domingo, 17 de mayo de 2015

Una Decepción de Amor


La luna se reflejaba en el sudor de su espalda desnuda, sudor no de calor, pues, la noche era fresca y una leve brisa les daba un descanso en el chorreante sudor que por sus costados corría, cosa que no les importaba pues, esa humedad les provocaba una mejor empatía a sus cuerpos casi desnudos de la pareja, perdida en un claro de esos lugares que el amor los guía, apartados pero cerca, escondidos pero visibles, aunque esta vez la única que los veía con uno tono rojizo no por eclipse, sino de pena pues, la luna que ha sido testiga de tantas historias de amor y sexo, ésta vez hasta ella lo disfrutaba, sintiéndose húmeda y solitaria en lo alto y oscuro del espacio.
Mientras los amantes, a quienes nada les importaba en ese instante más que llenarse del mas rico placer, el cual, lo sentían nacer por sus vertebras hasta en sus caderas morir, una electricidad que te llena de energía y cuyo epicentro se encuentra entre los muslos de mujer, fuente de armónica sensualidad que enloquecía a quien su cuerpo recorría como ventosa en partes únicas y exclusivas de la mujer; mientras él estrenaba ese cuerpo, el que por tanto tiempo deseó, ella sentía que cada beso, mordisco, succión, y caricias caninas pero esta vez de hombre, recorrían a todo su cuerpo, se preguntaba mientras estaba en sí, mientras era consiente, mas bien cuando los orgasmos le daban lugar a pensar en otra cosa que no fuera amar y amar. Ella se decía, ¿por qué me resistí por tanto tiempo y me vengo a entregar hoy que de él me alejaré? 
Él pensaba, ¡valió la pena la espera, es la mujer que siempre deseé y esta noche no me alcanzará para hacerme jamás olvidar! 
Llegó el momento de entregar lo mejor y sublime de la faena sexual y ella fué quien primero cedió y a él le entrego todos los jugos que su cuerpo podía dar, junto a ellos los gemidos, unos que se confundieron con los de los lobos que le gritaban a la rojiza luna, quien no quería ver, pero que las contorsiones de la mujer sintiendo el éxtasis que le recorrían desde su entre pierna, muy adentro de ella, hasta su ombligo como chicotazos eléctricos que la hacían sentir que el sentido iba a perder y la obligaban a coger la manta que los separaba del suelo, arañándolo con tanta fuerza mientras, que sus pies se encobraban hacia adentro, tratando con ello de evitar que lo que sentía, ¡jamás terminara! 
Mientras ella seguía arqueada pues, ese orgasmo si que fue largo, llego el momento del chico, quien no dudo en entregarle hasta la ultima gota de todo su ser, quedando casi desmayado sobre el cuerpo de ella, quien aún mantenía algunas piezas de vestir en su cuerpo, indicador de que habían llegado al lugar con el morbo adelantado y que la pasión y desesperación de verse solos en ese inmejorable lugar  que la naturaleza les dió y la visual que su fiel compañera les daba en lo alto; no les dió ya tiempo de ese momento previo para los motores aceitar pues, éstos desde que se encontraron empezaron a funcionar y aceitados al lugar llegaron. 
Por un rato sin escuchar palabra quedaron los amantes recostados uno al lado del otro, viendo a la rojiza luna y sintiendo como su cuerpo aun excitado les regalaba un placer remanente, aunque estuvieran separados sus sexos, seguían ellos solos, dándoles ráfagas del mimo placer, con menos intensidad pero por fin algo delicioso que les recorría ciertas partes de sus cuerpos, las que tienen mayor sensibilidad.
Cuando se dieron cuenta que solo se escuchaban los sonidos de la naturaleza se dieron vuelta, quedando frente a frente, ambos sonrieron, uno con orgullo el otro con ternura, sus ojos se encendieron alumbrándose el alma de cada quien. 
Él dijo: ¡Te amo! ¿No sabes cuanto esperé por este momento? ella, cuando ésto escuchó su vista hacia el cielo volteo y no pudo evitar que una lagrima por su mejía la delatara, éste con preocupación le preguntó. ¿Y eso qué fué? ¿No te gusto oír lo que siento por ti?
Ella le pidió que callara por favor, pero él insistió. Mientras ella se animaba a decir lo que no se animaba a hablar, la luna empezó a tomar su plateado natural y con ello los lobos dejaron de aullar, como si la naturaleza a la expectativa quería escuchar lo que la chica tendría que decirle.
- ¡Perdóname! Él dijo con cara de angustia ¿Perdonar qué?  Ella con mucho dolor le contestó
- ¡Llegaste tarde a mi vida! ¡mañana me marchó para no volver! Él al escuchar ésto se sentó y con extrañeza le preguntó _ ¿Cómo qué te vas?  ¿a dónde?  ¿y por qué? Ella su boca con su mano tapó y el se calló para escuchar a quien amaba desde tiempo atrás. 
- ¡Si me hubieras dicho ésto hace tiempo, unos meses atrás todo sería diferente para los dos! ¡me has hecho la mujer más feliz esta bella noche, jamás nadie me amó con tanta ternura y me obsequió tanto placer! ¡Pero es tarde! 
- ¿Por qué? insistió y ella sus labios selló, esta vez con un beso y siguió con su confesión.
- ¡Este fin de semana me casaré y por ello me iré a su país natal, allá será mi boda! ¡tú le conoces, es nuestro cliente que nos ha visitado desde hace seis meses a la empresa! ¡Me lo pidió y acepté! ¡todo esta listo! ¡ya no puedo echarme para atrás, además creo que lo amo y ésto, solo es una gran atracción! ¡lo siento!
Él se levantó y sus trapos regados recogió y después empezó a caminar con rumbo a su auto. Ella le gritó.
- ¡No te vayas, la noche es joven y quiero más de ti! ¡Hazme otra vez el amor, que sea nuestra despedida!
Él se volteó y con mucho dolor, le dijo: _ ¡Yo no te quiero para un rato, te quiero para toda la vida y si quieres más de ésto ya sabes donde vivo! Luego su camino siguió y desde ese día no supo más de ella. 

Él pidió sus vacaciones y se marchó para con ello tratar de olvidarse de ella, pero a donde él fuera por las noches de luna bella y majestuosa, sus pensamientos lo llevaban a ese lugar en donde su alma dejó; depositándola en el cuerpo de quien se fué, pues, él se sentía hombre sin alma, porque  esa noche la amó con su cuerpo y con su alma y de ella ya no la sacó.
La vida para el joven no era vida, pues, lo que a su vida le daba vida, en brazos de otro seguro estaba. Salió con otras chicas sin lograr nada, ni el sexo era placentero para él, vaya si existía amor para ella en él, uno del cual quiza jamás se recuperaría.

- ¡Hola! ¿sigues mal? le dijo una compañera del trabajo a quien él le confesó su dolor y con quien se apreciaban tanto como si hermanos fueran.
-  ¡Así como me ves... Así me siento! Le respondió con la cabeza cabizbaja y con la mirada perdida en la nada.
- ¿Quieres acompañarme a una fiesta, quiza ahí tú tristeza termine? Él se negó, pero su cuasi hermana insistió que al final aceptó

El Chico llegó al lugar de la fiesta, precisamente al apartamento de ella, el taxi lo dejó frente al edificio y al segundo piso subió, una vez frente a la puerta cuando éste a ella tocó, la puerta se abrió y él en ella entró, pero el apartamento estaba a oscuras y vacío. _ ¿ Qué clase de broma es ésta? Dijo molesto y el nombre de quien la invitó éste gritó, pero el silenció fue quien le respondió. 
En el balcón del apartamento la puerta abierta y de ella una brisa muy similar a la de aquella noche por ella entró, junto a la refrescante brisa tambien entraron en la habitación acompañando a las cortinas blancas que se dejaban mecer por la brisa, los rayos de una enorme y blanca luna. El recuerdo de quien amó lo hizo hasta ese lugar caminar y salió a recibir la brisa; con la duda del por que su amiga le había hecho esta mala pasada y recostado sobre el barandal viendo la luna; extrajo a su celular para a su amiga preguntar que diantres pasó. 
Algo en el cielo él vió, que a su celular guardó y era que la luna blanca se tornaba en un rojizo avergonzado; éste se volteó y... sí, ella estaba ahí, cuasi desnuda, colocando la misma sabana de la otra noche y luego sobre ella se recostó, él de inmediato su saco se extrajo y sonriendo hacia ella caminó, mientras lo hacía su camisa y zapatos dejo por ahí regados, mientras que la chica lo esperaba dispuesta a recibir otra dosis de placer como la última vez, él se posó sobre ella y sin palabra alguna la empezó a besar y los aceites, aceitaron a la maquinaría, dispuesta para no fallar en una completa noche de amor.......








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