lunes, 18 de abril de 2016

Byanca Nieves





Tiene una agilidad que te dejará boquiabierto 
y mucha alegría al andar.
Dicen que tiene en el alma y su mirar 
una luz muy especial.
Aseguran que tiene amores con un floral,
que lo mismo le da una rosa que un clavel,
que se levanta muy temprano y riega su jardín 
con el mismo amor que le daría a cualquier animal.
La han visto hablar con las aves que visitan su mágico lugar
y hasta aseguran que la han oído cantar con un ruiseñor 
lo mismo que con un grillo cantor.
Habrá quienes aseguran que se llama Blanca nieves, 
otros dicen que se parece con la Cenicienta.
Lo que con seguridad todos han acertado 
es que tiene alegría al caminar y de sus ojos 
una luz especial. 
Tiene amores con una rosa, lo mismo que con un clavel.
Que riega su mágico lugar y llena de aromas a todo su jardín,
canta con un ruiseñor al amanecer y al anochecer 
cuando hay luna llena la han escuchado cantar 
con un grillo cantor de largas patas y chistosa corbata.
No creas que ya es una mujer, mucho menos una adolescente,
tan solo es una niña, una muy niña, que le gustan las muñecas 
y el panal de rica miel.
Me mira por largos tiempos pensando que podría jugar con ella.
Disfruto verla soñar y oler los aromas de los lindos y coloridos rosales, 
aunque para ella, lo mismo será si es un desteñido clavel.
Yo lo único que de ella sé, es que aun es una niña, muy niña,
que sueña con ser alguien importante en un futuro cercano.
Mientras, tiene amores con un clavel, canta con el ruiseñor 
y sueña al ritmo del canto del señor grillo cantor 
de largas patas y chistosa corbata.
La confunden con Blanca Nieves, pero yo sé bien quien es esa bella niña.
Su linda y picara sonrisa, el hoyuelo de su mejía y esa luz 
que nace de sus ojos claros y grandes.
Ella es mi hija hermosa y su nombre es Byanca. 
Y la he visto cantar la misma canción con el ruiseñor y el grillo cantor.
Lo mismo le da tener amores con un rosal, que con un descolorido clavel,
puede hablar cualquier idioma que las flores en el jardín la escucharán 
lo mismo le sucede con cualquier animal.
Y es que, aun es una niña, tan solo una niña, 
que sueña con un mundo mejor, con una naturaleza llena de lindos colores  
y con animales que para muchos ya son extintos. 
Ella es mi bella niña, de risa picara, hoyuelo en su mejía y 
una especial luz que nace de sus ojos grandes y claros.
Disfruto verla correr por todo el jardín, 
colgando de su mano lleva a su muñeca de trapo. 
Y es que, aun es niña, muy niña. Es mi niña y se llama Byanca.











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