jueves, 8 de enero de 2015

DOS CORAZONES


De corazón a corazón: _¡Hey! ¡tú! ¡hola! ¿qué te pasa?... _Ah ¡hola! mmm nada, solo de bajón... _¿De veras? y, ¿eso por qué?... _¡Nada especial! tú ¿cómo estás?... ¡Feliz, muy feliz, tan feliz que no aguanto más!.. _¿Sí? ¡dichoso!..
_A ti, ¿algo te pasa? ¿dime? ¡tal vez pueda ayudarte!... _Bueno, pero prometes no burlarte... _¡Claro! no somos amigos.. _Bien, ¡es la cuarta vez que me enamoro y la cuarta que me hacen daño!.. _¿No digas? ¿es con quién te vi muy feliz la otra tarde?.. _¡Sí! con esa persona.. _¡Qué lo siento!... _Está bien, pero me duele tanto que se repita, ¡una y otra vez, la misma historia en mi vida!... _En tu corta vida ¿querrás decir?... _Corta o larga, no importa, lo que importa es, ¡cuánto me duele! ¿tú lo sabes? ¡¡no!! que lo vas a saber, ¿a ti nadie te ha hecho daño nunca! ¿verdad?... _Pues, jeje, no que yo recuerde, he sabido retirarme justo antes de que alguien me dañe.. _Y ¿cómo haces para irte antes de que te hagan daño?... _No sé, debe ser un don o algo así... _¡Vaya, que envidia!
Dialogo entre dos corazones: Uno infeliz y otro feliz. Yo diría, que no es lo que aparenta ¿tú qué crees?....
Lo que veo, son dos diferentes maneras de vivir la vida; por un lado, alguien que arriesga todo, que entrega todo sin esperar nada, simplemente encontrar el verdadero amor.  ¿Sufre? sí, es cierto, pero arriesga y con seguridad, algún día encontrará lo que tanto ansía y será feliz, no por un corto tiempo, sino para siempre, pues ha sufrido tanto intentándolo que aprendió a valorar al verdadero amor, cuando éste se encuentre con él, con seguridad su pareja habrá pasado por lo mismo, más de tres caídas tremendas, pero al final su recompensa: El verdadero y único amor, ese real, ese que parece ser de otro mundo. Y dirán: Vivieron felices por siempre.
Por otro lado, veo a alguien, sin pena ni gloria, alguien que toma lo mejor de cada instante, alguien que no esta dispuesto a arriesgar nada, como si tuviera un medidor y cuando éste, está llegando a rojo, apaga el botón y a reiniciar; hasta que el próximo llegue a rojo y así. 
Estos son los que nunca conocerán, la verdadera felicidad, nunca conocerán ni sabrán cuando a ellos llegue el verdadero amor.
Tal vez no lo busquen ni les interese conocer qué es ese sentimiento y solo se conformen con el placer de un instante, saciarse, sin importar si la pareja llega a sentir la miel del amor, solo se interesan en ellos nada más. Son, seres egoístas, seres sin huevos para sentir un poco de dolor, son de esos que van por el vida, haciendo lo mismo de lo que ahora se queja su amigo. 
Pobres, pues creen tener todo el control, pero son de los que llegaron, vivieron a medias y se fueron; sin dejar huella. Son esos, de los que ni el tiempo los recuerda. -¿Quién dices? ¡creo que no lo conocí!, -¡Ah si! ¡parece que si, pero no me acuerdo!, Eso son: Ni siquiera un mal recuerdo, nada, arrogantes. Éstos son los verdaderamente ¡infelices! 
Lastimosamente, fuí uno de ellos, pero al darme cuenta de que eran olvidados fácilmente, decidí cambiar y dejar huella. Entonces, conocí: El dolor, el desamor, la traición, los desvelos, la ansiedad y depresión, vi sangrar a mi corazón, lo vi llorar gotas de sangre. Por un breve instante pensé: ¡Diantres que le hice a mi vida!... ¡Maldi....! 
Pero antes de concluir esa palabra, apareciste, llegaste y me abrazaste, a mis heridas sanaste, entonces pensé: ¡Bienaventurado soy!, bendito dolor que ahora me permite sentir: Esa paz, ese remanso, ese bienestar, ese calor, ese olor, esos colores, ¡puedo volar!, ¡Benditooooo el amor estas aquí! y ahora siento morir, pero morir por tanto amor... ¡qué muerte tan divina!, Jamás me arrepentiré de ser quien ahora soy, de haber cambiar justo en el momento que debí hacerlo, ahora soy de los que serán recordados; esos, amados y queridos, he venido a dejar huella, he venido para ser recordado, llegue para vencer al mismo tiempo, pues no habrá tiempo que pueda borrar mi legado. 
Mi legado: ¡El amor!

- ¿Tienes dudas al respecto? Entonces te lo recuerdo: Han pasado más de 2000 años y aún lo recordamos.
- ¿Quieres más?... ¿No?... ¡lo sabía!... 
- ¡Cambia y sé feliz, ahora, mañana y por la eternidad!



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