viernes, 17 de octubre de 2014

El Vuelo SW555

_¿Señorita?
_¿Si señor?
_¡Me puede explicar que sucede!
_¡Nada, un poco de turbulencias!
_¿Turbulencias? ¡mire por la ventanilla!
_¡No puede ser posible!
_¡Claro que no puede ser posible! ¡vea que día tan iluminado y bello!
_¿Pero...? ¡Disculpe señor! La azafata se retiro con rumbo a la cabina de pilotos, luego entro y se encontró con el capitán y el copiloto al igual que el ingeniero de vuelo desmayados, desfallecidos, en sus butacas.
_¡Dios mio! ¡capitán! Agito de los hombros al capitán de la nave, pero este no reaccionaba, hizo lo mismo con los otros dos compañeros y nada, estaba por entrar en shock, pero luego algo le llamo la atención y era que los tres tenían en sus rostros una agradable sonrisa y que el avión, continuaba el rumbo fijado en el plan de vuelo, pero algo aun mas extraordinario era que la luz que indicaba que el piloto automático estaba activado, estaba apagada, indicando que el avión era piloteado por alguien. 
_Pero, ¿quién? Se pregunto la azafata, luego de darle unos golpecitos a la lampara que indicaba que el piloto automático estaba desactivado. 
Con gran desconcierto, abandono la cabina y al salir y cerrar la puerta, se topo con el mismo señor que le habia preguntado: ¿qué era lo que sucedía?
_¡Usted, me asusto! pero, ¿qué hace aquí?
_¡Quiero saber si todo esta bien, señorita!
_¡Todo esta perfecto! ¡por favor vuelva a su lugar! Le invito a retirarse a su lugar al caballero, pero éste la detuvo y la llevo al lugar en donde se encontraban el resto de la tripulación.
_Si todo esta bien, ¿me puede explicar ésto? Levanto la cortina que le daba privacidad a la tripulación y ella quedo asombrada, al ver al resto de azafatas, de igual manera que en la cabina; desfallecidas, pero con esa expresión en su rostro. Ella, le pidió que le acompañara, pero que por favor no fuera a contarle a nadie en el avión. Lo llevo a la cabina, abrió la puerta y todos ahí seguían igual, ¡desfallecidos! 
_¡Dios mio! ¿qué está sucediendo, señorita?
_No se, pero usted tranquilo, pronto todo estará en orden. Le quiso tranquilizar, la azafata al curioso pasajero.
_¿Señorita....? ¿Karina? 
_Si, asi es, mucho gusto. Y, ¿usted es? 
_Heraldo. _¿Karina ya se comunicó con la torre de control o con la agencia para la que usted trabaja?
_¡No! pero ahora lo hago.
_¡Torre de control! ¡le habla el vuelo SW555! ¡me copian! Pero en los micrófonos, solo se escuchaba una estática.
_¡Nada Heraldo! ¡estamos solos! 
_¿Cómo estarán los pasajeros? Se asomaron y los pocos de la primera clase, iban de lo mas normal; se asomaron a los de la clase turística, quienes eran la mayoría y al igual que los otros, todo con normalidad.
_¡Lo extraño es que solo usted se percato de que algo andaba mal! ¿no cree?
_Bueno, si, tiene razón; pero eso no importa ahora, lo que importa es: ¿qué va a pasar?
La nave seguía su curso, inalterable y los cielos eran los mejores; jamas vistos en los diez años como azafata. 
_¡Nunca había visto un cielo tan maravilloso! _En toda mi carrera. Se acomodaron en el lugar de las demás azafatas, sentándose al lado de los cuerpos inertes de ellas. 
_¡Mire la hora! tengo que repartir unos aperitivos. _Por favor regrese a su lugar para no levantar sospechas. 
_karina, ¿podrá usted sola? 
_Si, no se preocupe Heraldo, gracias. El viaje continuó, Karina seguía intentando comunicarse con la torre de control pero nada, el tiempo transcurría, el reloj no se detenía.  Afuera del avión todo seguía exactamente igual, como si el avión volara en círculos o simplemente estuvieran suspendidos en la nada, en el mismo idéntico lugar; pero nadie decía ni hacía nada, para todos, todo estaba normal, a excepción de Heraldo y karina, quienes ahora se hacían la misma pregunta uno al otro.
_Karina ¿no cree que ya debió anochecer?
_Eso mismo pensaba yo Heraldo. _¿vea la hora y parece que hemos quedado varados aquí en el tiempo? 
_Si observa el indicador de combustible, no indica un descenso, sigue en el mismo lugar de la ultima hora en que lo chequeé. 
_Y, ¿la torre? 
_¡Nada! 

