martes, 7 de julio de 2015

MI marido es tremendo animal


... " ¡No hago más que pensar solo en él! "
Escuchar eso, de boca de mi mujer
fue como recibir un puñal en mi corazón,
saber que en ella existe, un él.
Esa frase resuena cada día en mi ser.
Me pregunto: ¿Cómo pudo suceder?
¿En qué momento ella se vió con él?
Mientras pienso y pienso;
mi corazón sufre con puñal en él
y cada vez que lo recuerdo 
es como si lo empujaran más adentro de él.
¿Cómo podrá ser ese tal, él?
¿Dónde y en qué momento se enamoró de él?
¿Será él, mejor que yo?
Debo ser fuerte y superarme, ser mejor que él,
pero mi corazón sigue sufriendo, creyendo que ella aún piensas en él...

¿Qué sucede contigo hombre? dijo la mujer al hombre, quien ha sido su compañero por muchos años.
¡Nada mujer! ¡simplemente quiero ser mejor que él, superarlo a él, y que pronto te olvides de él!
¿Quién es él? cuestionó la mujer a su hombre con mirada cruel, mirada indignada como de alguien que jamás ha podido engañar a su hombre, mujer cabal, honradez y dedicación es lo habita en su corazón.
Mientras que el hombre sigue con daga en su corazón y por donde pasa deja huella de sangre.
La mujer sigue molesta, pues, su reputación ha sido mancillada, ha sido colocada en la palestra de la duda.
¿Quiéres por favor explicarme, por qué esa duda y por qué tanto dolor has causado a mi corazón, con mi honradez puesta en la palestra de la duda?
No trates de fingir y mucho menos tratar de confundir. Si bien claro te habré escuchado, cuando con tanta osadía confesabas tu gusto por un tal; él. Pensamientos insanos y pasionales a su favor, pues, he visto brillo en tus ojos cuando te has referido con mucho deseo por él.
Explica por favor, de ¿qué diantres hablas? pues, jamás brillo por otro mis ojos habrán tenido.
Te digo: ¡La otra tarde que compartías con la mejor de tus amigas que no hacías más que pensar en él!
¡Jaja!, ¡vaya que me habré casado con tremendo burro, uno que saca sus conclusiones por haber escuchado el final de una conversación y de ella a sacado erróneas conclusiones!
¿A qué te refieres y por qué me has llamado tremendo burro, es por mi torpeza o será por otra analogía que se le da a pobre animal?
¡Jaja!, no me hagas reír, ya quisieras parecerte a él, pero en lo único que te puedes parecer con él, es en lo enorme de su torpeza, una inventada para poder devaluar la habilidad de pobre animal.
Entonces, dí y termina ya con ésto, que me estoy poniendo necio y bien sabes lo que sucede cuando llego a ésto.
¡Mi querido y especial esposo!, lo que habrás escuchado sin duda, seguro tuvo un buen inicio, pero como te caracterizas por ser un atolondrado, llegaste cuando debí de haber terminado y de ahí las conclusiones erróneas habrás tu sacado. 
Lo que debiste haber escuchado si antes hubieses llegado, es ésto, mi pobre marido amado y un poco precipitado:

... " Desde que a mi marido conocí, no he amado a otro que no sea a él;
no pretendas hacer que mi corazón prescinda de él, queriendo a mi cabeza llenar con tanta basura, como lo que tú, le has hecho a quien engañado sigue a tu lado, ¡pobre marido engatusado!
Al mio lo amo y lo amé desde el día que a mi vida llegó y lo amaré cuando nuestras vidas sigan su camino hacia donde el destino quiera destinarnos, que con seguridad será la tierra que nos habrá de regresar a lo que en un inicio fuimos, pues, recuerda que polvo eres y polvo serás. Ese será seguro mi final, pero junto a él. 
Porque desde que lo conocí, como ley lo amé y...   
No hago más que pensar solo en él "

Dedicado al marido bien llamado: Burro. Con el perdón de noble animal devaluado.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario