miércoles, 15 de octubre de 2014

Él no es un chico pesado... el es mi hermano

_Si piensas que él es un chico pesado, ¡te equivocas! _Es algo especial ¡sólo eso!
              A todos les caía mal en el colegio, por su forma de ser y nadie se acercaba a él, pues, era intolerante. Para mi, ése chico era mi hermano. Alguien en quien podía confiar, alguien que jamas me fallaría. Me molestaba que para muchos, él solo era un chico mas, de esos que te provocan ganas de: patearle el trasero
             Seguro que me entiendes y conociste a alguien así, esos chicos incomprendidos, que les falta amor y atención en su hogar y por ello han aprendido a defenderse en el mundo, con esa actitud, quizás, sea un poco fuera de lo normal, pero; que cuando lo llegas a tratar y a conocer te das cuenta de que bajo toda esa brusquedad, existe una persona increíble, noble, con un corazón que no le cabe en el pecho y que esta ansioso de repartir amor. Solo es un ser humano incomprendido. _¡Dale una oportunidad!
             Un día, me encontraba en una situación un poco comprometida, por asuntos de faldas, _¡Tu ya conoces esas cosas! Y, cuando me iban a propinar tremenda paliza, inmerecida, pues a quien debieron haber apaleado era a la coqueta de la chica. Pero bueno, esa es otra historia. En ese necesitado momento de tu vida; llego mi hermano, mi grandote y brusco amigo, que para entonces, a mi tambien me caía de la patada; pues yo, había caído ya en alguna de sus bromas pesadas; pero ese día estuvo ahí para mi, sin pedírselo. Luego de espantar a los que me querían dejar un recuerdito en mi rostro, los cuales corrían como los cobardes que eran. Él, tomo sus libros y continuo su camino, con rumbo al colegio, lugar en donde convergíamos desde hace mucho tiempo, pero que hasta ese día el destino nos unió. Él, siguió su camino como si nada. Yo, recogí del suelo mis cosas esparcidas por todo el lugar y corrí detrás de él, cuando le dí alcance, le exprese mi gratitud.
_¡Oye, te lo agradezco! Él, no respondió, simplemente siguió su camino. 
_¡Me acababa de ignorar! Yo insistí.
_¿Porqué lo hiciste? _No era asunto tuyo. Él, solo sonrió y siguió su camino, con ese andar pasmado, dejándome con la palabra en mi boca, le dí alcance y del brazo lo tome; se detuvo y con el rostro fruncido y muy enojado, se me quedo viendo, yo sentí que ahí moriría por la paliza que me iba a propinar. Le solté el brazo, entonces su expresión cambió. Diciéndome.
_Estabas en problemas y necesitabas de ayuda. _¡Nada mas!
_¡Sabes que yo no habría hecho nada por ti! ¿verdad?
_¡Claro! ¡somos diferentes! _Tu perteneces a otra clase y yo a la otra; la inadaptada, la excluida. Eso me hizo sentir muy mal y desde entonces, decidí que aquel chico sería como mi hermano. En ese momento simplemente le extendí mi mano, él respondió y luego de agitarnos las manos durante el saludo; reímos. Como lo que eramos, un par de adolescentes, tratando de conquistar al mundo, cada quién a su manera. Él con su fuerza y sus estúpidas bromas y yo, enamorando a quien se dejara enamorar.
            Los días transcurrieron y nuestra amistad creció, tanto que algunos amigos dejaron de serlo, pero a mi no me importó, pues nadie, ninguno de ellos, hubiera hecho lo que él hizo por mi aquel día. En mi grupo, los que fueron fieles a mi amistad lo aceptaron e hicimos un grupo especial en el colegio. Conocimos chicas, jugamos fútbol, nos la pasamos super. Y, le ayudamos a aprobar los cursos que le eran muy difíciles, para que se graduara con todos nosotros; hicimos un gran equipo: él, yo y mis amigos afines. Algunas veces tuvimos problemas con otros grupos de chicos, esos que les gusta delimitar su territorio; pero no habia de que preocuparse pues, contábamos con el mejor para las peleas callejeras, su sola presencia imponía respeto. 
            Un día, mi hermano y amigo, me confeso que estaba enamorado de una chica del colegio y vecina mía, vaya si tenía buenos gustos, pues era una chica muy hermosa y muy popular, aquello sería una misión imposible; pero se lo debía y le ayude. Ella dejo de hablarme cuando se lo comente, eso no se lo dije nunca, pues no quería herir a sus sentimientos. 
           Le propuse a Elisa, ese era su nombre, pagarle por una cita con mi amigo, y no quiso. Le pregunte, que era lo que ella quería de mi, lo que fuera que yo lo haría por mi amigo entrañable. Lo que ella me dijo me dejo helado.
_Lo que yo quiero, a cambio de una cita con ese tipo tan feo y vulgar es... Que luego de esa horrible cita, tu tengas una conmigo. Esa petición me cayó como balde de agua fría; me halagaba mucho, pues, si que era muy hermosa, pero con eso heriría los sentimientos de mi amigo y nuestra amistad para toda la vida. Entonces, le dije que no, que ella y yo nunca tendríamos nada, ni una sola cita, eso la molesto tanto pues, nadie la rechazaba, que me mando al diablo, junto con mi grandote y pesado amigo.
_¿Cómo vas con Elisa? ¿me conseguiste la cita? 
_Mi corazón y yo, mataríamos por ella.
_¿Estás seguro, no te gusta otra? _Ella tal vez no te convenga.
_¡Si vos!Le dijeron el resto del grupo. Pero para él, ella era su sueño y yo, tenía una deuda con él, al igual que sus ahora amigos; mis amigos.
_Está bien, pero deberás tener mucha paciencia y hacer lo que te diga, si es que la quieres.
_¡Haré lo que me digas! ¡pues la amo tanto! 
            El tiempo siguió su inclemente ritmo, sin detenerse para nada ni por nadie y Romeo, mi hermano, desesperaba.
            Le pague clases en un Gym, le compre ropa, le enseñe algunas técnicas ultra secretas de mi autoría; no sin antes hacerle prometer que no se las diría a nadie. Con biblia en mano me lo prometió y lo cumplió. 

