martes, 1 de diciembre de 2015

Julio y su tía Gloria (erotismo light)


Julio entró en su casa, era ya de madrugada y en el silencio de la casa solo se escuchaban los ronquidos de su padre, Julio iba con unas cervezas de más y se sentía algo mareado y no deseaba ser descubierto por nadie de su casa en estado etílico, siguió ahora descalzo con rumbo a su habitación, pero para hacerlo debía de pasar frente al cuarto de Gloria, la prima de su madre, quien se encontraba de visita debido a las vacaciones escolares, ella, una bella chica de apenas 16 años; Julio de 17 y medio años. Julio se detuvo al percatarse de que la puerta del cuarto de Gloria estaba entre abierto, debido a que esa noche, como algo inusual de las fechas hacía un mucho de calor, pero Julio se detuvo pensando que su tía podría estar despierta y lo delataría al verlo en el estado que había llegado; entonces pasó frente al cuarto muy lentamente y observando hacia adentro para tener control de la situación. Debido al estado de alerta con el que Julio iba, al ver para adentro del cuarto vió a Gloria recostada sobre su cama boca abajo, justo de lado, sus voluptuosas caderas desde ese ángulo se veían como algo imperdonable para no detenerse a apreciarlas y eso fue lo que hizo Julio; el tipo más caliente que jamás conocí. Al verla, Julio tuvo una erección, pues esa imagen para un adolescente era inevitable que esto no ocurriera, las sábanas que hace horas cubrieron el cuerpo de Gloria se encontraban de lado y otras en el suelo, ella descansaba, más bien dormía plácidamente cuasi desnuda por completo; algo si era cierto y era que Gloría dormía sin ropa interior, Julio atraído por la hermosa figura de la chica, entró en el cuarto y terminó de cerrar la puerta a la cual le puso pasador para no ser sorprendido; como ladrón se acercó hasta llegar a la cama, justo quedó con la visual de la chica en posición muy sensual, Julio quien aún estaba bajo los efectos de las cervezas y con la lujuria de un adolescente que ya había probado las mieles del sexo y como dije: Hombre más caliente jamás he vuelto a ver. 
Se subió sobre la cama y como gato que sigue a su ratón se acercó hasta la fuente de las mieles de Gloria y suavemente acomodó su cara entre sus caderas y muslos y con habida lengua separó los labios femeninos de Gloria, ésta quien dormía profundamente sintió algo entre sus piernas y soñó un sueño húmedo, del cual se dejó llevar, mientras el habilidoso de Julio se comía la vagina de la chica, ella comenzó a dar síntomas de vida, pero para ella todo lo que sucedía y lo que sentía entre piernas no era más que un delicioso sueño erótico, y hasta empezó a emitir quejidos de placer, mientras disfrutaba de su sueño ella se colocó boca arriba, dejando uno de sus tiernos pies sobre la espalda de julio y subiendo la pelvis para recibir más y más placer, hasta que llegó al momento cumbre del máximo placer, ella despertó y asustada pues su sueño seguía aun despierta, mientras Julio seguía haciendo su trabajo sexual y demás está decir que efectuaba un excelente trabajo; a estás instancias él tambien hacía uso de sus dedos, dando caricias a Gloría en otra parte de su hermosas caderas, además de acariciar desde su bajo vientre hasta pasando por los muslos de Gloría, ella entre elevadas de pelvis y el orgasmo que sentía quiso reaccionar levantando su linda carita adormitada y asustada y además muy excitada, ella vió que julio se divertía y se la comía que ya no pudo más que seguir adelante, acariciándole la cabeza como pidiéndole más y más. 
Julio se percató de que su tía estaba despierta y desde ese ángulo ambos sonrieron, entonces Julio empezó a subir por el hermoso cuerpo de su tía, mientras lo hacía besaba cada centímetro de su cuerpo, por donde hacía su hermoso viaje, se detuvo por unos segundos más en el centro del abdomen donde se encuentra el ombligo y de ahí recorrió los costados, algo que la hacían elevar su espalda por las caricias recibidas; después siguió su camino y se encontró con dos rígidos senos ya muy excitados, pezones colorados y duros, acarició a uno con su mano mientras al otro lo introdujo en su boca, propinándole pequeños mordiscos y succiones suaves, luego recorría su lengua alrededor de un pezón dispuesto a estallar, ahí se quedó un buen rato pero siguió su camino erótico, llegó al cuello de la chica a la que beso y tambien le dió breves succiones a ésto su mano hacía el trabajo que hace poco lo hacía su lengua y boca, le chupó su barbilla, ella corcoveaba con espasmos de placer y lo esperaba con la boca abierta y en su pecho los suspiros de una mujer que ya no puede soportar más placer y Julio, le introdujo la lengua en su boca, la que fue muy bien recibida pues era esperada con ansías, luego de besarse como desesperados, ella lo separó de ella y le arrancó la camisa; mientras éste se deshacía de su cincho  y desabotonaba su pantalón deseaba quitarse la ropa como si de eso dependiera su vida, cuando estuvo completamente desnudo, Gloria tomó entre su mano la virilidad de Julio y lo empujó, dejándolo de espaldas mientras ella se posicionaba de un lugar privilegiado para mujer ardiente y tanto ella como Julio se concentraron y se juntaron para sentir como uno se hacía uno solo con el otro. La única testiga de tan excitante y ardiente noche fue la luna que entraba indiscreta y colorada por la ventana. 
Ellos continuaron con su luna de miel hasta que el cielo comenzó a clarear y Julio salió con ropa entre sus brazo corriendo de puntillas para su cuarto.

_¡Julio, que te levantes y vengas a desayunar dice mi mamá! 
Entró el hermano menor de Julio, otro jovencito de apenas 14 años de edad, Julio se levantó se aseó y se dirigió a la mesa de comedor en donde estaban sus padres, la tía, y su hermano menor, Gloria lo vió y no pudo evitar que su cara se sonrojará, sin embargo desayunaron en paz. 
Una vez desayunados todos, los jóvenes de la casa salieron a la calle, Gloría se dirigió con las chicas del barrio, Mario el hermano menor de Julio con sus amigos los de su edad, mientras que Julio se dirigió a donde estábamos los mayores, los comprendidos entre los 15 y 17 años, entre ellos su servidor, al llegar mi mejor amigo Julio, éste iba con sonrisa de oreja a oreja y al verme me extrajo del grupo.

_¡Sergio vení quiero enseñarte algo! 
Yo le sonreí desde donde me encontraba, como diciéndole es necesario pues acá estoy de lo más cómodo, pero éste insistió que me tocó y acudí al llamado de mi buen amigo.
_¿Qué pasa mano? ¿Para qué me has echo levantarme del lugar más cómodo del árbol de don Mario?
_¡Mirá, ya fredy cayó en mi lugar!
_¡Déjalos, te tengo un notición! 
Y empezó la historia que ya relaté con pelos y señales (valga la expresión).
_¡Tú madre! ¡no te lo puedo creer! 
Mi reacción fue tal, que el grupo reaccionó y todos preguntaron.
_¿Qué pasó vos Sergio, qué pajas te está contando el Julio?
_¡Una más grande que su nariz!
_¡Jajajaja! Rieron todos.
_¡Tú madre es la narigona! dijo indignado Julio.
_¡Cuéntales a ver que opina la mara! 
Le pedí a Julio, pues yo ne me la creía, pues era algo muy dificil de creer. Y Julio, quien se sentía orgulloso de algo que nadie podría superar, no se hizo de rogar y les contó a todos su historia. Uno de nosotros a quien no le daré nombre, se sintió tan excitado por la historia, que se disculpó y seguro se fue para el baño de su casa.
Por su puesto que nadie le creyó a Julio esa historia tan increíble, además que la noche anterior Julio iba pasado de cervezas, dijimos, seguro lo soñó, por otra parte la tía de Julio era una niña demasiado bella como para fijarse en el narigón de Julio, ella era tambien algo creidita a nadie nos había parado bolas desde que llegó para esas vacaciones de fin de año.
Al día siguiente apareció Julio entre nosotros diciendo.

