lunes, 8 de septiembre de 2014

¡NO TE VAYAS!

_¡No te vayas!
_Ya es la hora... ¡tengo que irme!
_¡No te vayas! Repetía ella. Las palabras, esas de: ¡no te vayas! le salían desde el fondo de su corazón, pero yo ya estaba decidido y nada me iba a detener; ni sus lagrimas, ni sus cálidos abrazos.
_¡Por favor no me dejes!... ¡No te vayas! La vi detenidamente a sus ojos y en ellos vi tanto amor, que por un momento dude y quise quedarme con ella; pero tenía que hacerlo. Quedarme en esos momentos era algo muy dificil para mi. 
Ella se habia colgado de mi nuca y me repetía.
¡Por favor no te vayas! ¡ámame nuevamente! ¡hazlo como tu sabes, poco a poco!
_No insistas. ¡Mira la hora que es! ¡Debo irme! Y bese su boca. 
En ese momento dude y quise quedarme besándola para siempre; su cuerpo caliente contagiaba el mio, casi me enloquecía, pero para mi era imposible quedarme, debía de irme y si no lo hacia pronto, quedaría ahí para siempre pues el amor que ella me tenía era tan grande. La tome de sus manos, las cuales eran un par de candados bien cerrados y a mi cuello atravesaban; ella no entendía que yo debía de irme, no aceptaba que todo habia terminado y que me debía de soltar y dejarme ir, pero por mas que yo insistía, con sus besos ella lograba unos segundos mas conmigo pegada a mi cuerpo. 
Despues de tanta insistencia en que me quedara me volvió a abrazar tan tierna como siempre y mis labios me beso. Esta vez ya no me dijo que me quedara, simplemente nos quedamos callados, viéndonos fijamente el uno al otro. Entonces ella me dijo. 
_¡Escuchaste eso! Yo puse mucha atención y escuche que de abajo, en la sala se escuchaba algo. 
_¡Ya llegue mi amor! grito un hombre que se encontraba en ese momento en la sala.
_¡Mi marido! grito asustada. 
¡Vete! si te encuentra aquí nos mata a los dos. ¡Es tan celoso! ya te lo habia dicho. _¿Qué no lo recuerdas?
_¡Vete! ¡Por favor vete! Ya casi histérica. 
Ella se levanto de la cama, todavía desnuda, tomo su bata y se la coloco. Gritando:
_¡Allá voy mi amor! ¡Espérame ahí abajo! Se me quedo viendo con unos ojos de ¡te lo dije! y antes de cerrar la puerta de su alcoba me susurró.
_¡Te dije que te vayas! Pero eres un necio. ¡Apúrate! Y con un golpe cerro su puerta.
Yo entre en pánico, pensando _Ahora ¿Cómo salgo de aquí? _¡Debí haberme ido cuando era el momento! Y, ¿ahora que hago? 
La ventana del cuarto estaba en el segundo piso y ademas tenia unos barrotes para que no entraran los amigos de lo ajeno... ¡Yo por ejemplo! Abrí un poco la puerta de la recamara y los escuche platicando en la sala, él le decía, que estaba cansado y que subiría a la recamara y se daría una ducha. Ella le dijo que estaba bien, entonces él empezó a subir las gradas, pero ella me habia visto que yo me encontraba con la puerta entre abierta; entonces, lo tomo de su mano, lo jalo contra su cuerpo y un beso apasionado en los labios le dio, mientras que con sus ojos me decía
_¡Te dije que te fueras! ¿Qué haces ahí? ¡Idiota! 
Cerré la puerta y corría como loco en el cuarto, tratando de encontrar un lugar en donde meterme. 
_Me daré un duchazo amor y luego te espero acá en la cama. 
_¡Oye!... ¿Qué es ésto? Ella subió corriendo, con el corazón en la boca. 
_¿Qué pasa mi amor? Le pregunto, con un tono de ingenuidad.