Para no aburrirlos, el tiempo si que transcurrió. Pues nos graduamos y nos fuimos a la universidad, siempre juntos, el resto del grupo tomo su propio camino y nos vemos muy de ves en cuando. 
           Los años transcurrieron y Elisa no me hablaba, ella retornaba a casa de sus padres y seguía hermosa y muy exitosa. 
           Nosotros, nos graduamos de la universidad, nos hicimos unos profesionales con éxito, fundamos una pequeña empresa, que luego creció. Pero, todo éste tiempo él me decía. 
_¿Hoy es el día de mi cita con Elisa? Para ese entonces el gym y la universidad hicieron efecto en el brusco, tosco y feo de mi hermano. Como si se tratara de: el cuento del patito feo. Se convirtió en un tipo muy interesante y refinado. Una noche le dije.
_Hermano, han pasado muchos años y quiero saber si aun amas a Elisa. 
_Estas loco, aun la amo, ahora mas que antes.
_¿No será que tienes una obsesión?
_¡Por supuesto que no! ¡acaso me has visto con alguna chica! 
_Pues me he preocupado, hasta he pensado que a lo mejor ¡eres gay!
Luego de recibir un golpe en mi pecho, que si me dolió, ambos reímos.
_Escucha. le dije. _Haremos la ultima jugada, pero prométeme que si no resulta, te olvidaras de ella.
_Está bien, no se si lo lograré, pero haré el intento de salir con otras chicas. 
_¡Si fracasamos!
_¡Bien! dame un par de días. Me di a la tarea de hacer una investigación de campo, para conocer los gustos de Elisa y así planear con ello, la técnica apropiada para la conquista de Romeo y su eterno enamoramiento.
_Quiero que sepan que fué todo un éxito. 
_Precisamente, ahora que les cuento esta historia, ellos bailan una hermosa melodía y se ven muy enamorados. _¡Hoy Romeo le pedirá matrimonio a Elisa! 
_Ese es el motivo de esta cita. _Y, como siempre, mi amigo, mi hermano, me pidió que le hiciera el paro.
 _Por ello estoy aquí. _Mientras el momento llega, me divierto con alguna de las chicas que están en éste lugar. 
_Y, es que, yo jamas cambie y no pienso hacerlo, por mucho tiempo. 
_¡Bueno, los dejo pues aquí viene la chica elegida para esta noche!



"Con especial dedicatoria a mis buenos amigos de toda la vida, a los que el destino unió por casualidad y que el cariño se nos fue cambiando; ese amor de cuates, por uno mayor y mejor: el cariño de hermanos, los incondicionales, los que te cambian la vida y a veces, ¡te la salvan! 
Quiero extender esta dedicatoria, a todos ustedes, que a diario leen mis historias y me alientan a seguir con un simple click. Como bien lo dijo: mi entrañable amigo +Bobby. 
A quien sin conocerlo, se que es una gran persona y, tambien para todos los demás: ¡Ustedes! sean hombres o mujeres: Los amo, mis hermanos de la red."


Inspirado en la cancion del mismo nombre de: The Hollies






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