miércoles, 11 de noviembre de 2015

Mi vecino, el más suertudo y miedoso.


Si hablamos de buena o mala suerte, este tema le queda muy bien a un señor que vivió por casi 15 años a la vecindad de mi casa, éste personaje es alguien a quien yo diría que vino al mundo con herradura de caballo, trébol de cuatro hojas, pata de conejo, en fin, todos ellos en su adn, además de ser privilegiado con una maravillosa estrella, era un tipo de lo más miedoso, era tan "precavido" que le aterrorizaba hasta cambiar un bombillo, creía que se podría electrocutar. Ese era mi particular vecino, a quien llamaré: Toribio.

Un día, Toribio recibió en su casa a su hermana mayor, quien llegó de visita, hacía mucho que no se veían y se tenían un amor de los que rara vez se ven en algunas familias.

_¡Bueno Toribio, creo que ya me voy, no quiero me entre la noche y por el frío que hace creo que lloverá!
_¿Por qué no te quedas a cenar? Dijo la esposa de Toribio a su cuñada; Toribio con la emoción en su rostro dijo.
_¡Sí, quédate hermanita y después te llevó a tu casa!
_¡Si me llevas, me quedo a cenar! La familia de Toribio; esposa e hijas, se sintieron emocionados y felices de que la hermana de Toribio se quedara un rato más, pues ella era una persona muy querida, la amabilidad andando.

_¡Delicioso sazón cuñada, me da pena pero si me quiero ir! ¿me llevas hermanito?
_¡Claro hermana, con el mayor de los gustos!
_¡Abrígate bien mi amor, pues afuera hace un aire horrible! 
_¡Seguro habrá tormenta! dijo la hermana de Toribio, se despidieron, mientras Toribio sacaba su carrito del parqueo, se trataba de un toyotita 1000, un carro super pequeño.

Los hermanos, se fueron a casa de la hermana de Toribio, la cual quedaba al otro lado de la ciudad, ellos vivían en lugares opuestos. 
La tempestad dió inició y esa noche llovió como si el diluvio diera inicio. La esposa de Toribio se comía las uñas muy preocupada de saber que su Toribio no regresaba.

_¿Ya debió volver? Dijo ella, sus niñas hace un buen rato que dormían en sus habitaciones y de Toribio absolutamente nada.
_¡Llamaré a mi cuñada para saber a que hora se regresó Toribio! 

El teléfono llamaba, pero nadie contestaba. La señora de Toribio pasó la noche en vela, pues Toribio no regresó esa noche, a la mañana siguiente muy temprano el teléfono sonó, ella sintió un escalofrío recorrerla en todo su cuerpo y tenía miedo de contestar, por fin se santiguo y contestó.

_¡Aló! Dijo con una vos aterrada.
_¡Amor, soy Toribio! Se escuchó por el auricular.
_¡Dios mio, gracias! ¿qué te pasó? 
_¡Ahora voy para la casa y te cuento, solo tomo un taxi!
_¿Taxi? Dijo ella.
_¡Al llegar te cuento, no te alarmes!

Cuando Toribio entró en su casa, su esposa corrió y lo abrazó, tambien lo besó como si hubieran pasado más o menos un mes sin verse.
_¡Toribio! ¿qué paso? ¡dime por favor!
_¡Está bien mujer, siéntate! 
_¡Habla yá! ¿qué pasó?
_¡Tuvimos un accidente! dijo Toribio con tal naturalidad. 
_¡Dios mio! ¿qué pasó y tu hermana está bien?
_¡Está bien, pero esta hospitalizada!
_¡¿Hospitalizada?!
_¡Si sufrió varias fracturas en su cuerpo!
_¡¿Quéee, Y tú?!
_¡Yo, milagrosamente estoy bien, estoy ileso!
_¿Y el carro, dime que sucedió?
_¿El toyotilla? ¡De él no quedo nada, ni para huesera mi amor!
_¡¿Quéee, pero qué pasó?!
_¡Íbamos por el bulevar, ya para llegar a la casa de mi hermana y en eso!... ¿Recuerdas la tormenta no?...
_¡¿Tormenta Toribio?, eso fue el diluvio, pero sigue contando!
_¡Pues, cuando íbamos por el bulevar, se iluminó el cielo como si fuera medio día y luego escuchamos un sonido tan horrendo que hasta me dejo sordo!
_¿Un rayo mi amor? Dijo la asustada esposa de Toribio.
_¡Sí, un rayo dió en la hermosa ceiba que esta justo a cien metros de la casa de mi hermanita!
_¿Ese animalón de árbol?
_¡Si y el rayo fue tan fuerte que el enorme animalón, como le llamas tú, se vino sobre mi carro y lo aplastó todo, como si le hubiera pasado una aplanadora encima, mi hermana sufrió multiples fracturas pero esta bien, en traumatología del seguro social!
_¡Pero! ¿y tú?
_¡Yo gracias a Dios, solo quedé sordo por unos segundos hasta que llegaron los bomberos y sacaron la quijada de la vida y nos extrajeron de lo que quedó de mi carrito, ellos dicen que de milagro estoy vivo y sin un solo rasguño!

