miércoles, 16 de septiembre de 2015

Más temprano que tarde tu reloj se detendrá


Ponte los zapatos para que te cubran los pies, coge una camisa y ponte unos jeans 
si quieres trae contigo un sombrero, eso por si te pica el sol, sal de tu choza, llena tus pulmones de aire y estírate bien, mira bien lo que ahí dejarás. Las montañas, el cielo azul lleno de nubes blancas, mira tambien para el suelo y observa los animales del corral, coge en tu mente tus recuerdos de niño infiel. No olvides a ninguno, pues a donde vas te harán mucha falta, para recordar de donde vienes, cual es tu origen, no cojas ni un poco de tierra pues ella viene en tu piel. Mira el montículo de al lado, quita el sombrero y santigua tu frente,  en respeto a los que son parte de la historia que lleva tu piel y que ahora ya son tierra, barro, huesos con polvo, como fue al principio asi será el final, eso nunca lo olvides respeta su memoria pues te dieron su piel, su nombre y apellido tambien, limpia esa lagrima eso es tambien muy normal, despedirse y romper las raíces que te atrapan los pies. Suelta amarras y echa a correr, sin mirar para atrás, para mas abajo ya poder caminar, siempre a pie. Amarra bien tu calzado, jala bien el cinturón, coloca derecho el sombrero de piel, camina el camino que has caminado muy bien, no dejes migajas de pan pues no piensas nunca volver, ahora aquí empieza tu vida escoge bien el camino, pues si te equivocas mucho habrás de sufrir, pues en él conocerás personas de bien y a malvados tambien; éstos últimos te sabrán engañar y lo poco que tienes te querrán despojar. Recuerda que el camino a veces es plano, a veces tiene bajadas inclinadas, pero el más largo siempre será para arriba, acomoda bien tus fuerzas y tu mente tambien, caminos viejos y nuevos, de mañana y de atardecer, por la noche podrás descansar y las fuerzas reponer, aliméntate bien, no de lo que te den, sino de lo que puedas de los arboles escoger y de las plantas tambien, recuerda que el camino puede ser largo aunque eso depende de ti. Si te quieres detener y que de tus pies las raíces dejes crecer. 
Nunca te cubras del sol aunque sientas calor y si llueve esta bien, pues de ambos es la vida en el planeta. Y cuando sientas que te aprietan esos zapatos que no te ampollen los pies, es que estas creciendo y eso esta bien. Más cerca o más lejos te encontrarás con algún perro, si te ladra esta bien, si te quiere morder no lo dejes, si necesitas echa mejor a correr, aléjate de ese rabioso que solo quiere inquietar a tu espíritu, lo que quiere es sacarte del camino que ya bastante bien has recorrido, no lo dañes y por él mucho menos, no le temas solo es un animal al que puedes domar, utiliza la astucia y la experiencia que el camino que has andado te ha enseñado, esa experiencia que ya has acumulado, ésto deberá recordarte que en el camino problemas hallarás al igual que bendición, tú no eres blando de piel recuerda lo que aquellos te heredaron que ahora te han de servir para darle la vuelta a ese perro rabioso; sabes muy bien que el camino tiene ascensos tambien y montañas muy altas que deberás recorrer y si te hace mucho calor y te pica la piel, no rehuyas de él, pues cuando te encuentres con el frió desearás la picazón en la piel. Y en esos días de frío aprovecha y corre en lugar de caminar y veras como el calor inunda tu piel y el frío de ti habrás alejado. Cuando te sientas cansado y aburrido de tu andar solitario, hallaras a una mujer que de otro camino un día tambien ella salió para nunca volver; por ello te dije que eligieras muy bien el camino que te tocó elegir, si lo hiciste muy bien, con ella te podrás multiplicar y el camino ahora será para dos ya no estarás nunca más solo, busquen bien los dos el lugar donde habrán de caer, en el día que el reloj su caminar detenga, pues el que traes ya alguien le dio cuerda y la perilla luego le quitó para que la cuerda dure el tiempo que te toco recorrer, nunca habrás de quejarte, pues a todos nos lo han colocado sin perilla tambien, nadie tuvo ni tiene ese privilegio. 
Cuando veas que al fin se acabaron las suelas en tus zapatos, esos que un día te apretaron los pies, y el sombrero con agujeros en la piel y ese jeans que te queda hoy tan corto y la camisa solo andrajos son ya, no te preocupes pues nueva piel pronto tendrás y ropas nuevas y un nuevo reloj, lo verás estrenar es el fruto que dió la unión con aquella mujer, de tus pies ya descalzos veras las raíces nacer, no te asustes pues ya es hora de volver a lo que realmente eres, sube a ese montículo donde por fin habrás de descansar. En el te esperan los que nunca has olvidado y en tu mente te acompañaron, junto a ellos testigo serás, cuando tu hijo salga de la choza y llene sus pulmones del mismo aire que un día a los tuyos llenaron, él tambien mirará a donde hoy estas y se santiguará, tu le sonreirás y lo bendecirás, veras que en su piel ya esta la tierra que eres tu hoy y fundida en sus poros con él viajaras, pero esta vez polizonte serás, asi empezará nuevamente tu viaje otra vez, con el tiempo, su experiencia serás y junto a la de él caminos más largos y empinados subirán, eso es la evolución y en cada poro uno de los tuyos que ya viajaron contigo en aquel momento que de tu choza sin ver para atrás ilusionado tu caminar empezó. 

Y si te hizo calor, y te llovió tambien, y te ladraron los perros, otros tambien te quisieron morder, ascendiste montañas y resbalaste hondadas, dormiste de noche para de día avanzar, te alimentaste de lo que la tierra te ofreció y el camino elegido te entregó tu mujer y con ella uno dejaste de ser, junto a ella caminaste los caminos de la vida, hasta que tu reloj se detuvo. 

Éste nunca su caminar detiene, pues el tiempo no sabe de descansos, de respiros, ni tiene pereza, ni le pica la piel, mucho menos le teme a los charcos que quedan al llover. 
Descansa, pues ya mucho has andado, que ahora a otro le tocará caminar los caminos caminados por el tiempo y los tiempos, hasta que llegue el gran final. 

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