_¡La cama! ¿Acaso no te has levantado en todo el día? ¡Eres una hermosa holgazana! Le bromeo, tumbándose sobre la cama, ella pensó. 
_¿Qué se haría este bruto que nunca se fue cuando debió haberlo echo? 
Yo que me encontraba debajo de la cama, cuando el esposo de mi bella amante se tiro sobre ella... _¡Creo que se me  metió un resorte en el.....! Yo, apretando mis labios  y aguantándome como todo un torero, con una  profunda herida,  no de muerte, pero si muy dolorosa.
_Bueno mi amor te duchas o no. 
_¡Mira lo que te espera para después del baño! Ella, dejo caer su bata quedando completamente desnuda, con ese maravilloso cuerpo de pecado que la morena tenía; yo me asome un poco, aunque eso me causaba mas dolor  y el maldito resorte que aun estaba adentro de mi..... pero valía la pena ver a ese ejemplar femenino. 
El esposo se sentó, la tomo de la mano y de un tirón se la echo encima de él; el resorte hizo que de mis labios apretados se me saliera un gemido de dolor, pues ahora se habia penetrado un poco mas en mi...., en ese momento pensé.
_¡Que no hagan el amor! ¡que no hagan el amor! Pero luego tambien pensé. 
_Y, cuando se levanten de la cama estaré tambien jodido, pero sería peor si lo hicieran. _Peor, por lo fogosa y expresiva que ella es. Eso pensaba, cuando por fin se levantaron  de la cama. De mi.... salio el maldito resorte, me mordí hasta la lengua pero luego de ese horrible dolor, un alivio sentí cuando por un lado de la cama alguien me dijo.
_¡Sal de ahí! ¿Qué piensas quedarte? ¡Sal de ahí, ahora puedes irte! era ella, su cabellera, su rostro hermoso y sus amigas, apuntándome; ahí, estaban sacándome de mi escondite, de mi trinchera improvisada, herido salí de ella y deshonrado, pues hasta un pedazo de mi pantalon habia quedado colgando del maldito resorte, como bandera colgaba del condenado resorte, quien aun se movía como burlándose de mi, hasta sentí que me guiño un ojo si lo tuviera, pero mi ojo del..., estaba hasta sangrando. 
Baje a la sala, ella a tras de mi con la bata pero abierta, cuando abrí la puerta, para por fin salir de mi problema; ella con su mano la cerro de golpe y esto me dijo.
_¡No te vayas!¡... No me dejes!  ¡Aun tenemos unos cinco minutos! ¡Siente mi cuerpo aun esta caliente!
_¡No te vayas! ¡Estas volviéndome loca! ¡Ámame como solo tu lo sabes hacer! _¡Abrázame muy fuerte y besarme los labios! Y me repitió
_¡No te vayas! Yo la vi fijamente de pies a cabeza y si que despertaba toda mi pasión, pero mi..., me ardía tanto que me hizo recordar que el  tipo estaba ahí arriba a punto de salir del baño. 
_¡Mi amor! ¿Dónde estas? Pregunto el tipo desde su recamara.
Ella abrió la puerta y de un sopetón me saco de su casa, diciéndome mientras yo trastrabillaba para afuera. 
_¡Te dije! ¡Ándate! ¡Vete ya! 
_¿Quieres meterme en un problema? Y cerro la puerta, mientras yo veía para todos lados por si algún vecino me cachaba saliendo de la casa. Ella abrió la ventanita de su puerta y me susurro. 
_¡Te espero mañana mi amor! ¡No faltes!
Yo  me sobe mi... herida y pensé. 
_¡Estas muy buena! Pero la vieja esta my loca, esta vez solo voy herido de mi.... 
_La próxima puedo perder la vida. 
_¡Hasta nunca! ¡Bella loca!.... 
Y, me dirigí para mi casa; que quedaba a la vecindad...



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