jueves, 8 de octubre de 2015

Imposible odiarte


Yo sé que es imposible olvidarte, 
pues mujer tú bien sabes cuanto te quiero.
Yo sé que es imposible mujer que tú me quieras
por ser mujer ajena de mi gran compañero.
Yo sé que es imposible no desearte
aunque me veas con impuros deseos,
sin importar que a mi lado esté tú amante.
Yo sé que es imposible no desear tus labios,
aunque muy bien sé que tus besos se los das a cualquiera
a veces hasta por dinero, mala mujer has de ser.
Yo sé que es imposible amarte,
porque yo no llegue primero
y le diste tus besos a mi compañero.
Yo sé que es imposible jamás ilusionarme
mirar a la mujer y no poder tocarla, oh cuanto la deseo.
Yo sé que es imposible querer enterrarte,
si te quiero mucho más que el mismo deseo que en otros también despiertas,
no creas que no siento cuando te acercas a mi con esa lujuria delirante.
Yo sé que es imposible querer esperarte,
pensar que un día tú me quieras,
porque sé muy bien que a nadie quieres, no más que al dinero.
Yo sé que es imposible esperar
a que mi compañero un día te deje,
pues de tus labios él probó primero dulce veneno,
ese que no tiene cura.
Yo sé que es imposible poder odiarte, 
pues mujer no he dejado nunca de amarte. 
Yo sé que es imposible también ignorarte, 
pues en tu cuerpo te llevas todas mis ganas,
y en él se ahogan, suplicando que me quieras.
Yo sé que es imposible no quererte y aprender a odiarte,
si mi corazón no asistió ese día a clases, cuando impartieron esa materia.
Yo sé que es imposible que me quieras,
si nunca has sido mía, más que en mis mejores sueños húmedos.

Yo se que es imposible mujer... 
Odiarte; si bien sabes cuanto te quiero. 
Ignorarte; si sabes cuanto a tu cuerpo yo deseo.
Esperarte; si junto a mi otros con ilusión también con ansiedad te esperan.
Amarte; aun sabiendo que tú amor me condenaría a muerte.
Ilusionarme; pues tu amor y el dinero es de mi compañero.
Emocionarme; pensando que un día llegues a amarme.
No desearte; cuando tu linda figura vive en mi mente.
Desterrarte; cuando de mi corazón ya te apoderaste.
Suplicarte; que devuelvas el amor que nunca me pediste.
Olvidarte; si ni por un segundo logro dejar de pensarte. 

Yo sé, que es imposible mujer, odiarte y olvidarte.


















No hay comentarios.:

Publicar un comentario