sábado, 25 de octubre de 2014

EL TRASPLANTE. Capitulo 1

_¡¡Abran paso!! Gritaban los paramédicos al ingresar a la sala de urgencias del Hospital General; se trataba de un octogenario que se encontraba a punto de morir.
En una de las habitaciones, se encontraba el Doctor Marroquín con la señorita Ady, quien lloraba desconsolada por el futuro siniestro de su joven y amado novio, quien se encontraba recluido en dicho hospital a la espera de un trasplante de órgano, que necesitaba con urgencia, ese trasplante le devolvería la vida a su cuerpo inerte, en estado vegetativo. 
Mientras, el Dr. Marroquín, le daba la mala noticia a Ady, respecto al futuro de su novio.
_Como le he dicho durante meses Ady, si no encontramos pronto a un donante, su novio entrara en un ciclo, en donde de nada le servirá un trasplante.
_¡Perdón por la irrupción Dr. Marroquín! Le interrumpió en la habitación la enfermera al Dr.
_¡Si Lily! ¿dígame?
_Tenemos un donante, pero habrá que darse prisa, pues de lo contrario lo perderemos Dr.
El Dr. Marroquín salio de la habitación y se dirigió hacia donde se encontraba el cadáver del donante; precisamente, era el octogenario quien acababa de fallecer. 
_¡Pero Lily! ¿es un anciano? _¿Sabe lo que eso significa?
_¡Si Dr.! pero tambien se lo que significa sino se le realiza el trasplante al paciente. _Y, ¡usted tambien lo sabe, debemos darnos prisa Dr!
_Esta bien, ¡preparen todo! _Yo hablo con Ady y le explicó. _¡Llame al profesor Efrén! ver: http://wwwnewhera.blogspot.com/2014/02/la-entomologia-y-el-dr-efren.html) 
_Quiero una sugerencia de parte de él, para éste caso.
_¡En seguida Dr.! El dr. Marroquín, se dirigió hacia la habitación, la clínica en donde se encontraba postrado ya hacia muchos meses, un joven de apenas 25 años de edad; con él, su novia, una chica de 23 años. Martín, quien estaba en estado vegetativo victima de un terrible accidente y que si no se le trasplantaba un órgano que necesitaba su cuerpo, éste se dañaría, quedando con pocas oportunidades, casi nulas de sobrevivir; aun trasplantándole el órgano que según la medicina moderna, de mediados del siglo 21, era ahora posible.
_Ady ¡tenemos un donante y debe firmarme estos papeles dando su consentimiento! La novia, con gran alegría en su corazón, tomo la tabla con los documentos y sin leerlos los firmo de inmediato; por fin, la espera habia terminado. 
_¿Ady? no leyó  los papeles que firmo. Le Dijo el Dr. Marroquín. 
_Deje que le explique: Martín morirá si seguimos en espera del trasplante idóneo y, ahora tenemos uno; pero, tiene un problema. Ady, con cara de preocupación, pregunto.
_¿Cuál es el problema Dr.?
_El problema Ady, es que, ¡el donante es un señor de 89 años de edad! Un silencio inundo a la habitación.
_¡Un viejo! Dijo Ady, desconsolada. Pero en ese momento se hizo presente el Profesor Efrén.
_¿Me mando a llamar Dr. Marroquín? 
_¡Si Profesor! se que usted a hecho pruebas con sus insectos en los últimos años y, ya que usted es una eminencia en su campo.
_¿Dígame colega cual es su inquietud?
_¿Ya esta enterado del caso de Martín?
_Efectivamente y yo le he dicho que urge el trasplante o, ¡luego sera demasiado tarde, lo se por mis experimentos Dr. Marroquín! 
_Pero ¿cuál es su duda?
_¡Tenemos un donante Profesor! 
_¡Que bien! Dijo el Profesor.
_¡El problema es que el donante es un octogenario! 
_¡Caramba! Dijo el Profesor Efrén. Quedando por unos minutos pensativo. Mientras, Lily, la enfermera, le indicaba al Dr. Marroquín que el quirófano estaba listo y que no habia tiempo que perder, de lo contrario se dañaría el órgano donante.
_¡Lo se Lily! Se dirigió entonces con Ady.
_Ady, ¡usted  tiene en sus manos la vida de Martín! _¿Qué decide? Ady no sabía que hacer, entonces el Profesor Efrén se mete en la conversación y toma la decisión por Ady.
_¡Dr. Marroquín! ¡proceda con el trasplante yo le explico a la señorita! 
_¡Hágalo Dr. confío en usted! Concluyo Ady. 