Despues de más de doce meses de aquel horrible accidente, la hermana de Toribio era dada de alta de la terapia que le heredó tremendo accidente.

_¡Bueno hermanito, disfruta de tu viaje, nos vemos a tú regresó!
_¡Gracias hermana, te traigo un recuerdo adiós!

Así se despidieron los hermanos desde el aeropuerto internacional la Aurora, cuando en los parlantes se escuchó.

_¡Pasajeros con destino a Tikal Petén! 
Los amados esposos se besaron y la esposa de Toribio dijo.
_¡Abracen a su papi y deséenle buen viaje! Les dijo a sus niñas.

Toribio abordó el jet que lo llevaría a su viaje de trabajo, era su primer viaje en avión y para su suerte le tocó el lado de la ventana, Toribio iba emocionado y dando gracias a Dios de que le tocará en asiento de ventana.
Cuando llevarían casi un par de horas en el aire, el capitán anunció que se prepararán que estaban cerca de su destino y les agradeció por volar en la Papaya Voladora (era el apodo de la linea aérea, por los colores de sus unidades).
Al terminar su anuncio el capitán, Toribio sonriendo a quien llevaba a su lado, mientras se colocaban sus cinturones de seguridad; al terminar, Toribio disfrutaba de los paisajes desde su ventana, cuando vió algo inusual durante las casi dos horas de vuelo.

_¿Oiga, será normal que el motor eche tanto humo?
_¡¿Quéeee?! Dijo la persona de al lado.
_¡Yo creo que debe ser por que ya aterrizaremos! Dijo Toribio tranquilamente.
_¡Dios mio, moriremos! Gritó la persona que iba al lado de Toribio.
_¿Qué sucede? Gritaron el resto de pasajeros. 
_¡¡El motor se está quemando!!
_¡¡Tranquilícense, todo esta bajo control!! Dijo la azafata, mientras el capitán les decía.
_¡¡Tenemos un problema mecánico, por favor colocarse como se lo indicará la señorita azafata!!

Mientras la azafata les indicaba como colocarse para un aterrizaje de emergencia.

Minutos más tarde, en los noticieros, en la capital...

_¡¡Interrumpimos nuestra transmisión normal, para una noticia de ultima hora!!
_¡Dios mio! ¿qué sucedería? Pensó la esposa de Toribio. 
Los periodistas en el noticiero de la televisión dijeron.

_¡¡Lamentamos informar a la población, que la Papaya Voladora, que salió hoy con rumbo a Tikal Petén, sufrió un accidente y a causa del fallo de uno de sus motores se desplomó a tierra!!... ¡¡No hay sobrevivientes!! ¡¡acá el listado de pasajeros y de la tripulación!!... 

Mientras el periodista leía la lista de fallecidos, los cuales ascendía a 95 personas entre pasajeros y tripulación.
La esposa de Toribio dió el grito en el cielo y salió hacia la calle con un ataque de crisis, gritando.

_¡¡Toribio se murió!! ¡¡Dios mio, Toribio murió!! 

Al escuchar a nuestra vecina gritando, salimos de nuestros sacro santos hogares a consolar a la viuda de Toribio, las vecinas, todas con sus brebajes para éstos casos, otras con pastillas para tranquilizarla. Cuando se logró tranquilizar a la viuda de Toribio y que algunos vecinos ya andaban con sus atuendos de luto; sonó el teléfono en casa de Toribio, todos se quedaron en silencio mientras la viuda respondía, quiza algún familiar o amigo para darle el pésame. Con mucho desgano y desilusión, ella contestó.

_¡Aló! Dijo ella y luego la viuda quedó muda, después de un rato sin hablar y el silencio sepulcral en la casa de la viuda; ella gritó.

_¡¡Toribio!! ¡¿eres tú, mi amor?!... ¡¿no estás muerto!?... ¡¡jajaja, estás vivo mi amor!! 

La esposa de Toribio lloraba de alegría y decía.
_¿Pero que pasó? ¡en la tele dijeron que todos murieron en el accidente, hasta leyeron tu nombre entre los cadáveres. Toribio le dijo a su amada esposa.

_¡¡Tranquilízate estoy bien!!... ¡Soy el único sobreviviente!... ¡Estoy ileso!... ¡Pero ahora salgo para la casa!... ¡Allá te cuento!...














No hay comentarios.:

Publicar un comentario