Cuando habían transcurrido 24 horas; todo seguía como al principio, el tiempo afuera era hermoso y los pasajeros viajaban cómodamente en sus lugares. Algunos platicando con sus compañeros de asiento, otros leyendo, otros dormitando, otros escribiendo en su ordenador, la tripulación en la misma extraña posición. Solo Heraldo y Karina, eran quienes seguían con el mismo tiempo y espacio con el que iniciaron el viaje.
El tiempo siguió y Heraldo y Karina se veían agotados y traumádos pues para ellos el tiempo seguía su ritmo normal. Despues de varios días en la misma situación.
_¡¡Karina!! Casi le grito Heraldo a su única acompañante en el vuelo SW555. Karina que estaba con un rostro demacrado y con la vista perdida realizando todos los días la misma rutina.
_¿Qué Heraldo? ¿Qué le pasa?
¿Recuerda el día en que todo empezó? ¡Ese día la llamé porque algo extraño había pasado!
_Si, lo recuerdo, le dije que era una turbulencia. Y, luego usted me enseño como estaba el tiempo por la ventanilla, recuerdo que ese día estaba en la cabina dejándole al capitán una tasa de café y en ese momento entramos en una especie de cielo oscuro que pensé que habíamos encontrado a una tormenta, cosa normal, fue cuando usted me llamo y le dije eso.
_¡Exacto! pero el cielo era perfecto, yo lo veía por mi ventana.
_¡Karina! ¡algo sucedió en ese instante! ¡Algo no muy bueno! ¡Algo grave para usted y para mi!
_¿Para usted y para mi?
_Si Karina pues el resto de los pasajeros están aun suspendidos en ese día. ¡Excepto usted y yo?
_Y, para la tripulación. ¿Qué pasó con ellos?... Esa era la agonía de los únicos lucidos en el vuelo SW555.

El día en que todo empezó; lo que Karina había visto en la cabina cuando le llevaba café al capitán fue una nave espacial que en ese momento se encontró con el vuelo SW555 oscureciendo todo por la enormidad de la nave, arrastrándolos con sus fuertes motores alienígenas a otra dimensión, una paralela, quedando suspendidos en tiempo y espacio, cosa que la nave extraterrestre no se percato; ellos, siguieron su viaje supersónico. 
Pero, en ese momento, Karina fue requerida por Heraldo atraiéndola al asiento en donde el viajaba, recibiendo todo el campo magnético la tripulación, quedando como Karina los encontró; en cuanto al resto de los pasajeros, ellos, recibieron otra clase de descarga, quedando suspendidos en ese letargo, del que no salían y ni se daban cuenta, pero, Karina y Heraldo, estuvieron en un punto muerto quedando, inmunes a aquella radiación; la cual solo los podría devolver a su tiempo y espacio, si recibieran una radiación idéntica, pera en el sentido contrario al que lo habían recibido; mientra, seguirían asi, por el tiempo que les llevara algo tan fortuito.
Para cuando eso suceda, ellos llegaran a su destino, encontrando a las personas según el tiempo; con una edad avanzada, no asi ellos. Tal cual, lo dijo: Einstein.

Mientras, en la tierra, justo después de aquella colisión entre alienígenas y terrícolas en naves con tecnologías diferentes. Los noticieros anunciaban la desaparición del avión SW555, en pleno vuelo, en las costas del pacifico, entre el continente americano y el archipiélago indonesio.

"..._El vuelo comercial SW555 con destino a Europa desapareció de los radares en pleno vuelo, luego de quince minutos de haber despegado..."

"..._Despues de varias semanas de búsqueda de restos del avión SW555, la búsqueda es infructuosa, no se encuentran restos de la nave..."

"...._Luego de dos meses de búsquedas, sin éxito, las autoridades detienen la búsqueda de sobrevivientes del vuelo SW555, de quien no se encontraron restos..."

Éstos, eran los titulares de los noticieros en todo el mundo; mientras, los familiares de los pasajeros, exigían respuestas al fenómeno. Algunos familiares, tienen esperanzas de que algún día se esclarezca este penoso suceso, sin precedentes, mientras que otros ya se hicieron a la idea de que jamas volverán a ver a sus familiares y siguieron con su vida normal, no sin antes, elevar una plegaria por el alma de los tripulantes de la nave  del vuelo SW555. 

Quizá, algún día, el vuelo SW555; llegue a su destino; pero, para entonces, nosotros quizá ya no estaremos en este mundo.

A la memoria de las victimas y familiares de los artífices de éstos fenómenos sin explicación













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