viernes, 26 de febrero de 2016

El tren de la vida


Como dice la canción (Diego Verdaguer): Si te dieran la oportunidad de regresar en el tiempo con la experiencia que tienes hoy, ¡usted que haría?...  Yo buscaría a la que fue mi amada y le pediría perdón. Para que regresar en el tiempo, si la tengo acá conmigo, mejor la tomo de la mano y se lo pido hoy...

Cuentan esta historia, personajes a los que no puedo mencionar, pues se los prometí y debo cumplirles la confianzas. Esto fue lo que me contaron, cierto o falso, cada quien deberá sacar sus conclusiones. 
Ellos me dijeron que la vida es como un tren, que viaja sobre un par de durmientes que aparentemente no tiene fin, pues te bajas de él hasta donde indica tu boleto, ese que te dieron al subirte al tren y que cuando el ticket indique la fecha exacta de tu muerte, aunque te agarres de donde quieras, de todos modos te bajan de ese tren y al estar abajo, el tren sigue su viaje sin fin y lo hace a una gran velocidad. Mientras el tren en el que viajamos va con rumbo norte hay otro que viaja con rumbo sur; cuentan que rara vez coinciden en algún punto; es más, nadie sabe si es o no verdad, el que haya otro y que venga en sentido contrario y si viene, hacía ¿donde va?...  ¿Quienes serán sus pasajeros?... ¿Será otro tren de vida? o?... 

También me he enterado que ese tren tiene tres estaciones, en las cuales hace una parada, pero que es en un abrir y cerrar de ojos, muchos ni siquiera se han dado cuenta de ello. 

A ver te explico lo que he escuchado, cuando subes en él te dan un ticket, el cual lo recibes y lo guardas sin siquiera saber que es el tiempo que permanecerás en él, sin embargo, tiene tres estaciones. 

La primera estación, será cuando inicia tu adolescencia, ahí, justo ahí, cuando dejas de ser niño, este se detiene y cuentan que lo hace por si deseas bajarte para volver a vivirla, tú niñez; el máximo de veces que tienes permiso son tres, si decides regresar a vivirla y luego no se que pasará. Pero en ese instante comienzas a sufrir los cambios de niño a hombre y descubres de las mieles que esa edad te da y lo que te ofrece, que las puertas del tren de la vida se cierran y tú ni en cuenta. Me pregunto habrá alguien que se percató y del tren se bajó?...

Al cerrar sus puertas, sigue su camino a gran velocidad, tú ahora todo un adolescente, disfrutando de las mieles y locuras que da esa edad sin darte cuenta ahora viajas en otro vagón. 
Con el paso del tiempo, llegas a la segunda estación, justo al momento de tu siguiente etapa juventud-adulto eres y sigues joven pero ahora con más experiencia y mejores libertades, tu rostro se ha limpiado y ya no tienes las molestas espinillas ni manchas, otros hasta bajaron de peso; en pocas palabras: De patito feo a cisne hermoso (aplica restricciones). 
La segunda estación está por quedarse y las puertas se cierran y el tren sigue su indetenible viaje y tú ni en cuenta. 
Ahora eres personaje independiente, tienes un titulo, un excelente trabajo, ya no eres un inquilino eres propietario y tus decisiones son importantes, tan importantes que buscas la pareja ideal para realizarte como hombre y formar tu propio hogar.

Y, así te llega la ultima parada, la ultima estación, pero estas tan ocupado viendo a tus hijos crecer y recordando lo duro que fue llegar hasta acá; estudios, desvelos, trabajo duro, penurias, que deseas disfrutarlo y no quieres regresar a vivir lo mismo, peor si tu vida no fue la que deseaste; las puertas se cierran y el tren sigue su camino, ahora mucho más rápido que antes.

Cuentan que hay una cuarta parada, pero esta tiene restricciones, es una solo para adultos mayores y que a ellos se les anuncia que en breve llegarán, por si habrá alguien que quiera retornar y regresar a algún punto en su vida, pero que nadie a querido ni deseado tomarla. Dicen que todos se hacen los sordos y otros hasta han caminado a la puerta, fingiendo dolores artríticos y al esta cerrarse hacen como si no tuvieron el tiempo necesario para apearse y regresan; el tren sigue su caminar, ahora a triplicado su velocidad. 

Cuentan una anécdota de dos ancianos que regresaron a sus asientos y uno al otro le dice:
_Estuvimos a punto de bajarnos ¿no?
_¡Sí! ¡casi lo logramos!
_¿Oye? ¿lo habrías hecho de haberte dado tiempo?
_¡Estas loco? jejeje y regresar a vivir la misma porquería de vida.
_Pero la tuya no fue una porquería, has sido un hombre con fortuna, mujeres y lo que cualquier mortal en su sano juicio desearía.
_¡Jajaja! no me hagas reir, mejor sigo mi viaje, total ya me quedará poco de tiempo en éste maldito ticket.
_Pero, ¿no te entiendo? yo por lo menos no lo hice porque mi vida si fue un desastre, una porquería: Vicios, abandonado por mi familia, de niño maltratado y de joven encarcelado; ¡una vida de mierda!
_¡jajaja! tienes razón de no haberte bajado. 
_Pero, y tú ¿por qué no entiendo?
_Mira amigo, mejor termino con dignidad mi vida actual, fue buena, inmejorable lo sé, pero creo que lo que esta más adelante ¡es mejor! 
_¿Si, será?
_Creo e imagino y casi estoy seguro, que al llegar a mi final regresaré de nuevo; de nuevo vientre naceré y empezaré una nueva vida; la cual me preocupare por disfrutarla mucho más que esta, nada mejor que un nuevo inicio, todo nuevo, serán nuevas metas, nuevas ilusiones ya nada de lo mismo.
_Pero, y si te tocará vivir una vida como la mía, una vida de porquería ¿qué harás?
_Esa vida no estaba planeada así para ti, era para mi, pero yo inteligente fui y cambie todo a mi favor, progresé y me esforcé y feliz fui; pienso hacer lo mismo además la vida vivida es el pasado y yo quiero conocer la vida futura y ser inteligente y bendecido en ella tambien, tu crees que la vida es solo esto ya vivido. 
_¡No amigo! lo que nos falta por ver y vivir, eso no lo compra ninguna riqueza del mundo que has conocido.
_¿Creo que nos toca bajar en la otra estación?
_Ojala te encuentre en esa vida nueva, ¿qué dices? 
_Si lo haces, no te detengas a lloriquear, a maldecir, a desear, ni a reclamar; deja lo que te estorba y sigue adelante, solo asi lograrás conseguir lo que yo conseguí en la vida que ya casi termino. 
_Nos veremos ahí, pero si no te espero no te enojes, pues cada quien elije y escoge, espero esta vez lo hagas bien.

Y se escuchó... ¡Próxima parada, los de ticket color azul de pie y listos para bajar, su viaje termino!
_Vamos amigo, seamos los primeros en bajar, asi encontraremos un excelente vientre para iniciar nuestra próxima vida y esta vez, caminaron como si eran un par de jóvenes, se olvidaron de sus achaques y frente a la puerta, prestos y raudos estuvieron y fueron los primeros en descender del tren de la vida. Mientras que otros se negaban a hacerlo, pero fueron obligados y golpeados descendieron, el tren cerro sus puertas y siguió su camino; pero esta vez la velocidad fue menor. 

¡Sorpresa! ahí estaba el tren que va al sur, ¿a donde irá?... 








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