Martín fue llevado con gran prisa al quirófano a realizarse el trasplante que le devolvería la vida... ¡Una vida completamente diferente a la que él estaba acostumbrado!
_¡Acompáñeme a la cafetería señorita Ady! _Le explicaré lo que debe de saber; en todo caso, esta cirugía se tomará un poco más de unas 48 horas; si todo marcha bien. Se dirigieron, Ady y el Profesor Efrén a la cafetería, mientras el cuerpo de Martín, corría por los corredores, con rumbo a la sala de operaciones y trasplantes especiales (S.O.T.E) del Hospital General. 
_¿Quiere un café Ady?
_¡Gracias! Le decía una Ady, completamente nerviosa.
_¡Cálmese Ady! ¡estas operaciones tienen un 90 % de éxito! 
_¡Todo saldrá bien!
_Lo que me causa preocupación Profesor Efrén; es que, ¡el donante podría ser mi abuelo! ¡es un viejo! 
_¿Qué pasará con el cuerpo de Martín?
_No se alarme Ady. Lo importante ahora es salvarle la vida a Martín; luego nos preocuparemos por esos detalles.
_¿Detalles? Le dijo, una escéptica, Ady.
_Le cuento, desde que el Dr. Victor Frankenstein, realizo el primer trasplante, ¡todo cambio para la ciencia!
_¿De que habla Profesor Efrén? _¡Esa es una historia..! ¡un libro de ciencia ficción, escrito hace mucho tiempo! 
_Lo se Ady, pero quiera o no, ahí se inició la técnica de los trasplantes. _¡Claro en esa época, en donde no había tecnología ni nada como lo que tenemos ahora! 
_Pero, si lo piensa bien, lo que hizo Victor Frankenstein, ¡fueron trasplantes cadavéricos! _¡Creando vida! con partes de cuerpos de cadáveres. 
_Mal que bien, esos fueron: ¡Trasplantes cadavéricos! ¿no lo cree?
_¿Eso supongo? Le dice Ady, no muy convencida. 
_Pero, ¿qué tiene que ver esa historia con Martín?
_¡Mucho Querida Ady! A usted le preocupa la diferencia de edades, entre su novio y el donante; una preocupación que no tiene valía si la sobrepesamos contra la vida de su novio. 
_¡Lo mismo pensó Victor! a él no le importaba si eran partes de cuerpos femeninos o masculinos. ¡Si eran de ricos o pobres! ¡Si eran de jóvenes o viejos! _Lo que a Victor le importaba, era darle vida a su monstruo; luego él arreglaría esos pequeños detalles. _¡Eso eran para él, pequeños detalles! Y, el resto de la historia ya la conoce usted.
_Vea Ady, yo he realizado por años, experimentos con mis insectos y otros animales, proporcionándole a la ciencia de la medicina, grandes avances en la cura de enfermedades terribles, ahora erradicadas, solo estadísticas en la historia del planeta. 
_Y, parte de éste trasplante que ahora se esta llevando a cabo en este hospital, se debe a mis experimentos Ady, de no ser por ellos, su novio no tendría ninguna oportunidad de vida. 
_Los pequeños detalles, fueron arreglados por mi, mas tarde, hasta llegar a lo que hacemos ahora. 
_¡Nada mas y nada menos, que éste tipo de trasplantes! que hace medio siglo eran: ¡¡impensables!!  
_Bueno, quizá tenga razón Profesor. Le respondió Ady, ya mas tranquila. 
_Debería de ir a dormir y descansar un poco querida Ady. 
_¡Pues, no sabremos nada de la cirugía de Martín, sino hasta dentro de 48 horas!
_No profesor, si no le importa me quedaré aquí otro rato más.
_¡Esta bien mi niña yo te haré compañía!

Mientras, en el quirófano, el trasplante a penas iniciaba. Dormían a Martín; mientras, en la camilla de al lado, el cadáver del octogenario, se encontraba boca abajo. Cuando Martín, quedo profundamente dormido, se escucho el sonido del esmeril y el ayudante del Dr. Marroquín; el Dr. Orantes, empezaba a cortar el cráneo del donante. El Dr. Marroquín y la enfermera Lily, procedían a realizar el corte, a lo largo de toda la columna vertebral, para extraer del cadáver donante: cerebro, ojos y espina dorsal.
En la otra camilla, la camilla de al lado, igual Martín se encontraba boca abajo, siendo abierto por el Dr. Diaz; para preparar el cuerpo del recibidor Martín.
Continuará....





 

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