viernes, 12 de febrero de 2016

A veces...


A veces cuando viajo lejos
por motivos de trabajo
cierro mis ojos y extiendo mi brazo
y toco tu pelo.

A veces cuando viajo lejos
me siento viejo
un tonto que muere por tu amor,
solamente extendiendo mi brazo
y te puedo sentir,
y me siento joven de nuevo, 
pensándote.

A veces cuando viajo lejos
me olvido que fui aventurero,
pirata con un amor en cada puerto,
loco aventurero y conquistador
y ahora simplemente 
muero por tu amor.

A veces cuando viajo lejos
puedo encontrar en cada mujer 
una nueva aventura,
pero muero resignado 
sabiendo que vivo solo: 
Pensándote, soñándote y amándote. 

A veces cuando viajo lejos
con la libertad entera, 
me rompo en mil piezas
y la única que me puede armar, 
eres tú, mi bella mujer.

A veces cuando viajo lejos
reconozco que murió en mi
la sed de aventuras, 
reconozco que del cazador 
solo soy un cordero que va al matadero
y me entrego entero a tus placeres.

A veces cuando viajo lejos
cierro mis ojos,
extiendo mi mano y puedo
dibujar toda tu piel,
comienzo con tu bella y larga cabellera,
sigo mi viaje por le deidad
y me detengo en tus senos,
luego, sigo con la más bella aventura
y desciendo a una larga y plana planicie
y descanso en tu ombligo,
aunque sé, que si sigo será entregarme entero
pero la lujuria me obliga y avanzo,
acaricio tus muslos y disfruto de un caliente vientre,
soñándote, amándote, estoy soñándote,
y con esas imágenes 
vuelo lejos en alas de un bello sueño,
me rindo y solo contigo sueño.  






Inspirado en la canción: Soñándote, amándote. de Braulio. 

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