar de uno de los dos, al que un día fue un amoroso nido, su hogar, ese nuevo experimento para tu hipócrita corazón que no tardará en revelarse y volver a decirte... ¡Fuiste tu! (Porque.. ¿no te has puesto a pensar que tal vez en realidad: Fuiste tu) y la historia se repita, si que volverán a dar la vuelta, sin ver hacia abajo, hacia el piso y cada quien tomara su camino, dejando en ese lugar... Lugar de batallas viejas, a una nueva victima, un nuevo heredero de tus palabras: Fuiste tu. 
......¡Un nuevo miembro de la gran familia callejera!

Por ello, antes de traer a alguien mas entre ustedes, miren bien para abajo y asegúrense de ser solo ustedes dos y piensen bien antes de atacarse con un: ¡FUISTE TU! 



Inspirado en la canción del mismo nombre de R. Arjona

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