martes, 15 de septiembre de 2015

Apariencias


Tantas veces se ha criticado a las mujeres del medio oriente y sus costumbres, especialmente esa de llevar todo el cuerpo cubierto dejando a la vista únicamente los ojos, pues ni modo que cubrirlos, las criticas han sido muy severas y aun sigo pensando que eso no debería de ser así. Pero recordando algo que un día me sucedió me ha hecho reflexionar, que sería si las apariencias no fuesen de suma importancia, lo digo, pues cuantas historias ricas y bellas de amor se han perdido por eso de las apariencias. Cuantas mujeres no habrían sufrido, de no haber sido traicionadas por un bello físico, por alguien que les llamó la atención y luego, confundieron el amor verdadero con una mala atracción o simplemente debido a la costumbre de estar juntos o algo peor, el amor de una sola vía, cuando debería de ser algo de two way (dos vías), es decir, un amor reciproco en pareja; parejas enamoradas, mucho amor por parte del macho como por el de la hembra. Y todo por cubrir las apariencias, me refiero con ésta expresión, a que, si una señorita no se fijara tanto en el físico como en el interior de aquella persona, cuando al verla le permitió ser abordada por él, mala suerte, pues escogió al equivocado, simplemente por verle más o menos atractivo y lo peor, es que antes del elegido guapo y atractivo pudo haber llegado uno de no muy buen ver y ella lo vió con desagrado y le dijo que no. 
Pero, que hubiera sucedido si ambos hubieran llegado como éstas señoritas del medio oriente, con esas ropas que les cubriría todo, a excepción de las ventanas del alma. Supongamos que ambos tengan el mismo color de ojos, para ser totalmente imparcial y se dieran la oportunidad de platicar con ambos por un tiempo igual para los dos. Lo que seguro sucedería es que, ella no se enamoraría de un físico, sino de su alma gemela, suponiendo que alguno de ellos lo fuera; y después de un tiempo se citaran en algún lugar para conocer a quien su corazón, no sus ojos y la vanidad eligió. Solo entonces, a ella lo físico no le importaría pues ya estaría totalmente enamorada de su alma gemela. 
Ésto aplica tambien para aquellos hombres que los vemos lucir a mujeres extremadamente bellas y de las cuales, ellos están completamente enamorados, pasando a cumplir cualquier capricho que la hermosa dama se le antoje; ¡pero!, ¡sí!, hay muchos peros, pero el pero que les daré es el más doloroso, cuando éstas bellísimas mujeres, por eso de ser bellas, siempre serán asediadas y aunque no lo sean, tambien caen; en la oscuridad y en la clandestinidad se entregan a sus mas bajos instintos (claro, como toda regla hay excepciones) Pero en un porcentaje que sobre pasa un numero alto, ellas traicionan a su feíto o viejito marido, quien lo que les atrajo a ellas de ellos es su posición económica y social, su fortuna, escapar de las muchas necesidades; bueno, todo eso que ya sabemos.   
Sin importarles que al seguir a sus bajos instintos le hacen daño a marido, hijos, familiares y a ellas mismas. Y cuando vienen a darse cuenta de su error, debido a que han sido utilizadas o peor, que a su vida les llegó la justa y ecuánime vejez y al darse cuenta que ya nadie ni siquiera las voltean a ver, sufren, pensando lo que un día tuvieron y ahora ya no lo tienen, llegar a esa etapa de la vida en solitario, mal queridas por todos, hasta por sus hijos, ¡mala suerte! dirán algunos, pero la realidad a sido otra, las apariencias que un día las hicieron tomar una muy mala decisión.
A pesar que muchas se llenan la boca diciendo: "Yo no me fijo en la apariencia, a mi solo me interesa el interior de las personas" ¡Falsas!, pues es bien sabido por todos que eso no es cierto.

Recuerdo, cuando jugaba póquer con las fotos de mis amigas, las habían de todos los colores y sabores (¡pobre de mi!). Pero por las noches ya solo en mi cuarto, sobre mi deliciosa cama, en mis oraciones a mi Padre Celestial le rogaba que pusiera en mi camino al momento de decirme en sentar cabeza a una mujer: Honesta, que me amara solamente a mi, que no tuviera ojos para nadie que no fuera yo, y agregaba, que no me importe su físico, su etnia, su religión, nada que no fuera más que un verdadero amor, esa era mi oración de diario y que les digo, ¡buena suerte!, (me doy cuenta que ya he sido bendecido con varios milagros), Dios me dió una bella mujer, hablando de su interior, me refiero a su ángel, a su alma. Y creo que Dios vió en mi, que lo que tanto le rogué era bueno, que además me premió converger en mi camino con alguien tambien bello en su aspecto. (No le cuenten a nadie, pues a ella no le gusta que lo mencione, pero fue concursante para representar a nuestro país en Miss Universo, aunque no ganó, lo cual le agradezco a Dios, pues así no la tuve que compartir con nadie). 

Escribiendo ésto recuerdo la historia de Jack y Jill, dos que se conocieron a través de una linea telefonica y que se amaron sin importar el físico de cada quien y que al conocerse y verse nada importó. Aunque esa historia no tuvo un final feliz, imaginen que serio es éste asunto de las apariencias, pero con ellos, lo que falló fue la diferencia de clases sociales (otro tema que abordaré en una futura oportunidad).

Por ello, como el amigo fiel y amoroso que soy con cada uno de ustedes les pido, dense una oportunidad y dénsela a quien creen que no tiene posibilidades, pues podría ser que si la dejan pasar de largo o lo dejan irse por feo o cualquier otro defecto,¡ cuidado! que tal vez al que le diste la partida era tu alma gemela, aquel o aquella que te iba dar una vida de reina, reina humilde, pero al fin vida de reina. Mientras, espero no sea tu caso, vives en un castillo, con un tipo con rostro de actor de cine, envidiada por tus amigas, pero en la intimidad de tu hogar, ese castillo de hadas que es para tus amigas en realidad es un infierno; maltratos psicológicos, maltratos físicos, esclavitud, etc. Por las noches llorando y recordando al Sherk que un día quiso hablarte y tú, al verlo saliste despavorida y asustada, sin en ese momento poder llegar a asimilar que ese feo ogro era en realidad un príncipe azul, ese con el que desde niña venias soñando, pero su apariencia te espantó o, fue el no hacer el oso con tus amigas, que ellas de ti se burlaran, ya no importa, porque solo fue mala suerte o más bien una mala elección. 
Los que ya tuvimos el momento de elegir, pues ya ni modo, la historia ya se escribió y ésta no acepta tachones o fe de erratas, lo que en él se anotó, ahí se quedó.

Éste artículo, es más bien para los que aun están en edad de merecer, los que aun están escribiendo su historia, recuerden que no hay fe de errata, elijan bien, elijan con el corazón, no con la vista, ni con la ambición, pues lo que parece un loteriazo en plena crisis, se te puede volver un infierno en el que estarás deseando ser la más pobre, pero la más rica en cuestiones de amor. Éste, amigos y amigas, sí que es el premio mayor.  







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