domingo, 5 de julio de 2015

Carta para encontrar tu perdón


Hola amor.
Pensé mucho en escribir esta carta, luego de lo mal que la pasamos el otro día;
pero no puedo vivir un día más solo y sin ti.
El aire es pesado para respirarlo,
las sábanas de seda lastiman toda mi piel,
tus cosas en el closet me platican todo el día, 
tus aves enjauladas, nunca más han querido volver a cantar,
mueren junto a mi; mueren al igual que muero yo.

No recuerdo que fué lo que nos descontroló y nos hizo decir cosas, que ninguno de los dos podría haber sentir jamás. 
Es que, a veces las personas que se aman tanto como tú y como yo, se hieren sin sentir, sin querer y el daño que se provocan puede ser algo horrible, algo que parece ser irreparable,
por eso quiero ser, quien pide el perdón. Aunque, te juro que no recuerdo que empezó todo ésto; y la verdad, eso ya no importa, lo que importa es el amor que nos ha unido siempre y ese sentimiento no conoce de rencores.

La verdad, es que: 
No puedo vivir un minuto más separado de tu piel, 
no podré sobrevivir un día más si no te vuelvo a ver, 
seguro moriré si no puedo sentir tu olor, 
y al igual que nuestras aves, mi corazón llora por oír tu voz, 
sentir tu caminar, simplemente saber que estas aquí, junto a nosotros.

Amor, ¿Volverás? 
Yo espero que sí, que estés igual que yo y que tambien sufres 
por sentir mi piel calentando la tuya,
por sentir mi aliento en tu boca,
mis brazos protegiendo a tu cuerpo bello,
mis susurros en tus oídos, recitando palabras de amor, 
dictadas nada menos que por mi corazón.

Dí que me extrañas tanto como te extraño yo, olvida lo que de mi boca salió, era la cólera del momento.  
Yo, ya no recuerdo tus frases hirientes, se muy bien que estabas dolida y lo que me dices nunca salio de tu corazón si no de tu riñón.
Amor no esperes hasta mañana para regresar, no quieres a pájaros y a mi corazón sin vida encontrar. 

Prometo no volver a enojarme nunca más, de mi no volverás a escuchar nada que pueda ofenderte, prometo no molestarme más y pienso, que lo mismo ahora le comentas a tu confidente, la almohada. 

Y es que...
No puedo estar un minuto más sin tu presencia,
no puede permitir que te alejas más tiempo de mi,
necesito dejar de escuchar a tus vestidos y zapatos ¿crees qué estoy loco?
quiero verte por esa puerta entrar, echar mil cerrojos, 
asegurar las puertas, para que de mi no te alejas nunca más.

Te necesito, te quiero, desespero por saber que no estás junto a mi,
noches solitarias nunca más,
mi piel necesita del bálsamo de un rose de tu piel,
mis labios sufren por sequía de besos, agrietados y sangrando están,
mis ojos se niegan a ver la luz, necesitan los filtros de tu amor,
mis oídos no quieren escuchar nada que no sea tu voz.

Y lo más importante es que mi cuerpo y yo, necesitamos de tu amor,
tus caricias, tus roses, tus olores, de palabras recitadas con amor. 
Te juro que no puedo vivir si no estás aquí.
Nunca más, noches solitarias sin tu cuerpo de mujer, amor.


Con amor,     Tu esposo (tu novio)
 



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