miércoles, 13 de enero de 2016

SOLO


Nunca había dormido tanto,pero me dió esa luz tan fuerte en mi rostro, luz que me trajo del lugar de los sueños, lugar de dónde nunca debí haber vuelto, pero me tocó y me despertó; me levanté, me desperecé y solo con unos jeans, los que me vestían y cubrían mi desnudez salí del cuarto esperando encontrarme con mi familia, pero nada, recorrí el que fue mi hogar, cuarto por cuarto y a nadie logré hallar; en un pasillo, frente al viejo espejo me vi reflejado y mi rostro estaba demacrado, con barba de días, el pelo alborotado, me preguntaba ¿donde están? 
Me di cuenta que estaba solo, escuché un ruido y corrí, bajé por las gradas hasta la estancia, gritando: ¿Quién, quién?, luego de darme cuenta que tan solo era la vieja puerta, la que sirve para evitar que los mosquitos entren y frieguen la que se somataba; la puerta que siempre me negué a reparar, era ella la que golpeaba contra su marco, entonces grité: ¿Hay alguien ahí? Llegué hasta con ella y vi mi patio, uno tan grande que me hizo sentir más soledad, salí al patio y el sol era tan fuerte que me impedía ver más allá, recorrí el enorme patio y no vi nada otra vez me sentí solo, regresé y entré, pasé de largo por la estancia de mi hogar y me dirigí hasta la puerta que da a la calle, salí y en ella... ¡Nada! 
Me tomé de la cabeza y pensé: ¡Dios mio! ¿qué sucede, a dónde se fueron todos, por qué todo se ve tan solo? 
El piso tan caliente, hasta ahora me di cuenta, pues mis pies me quemaban, parecía que estaba sobre la arena de cualquier playa, al medio día, pero no tenía zapatos, corrí calle abajo hasta encontrarme con una sombra de un viejo árbol, uno que siempre fue el hogar de miles de zanates, cogí una piedra y la arrojé con todas mis fuerzas, las cuales no eran muchas y del árbol no salió nada, solamente unas hojas secas me cayeron encima; vi para el norte, tambien para el sur y para el oriente, como tmbién para occidente y mis ojos a nadie vieron. Vi al cielo, pero era dificil ver para ahí y a todo pulmón grite con desesperación: ¿A dónde están todoooos? y a lo lejos alguien un grito dió. ¡Dios mio, hay alguien que tambien se pensará solo! dije, y corrí para donde escuché el sórdido grito y en el lugar entré, era una casa muy cerca de donde me hallaba, no toqué, simplemente entré y nada, desilusionado me enteré que se trataba de una melodía que de un viejo tocadiscos, del cual se repetía y repetía una canción vieja del Bee Gees, sonreí al escuchar que el disco estaba rayado precisamente en una estrofa, en donde Barry daba su clásico y entrañable grito; el aparato estaba conectado a una batería de carro, pues electricidad no había en el lugar, se me ocurrió luego de detener al pobre del Barry dando de gritos levantar el auricular de uno de los quiza últimos aparatos de teléfono y tambien estaba mudo, lo coloque en su lugar de nuevo y a la casa registré en busca de algo que me pudiera servir, pero nada. 
Ahí vivía un viejo hippie y muy buen inventor, le dije a un su retrato: ¡Amigo Steve, te extrañaré a ti y a tus maravillosos inventos! Salí del lugar y de nuevo ya en la calle, solo como hace unas horas que me desperté, me dije: ¡Maldito rayo de luz solar! ¿por qué me despertaste de mi sueño?, debería de haberme quedado ahí tirado. 
Metí mi dedo en la boca y pensé: ¡Caminaré para donde me lleve el viento! con mi dedo húmedo lo elevé y sentí una carecía, que dulce la sentí, pues hacia mucho que no recibía una, esa caricia que rápido se disipó, pues como dije, el sol era muy fuerte. Me dio mi norte y caminé por las calles, el ardor de en mis pies ya no me hacían mella, quiza si alguna ampolla, pero sin embargo caminé, mientras lo hacia veía por ventanas y puertas que permanecían abiertas, mis pensamientos eran: ¿A dónde se fue toda la gente?, ¿por qué me quedé en este lugar solo? y además pensé: ¿Habrá en algún otro lugar del mundo otro desafortunado ser que al igual que yo, hoy se despertó y se encontró completamente solo? 
Seguí caminando por varias horas, ya habré caminado varios kilómetros, me dije, pero ni los sentí, antes hubo mucha gente aquí, llegué al que por mucho tiempo fue un tremendo Mall y entre en él; el parqueo como siempre lleno de autos de variadas marcas y modelos, me dirigí hasta el supermercado y entré; era enorme y ahora mucho más, pero en él ni una sola alma o tal vez miles, pero no las veía por eso de que eran almas, me sonreí, tomé una carreta y la llené de lo que se me antojó, luego ya con la carretilla llena la vi y dije: ¿Para qué quiero todas estas babosadas? nada de lo que había ahí era ahora importante para mi, leí los rótulos que pendían del cielo y busqué la que decía, alimentos; hasta ellos llegué y me encontré con muchos alimentos, carnes importadas pero crudas y algunas ya agusanadas, la refrigeración no servía me di cuenta de que ahí a adentro estaba iluminado pero no estaba una sola bombilla encendida, entonces me recordé que no había electricidad, tomé alimentos enlatados y frutas, las cuales vi frescas, fueron contadas, solo las que duran un poco más que las otras agarré, lo que me serviría para ese día y otros, sin hacer cuentas de nada, pues ¿qué pasaría, quién sabe? tomé botes de agua pura aunque habían tantas Coca Colas, me sonreí y me dije: ¡No gracias, me podrías hacer daño y necesito a mi cuerpo sano! que ironías de la vida, salí y cuando caminaba hasta mi hogar pensé, cualquier casa es mi hogar, es más, toda esta ciudad es mi hogar, ¡soy el dueño del mundo enteroooo! grité y luego empecé a llorar como un niño al recordar que ahora era un simple ser humano, solo en un lugar tan enorme, además pensé, que sería una bacteria para el mundo; dije: Ahora la tierra esta sana, pues su laxante hizo efecto, se deshizo de todas las mierdas que lo destruían, pero como nada es perfecto, le quedó una, esa porquería que le quedó era yo.  Pensé: ¡Si hubiera estudiado ahora sabría que hacer, pero como solo tenía un celular y una computadora de la cual extraía nada más que porquerías, deberé de confiar en mi instinto! ¡pero que desgracia que ni eso tengo!, un ser sin tecnología no es nadie, me recordé del señor Einstein y me santigüe, me repetí: Ahora si soy creyente, pero antes ni a misa jamas fui; parado ya en la enorme avenida de two ways y cinco carriles en cada una, de nuevo vi para uno y otro lado y la soledad estaba ahí conmigo, caminé hasta el centro de la ahora free way y me recosté en ella, juro que deseé ser atropellado aunque fuere por un mono de laboratorio que aprendía a conducir, como aquel comercial que siempre me gustó ver. Entonces el miedo me invadió, aun más que el saber que estaba solo, hasta hoy no me dió miedo estar completamente solo, pero saber que no habría más televisión, eso si que me aterró y grité: ¡Estoy solooooo! que desconsuelo, pelé una banana y a media avenida me las comí, ese fue mi alimento, di gracias a Dios por ellos, algo que jamás imaginé que haría, pues solo era de llegar a la alacena o a la refrí y ahí estaban, deliciosos y frescos alimentos, pero jamás dí gracias por ellos, sí a la tecnología por inventar las refris unas tan inteligentes, hornos tan potentes, estufas a corriente; pero a Dios, nunca, nunca me recordé de Él, más bien si lo hice de mi vecino el gran inventor, sonreí y dije: ¡Pero, si era cabrón el condenado! me puse de pie y pensé, ¿ahora que haré?, regresaré a mi casa ¿no? y entonces me dije: ¡Éste es mi hogar ahora, el mundo entero! y no me alcanzará la vida para recorrerlo, por lo menos éste lado, en este continente, pues de aquí que llegué al otro lado del enorme charco, eso creo que no pasará, pues ni nadar sé. 
Así empecé mi camino por mi enorme hogar, un mundo vacío, sin nada que darme, más que lo que encontraría en cada casa que irrumpiría, sin medicinas y más que las que aun no caducarán, espero no matarme, pues solo sé que la Aspirina la inventó hace más de cien años la Bayer y que es buena para la fiebre y dolores de cabeza, eso es lo único que de medicina sé, ¡estoy jodido! me repetí, pero para que quiero una larga vida si no tengo con quien compartirla, no tengo ni chucho que me ladre. Cómo los extraño, hasta el que mi nalga de niño los colmillos me enterró, es más, me gustaría verlo venir corriendo tras mio, y yo corriendo como cobarde, eso sería divertido. 
El sol que aun ardía, pues si que era fuerte el condenado a pesar de que por el horizonte agonizaba y detrás de él yo veía como venía la oscuridad total y yo sin sueño, cuanto habré dormido que no tengo sueño, vi las casas que me quedaban cerca a unas cuadras de donde estaba parado y dije: Aquella es bella, tiene tres niveles; pero al momento de cobijarme del tremendo frío a qué noche más inmunda y desventurada, esta todo tan oscuro, pues ni la hermosa y deseada luna se apareció hoy, oscuridad total y un frío que me hacía tronar los dientes, por más ponchos que me eché encima en la casa del viejo hippie, ah como hieden estas colchas condenadas, ojala y aunque se a un piojo o una pulga me acompañen me dije, pero ni eso; deseé que entrara por las ventanas un misero mosquito que quisiera conmigo compartir su cena, pero tampoco, ahí solos, Barry con sus gritos y yo; por eso regresé, pues en todo el mundo tan solo, este aparato sirve y me consuela mientras dure la carga de la batería, por lo menos esta noche tengo musica, me dije y me acomodé y, ¡ay! me paro de golpe, olvidando el frió que hacía esa noche; ¡maldición! lo único que me faltaba, ¿era entonces cierto? yo pidiendo compañía y ahora que consigo una, resulta ser misera cucaracha ¡agg! que asco, pero ella y yo solos en este planeta, ¿será la única o habrá más? regresé al lugar aun con un poco de temor, vaya hombre que soy me dije, no le temo ha estar solo en este misero mundo, pero sí al único ser vivo que en varias horas miro, ¿será que ella tambien se cansó de estar sola y busca un poco de calor? porque vaya que hace frío, me recosté y me dije: ¡Lo que quiera Dios! pero ya no estaba solo, entonces la empecé a extrañar y hasta la llamé, como cuando llamas a un cachorro, pero el sueño por fin me venció, sería por el frío, si eso fue. 
Esa noche soñé con cosas bellas: Parques llenos de niños jugando tenta, cuerda, subiendo a los juegos, como los columpios y resbaladeros; tambien soñé con unos hermosos caballos que corrían libremente y tambien vi a linda gente, amable, cómo la que mi generación conoció y las nuevas desecharon, ¡pobres ignorantes! me alegro que se los haya llevado la chingada por ser como fueron, por destruir un hermoso planeta solo por la ambición y la tecnología; y es que, ya todo estaba robotizado. ¡Qué barbaridad! hasta mujeres sintéticas mucho mejores que las de carne y hueso, sí, se pelaron los tecnólogos. 
Éstos eran mis pensamientos, cuando aparecía el sol por mi ventana, aun adormitado vi que no dormí solo, ahí va mi amiga a su agujero, ¡te veo más tarde! le grité, ella solo movió sus antenas; ¡loco! me dije. 
Así pasaron días y meses y por fin la cucaracha se convirtió en mi mascota, pasaron los meses cómo saberlo, si estando solo de nada sirve saber en que día y mes del año estás, lo supe por sus estaciones, meses de sequía y otros pocos de tormentas e inundaciones, faltará mucho para que éstas fiebres del planeta tomen sus cause y sean como antes fueron; en fin, no se que año ni mes ni día es hoy, cada día me levantaba y caminaba a lugares más lejanos, ella y yo, pues no vi otra más, deberán estar bajo la tierra conviviendo entre ellas, me dije, qué envidia apareándose y tú y yo solos. 
¿Eres hembra? ¡pues tienes unas antenas muy sexys! ¡Ah, ya estoy loco! me sonreí, pues hacía tiempo que no lo hacía, caminaba buscando lugares en donde encontrar alimentos, pues muchos ya se han pasado  y los enlatados ya vencieron, dejé la casa del hippie, pues hasta a su hedor me había acostumbrado con tal de escuchar los gritos del Bee Gees; pero por fin la batería se murió como todo en este enorme y solitario mundo, que ya nada me retuvo en el lugar y empece mi andar, ya deje atrás mi patria, mi raíz; bien decían, que el hombre sabe donde nace, pero no dónde muere... 

Y el hombre, el único sobre la faz de la tierra y su amiga sexy, se perdieron como cada día lo hacía el inclemente sol y le llegaba la fría noche sin luna, pues quién sabe que pasó con ella, creo que todos en el planeta fueron condenados por sus faltas y llevados a una Cadena perpetua en algunas nave que vino del cielo y no digo, que la mandó Dios; como siempre pensaron los Cristianos en la antigüedad; que serían llevados al cielo, pero eso le pudo a haber pasado al hombre antiguo más no al moderno, quien aun habiendo alcanzado tanta tecnología e inteligencia para llevarla a la realidad, se olvidó de lo importante que era el planeta, con el que un día acabó; primero empezó con su criaturas más débiles y cuando no hubo más que matar, siguió con él mismo, pero si fue así, en dónde están los miles de millones de cadáveres. 
¡No!, seguramente llegó el que un día le encomendó el planeta; le dijo: Cuídalo que ya vuelvo y el día llegó y volvió y lo que encontró lo encolerizó y ante la corte los llevó y ahí, un jurado los condeno a Cadena Perpetua, por haber asesinado y terminado con lindo lugar... ¿Qué tonto ser encomendó a horrible ser, para cuidar a tan bello lugar llamado Tierra? 
¿Pero qué sucedió con el que ahora es un hombre solo en este lugar? ¿por qué? él quedó, ¿para qué y por qué? se salvó...  Esa será otra historia. 
Mientras, pensemos: ¿Qué sería de nosotros y de éste lugar, si un día nos despertamos y nos encontráramos, solos?...

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