martes, 17 de noviembre de 2015

Ahora, mañana y siempre: Yo te amaré


Hoy, ahora, mañana y para siempre yo te amaré
así lo juré ante Dios y delante de mis padres dije que sí
tú, mujer ilusionada me aceptaste pensando uno seremos hoy.

La tarta partimos juntos para que nuestros invitados
sintieran lo dulce que sería nuestra noche.

Después de compartir con ellos un poco nada más,
como ladrones escondidos entre las sombras salimos de ahí,
nuestra cómplice como lo fue toda la vida
una brillante y embriagante luna plateada, 
que esa noche brillaba con un raro esplendor.

Ella fue, quien nos condujo hasta llegar al lugar
donde beberíamos la miel, tú la mía, 
la que guarde especialmente para esa noche.
Yo la que me darías y habías guardado 
con recelo desde niña, para entregarla
al gallardo príncipe sobre corcel blanco, 
así lo soñaste y asi seguro fué.

Primero un botón, luego una corbata, 
y así como quien desoja a una rosa
hasta quedar completamente desnuda,
sin prejuicios, ni nada escondido, 
como lo ha sido nuestra vida,
sin mentiras, sin secretos, ni otro contaminante 
que daña las relaciones que se basan en el amor
y la vida en pareja, así fue esa noche.

Pero antes de entregarnos nuestra miel 
reservaba para esa noche,
junto a la luna de miel 
nos dimos un regalo material, 
que ambos nos compramos 
para nuestra maravillosa e inolvidable noche, 
cada quien abrió su obsequio 
y nos dimos cuenta, 
que lo que nos obsequiábamos ya no podríamos usarlo, 
pues para comprar lo que compramos 
empeñamos nuestro objetos más preciados. 

Justo los regalos eran los complementos 
para dichos objetos, con pena los tomamos, 
pero nadie dijo nada.

Simplemente te vi a los ojos 
estabas sonrojada y yo emocionado,
me acerqué con mucho cuidado 
pues la flor ahora estaba desnuda 
sin abejas que la protejan.

Tus labios tiernamente besé 
y tu respondiste como debía de ser,
luego te recostaste y sobre tu cuerpo 
el mio descansó.
Ambos sentimos por primera vez
el calor que tienen dos cuerpos llenos de amor, 
ambos disfrutamos de esa temperatura 
que está muy alta, pero no quema, 
solo adormece y relaja, 
luego de conocernos nuestros cuerpos desnudos 
nos dispusimos a estrenarlos. 

Y se hizo el amor, 
y la luna cambió de plateado 
a color miel y el cuarto se lleno de rica miel, 
recien extraída del panal, 
ese que siempre fue protegido 
por guardianes de amarillo y rayados, 
esos que protegen a la reina, 
dueña del panal. 

Esa noche me bebí toda esa miel, 
pero jamás me empalagó 
por el contrario me embriagó 
y en su adicto me convertí. 
Ella tiene una fuente de miel 
que nunca he podido terminar 
y mi sed por ella aun no termina.

Ahora, mañana y siempre 
y como fue ayer y será siempre,
sigo enamorado de ti y tú de mi, 
lo sé y tu tambien lo sabes, 
es tan evidente pues todos se contagian
al vernos caminar, tomados de la mano o abrazados 
como cuando empezamos nuestra historia.

Ahora, como ayer, mañana y siempre 
amanecemos todos los días abrazados 
y al abrir mis ojos lo primero que veo
es a la bella mujer que Dios apartó para mi,
porque siempre se lo supliqué, 
Él me lo cumplió, doy testimonio.

Ahora, mañana y siempre 
será nuestra historia de amor la mejor.

Ahora, mañana  y siempre 
seguiré amándote 
como si fuera el primer día 
que con ansias tus labios besé.

Ahora, mañana y siempre 
mi gran amor serás, como lo prometí.

Ahora, mañana y siempre 
mi amiga, mi confidente, 
mi enfermera y mi mejor amante 
eso eres y serás por siempre.

Ahora, mañana y siempre 
me amarás, porque lo has deseado 
desde el primer día 
que contigo por teléfono hablé, 
así lo presentí.

Ahora, mañana y siempre 
agradecido de ti estaré 
por la maravilla de hijos que me diste, 
todos bellos, como lo eres tú.

Ahora, mañana y siempre 
nunca me cansaré 
como en cada oración 
de dar gracias a Dios por el milagro 
que le dió a mi vida después de tí.

Ahora, mañana y siempre 
escribiremos nuestra historia de amor, la mejor, 
la que seguimos escribiendo 
simplemente porque creemos 
nunca tendrá un fín.

Ahora, mañana y siempre 
jamás he pensado, 
ni lo he deseado, 
regresar a las mujeres 
que un día me dieron 
un adelanto de la miel 
de aquel panal que traían para mi; 
pero ese me empalagó 
mas el tuyo aun no.

Ahora, mañana, pasado y siempre
y mucho después, justo en la eternidad 
mi amor por tí seguirá vivo 
en este mundo será a través de nuestros hijos 
y en la otra vida estaremos siempre juntos, 
en el cielo o donde quiera Dios que estemos. 
Ahí, todos nos envidiarán 
al ver a nuestro amor trascender 
y nunca morir, porque el verdadero amor 
no tiene fin y esa mi amor es nuestra historia 
la cual aun estamos escribiendo juntos 
y seguiremos haciéndolo
hasta logra que sea 
la mejor historia 
jamas nunca contada.


Para tí, mi panal de miel, ese que no me empalaga, al contrario, adicto me convirtió de ti.

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