_¡Acá traigo unos trofeos de guerra para que me crean! 
Dijo orgulloso, mientras de una bolsa del pantalon sacaba una braga y de la otra un sostén los cuales eran obvios que no eran de su madre. Unos quedaron admirados, mientras que otros no la creímos pues nada costaba robarse unas prendas, enseñarlas y luego regresarlas al lugar de donde las tomó.
Llegó el siguiente viernes y todos nos dirigimos a donde íbamos los días viernes, lo que nos pareció extraño fue que Julio no nos acompañó, indicándo que estaría con su amante, amándose esa noche.

Esa noche, ya entrada la madrugada, alguien entró en la casa de Julio, tal cual lo haría un ladrón, pues si era descubierto le darían tremenda mandarina, se trataba del culicagado de Mario, se dirigió hasta su cuarto, pero cuando estuvo a punto de entrar en el mismo, escuchó un sonido que jamás había escuchado adentro de su casa.

_¿Qué putas fue eso? 
Se dijo y se quedó quieto y al rato de nuevo, era como un quejido de gata en celo, pero, ¿adentro de la casa? Mario decidió investigar que era aquel sonido y de donde provenía, el cuarto de Gloria quedaba al medio de Mario y Julio, entonces no le fue muy dificil llegar a la conclusión de que el raro sonido provenía del cuarto de su joven tía; llegó hasta la puerta de la chica y colocó su oreja sobre la madera de la puerta y efectivamente de ahí salían los extraños sonidos acompañados de un rechinido que solo podrían ser los resortes de la cama de Gloria. (Debo aclarar que por aquel tiempo no había acceso a la pornografía visual, y a la gráfica, ¡eso era oro solido!, por tanto, Mario no tenía referencia para certificar lo que sucedía en el cuarto de Gloria) Mario intentó con mucho cuidado abrir la puerta del cuarto de Gloria y verificar que pasaba ahí adentro, pero no pudo, pues la puerta tenía pasador, la curiosidad de Mario lo superó que se salió al patio para verificar por la ventana del cuarto de Gloria sin importarle que lo cacharan despierto a esas horas y mucho más espiando a su tía. 
Llegó hasta la ventana del cuarto de la chica y la quiso abrir, pero esta subió solo un poco, pues tambien tenía pasador, ahora los extraños sonidos tomaban más relevancia y el sonido era ahora más evidente, no habia duda algo sucedía en el cuarto de su tía.   
Mario no sabía a ciencia cierta que pasaba pero lo presentía, tambien se sentía excitado por escuchar esos extraños pero excitantes quejidos y otros sonidos más; en su cabeza se imaginó a su padre y a su tía en una faena sexual, pues jamás imaginó que Julio podría ser quien estaba con ella encerrados, entró nuevamente a su casa y se dirigió hasta el cuarto de sus padres y al acercarse a ella, lo que escuchó lo hizo desistir de su idea, eran los ronquidos de su padre, al escucharlos se desvió hacia el cuarto de Julio y lo encontró intacto y vacío, pero dijo: 

_¡Tal vez no ha regresado y anda chupando con sus cuates? Decepcionado por no poder descubrir que sucedía en el cuarto de su tía regresó al suyo, se acostó pero no pudo conciliar el sueño y así le amaneció, fue entonces que escuchó cuando se abrió la puerta de su vecina y tía y se levantó muy rápido, corrió hasta su puerta, la abrió con cuidado y lo que vió hizo que sintiera un vacío en su estómago, pues nunca antes él había visto a una mujer desnuda, sí, Gloria completamente desnuda despidiendo a Julio en su puerta, la imagen se le quedó tatuada a Mario en su retina, me refiero a la del cuerpo desnudo de su tía y es que era una maravilla de mujer. Mario regresó a su cuarto con aquella imagen y con ella amaneció. 

Pasaron unos días y Mario cuando veía a su tía la veía como la otra noche, completamente desnuda, esperando el momento indicado. El cual un día lo encontró, ambos, solos en la casa, ella y él, Mario se acercó hasta donde se encontraba Gloria y le metió la mano entre las piernas Gloria reacciono como era de esperar y lo separó de inmediato, además le plasmó una cachetada que le dejo colorada la mejía a Mario.

_¡Abusivo! ¿Qué pasa contigo? 
Le cuestionó Gloria muy confundida, Mario muy seguro le respondió.
_¡Sé lo que haces con Julio y yo quiero lo mismo o le cuento a mi mamá!
_¿De qué hablas? ¡Acaso estas loco!
_¡Esta noche llegaré a tu cuarto, quiero que dejes la puerta abierta y me des lo que le das a mi hermano, sino atente a las consecuencias! 
La amenaza estaba lanzada y nada lo podría hacerle echarse para atrás.
Gloría atormentada esperando que llegara Julio a casa para contarle lo que Mario le pidió. Cuando éste llegó a casa Gloria lo llamó y le contó la amenaza de su hermano menor, Julio como energúmeno se dirigió hasta el cuarto de Mario y de golpe entró en ella.

_¡Mirá hijueputa, si abrís la boca será lo ultimo que harás en esta vida! 
Pero Mario estaba disidido y nada lo haría cambiar, él solo quería una noche como las muchas de él con su tía no había otro trato que le interesara. 
Entonces Julio con los celos en su corazón  y el odio en su cabeza, le lanzó tremendo puñetazo en el rostro de su hermano, quien cayó al suelo sangrando de la nariz, éste se levantó y se lanzó sobre Julio y se dieron de puñetazos, Gloria la única testigo, al ver lo que acontecía gritó pidiendo la presencia de la madre de sus sobrinos, pues el padre de los chicos se encontraba de viaje, la señora al escuchar los gritos de Gloria se hizo presente y entre ella y su prima los separaron una vez todo en calma, la madre de los chicos pidió explicaciones y Mario le contó toda la historia y se abrió la caja de Pandoras.

Al día siguiente vimos pasar frente a nosotros a Gloria con sus maletas y con ella, una muy enojada madre de nuestros amigos y prima de la chica con rumbo a la terminal de buses para que regresara a su casa en el interior del país. Al ver lo que pasaba dejamos la comodidad del árbol de don Mario (+) y nos dirigimos a casa de nuestros amigos, Julio nos abrió la puerta y nos comentó lo sucedido.
Por un buen tiempo le aplicamos la ley del hielo a Mario, por su actitud infantil, al paso del tiempo todo paso a ser parte de nuestra historia, pero para ellos; Mario y Julio la vida nunca volvió a ser la misma, ellos se convirtieron en enemigos acérrimos de por vida. Siempre que les era posible se daban de golpes hasta sangrar.

El tiempo pasó y los padres de ellos fallecieron, primero el padre y luego la madre, quedando ellos solos, pero la enemistad continuó, Julio tomó un camino y Mario el suyo, mi amistad con Julio siguió intacta. Hasta el día de hoy recibo sus saludos cada día de mi cumpleaños y cuando tengo oportunidad le pregunto si sabe algo de su hermano y el me dice, que ni se lo mencione. De Mario, ya no supe nunca nada hasta el día de hoy.



Nota: Los nombres han sido cambiados para proteger la identidad de los actores de mi historia. 
Tomado del libro: "Historias de un adolescente tímido" de S. Raga.














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