viernes, 27 de mayo de 2016

Fantasma de amor


Tu no sabes lo que me pasó, ignoras lo que me sucedió 
el día que me dijiste: ¡Ya no te quiero! 
Cuando regresé en mi, mientras extraía de mi corazón 
ese cuchillo que partió en dos a mi corazón dejándome 
ahí tirado sin vida.
Te marchaste, esa tarde como cruel asesino, dejando en le piso 
un cuerpo ya sin vida, fulminante fue la herida que me cobró la vida 
mientras yo moría, de lado veía, como tus pasos te alejaban de mi, 
yo sentía a mi corazón desangrase, peo con un ultimo hálito de vida 
tome ese cuchillo y ya casi sin vida lo extraje, provocando en mi 
fuerte dolor, el cual soporté y al sacar esa arma mortal que en mi  pecho
quedó y lo dejo con unas pocas gotas de sangre, suficientes para poder hacer 
lo que ni te imaginas.
Esa tarde, más tarde, luego de un desmayo, me levanté, claro que me costo, 
dificil fue y después meditando ahí quedé, hasta darme cuenta 
que ya estaba sin ti, mi vida se entristeció y una negrura sobre mi cayó. 
Me puse de pie y con mis pocas fuerzas me dirigí a la que fue nuestra casa 
y al llegar sane mis heridas. Cuando pasó el tiempo y pude recobrar mis fuerzas 
inicio en mi, este raro fenómeno en lo que mi vida se convirtió. 
Ahora sin tú saberlo, como un ente invisible, día a día y noche con noche 
yo te persigo, no sé por que lo hago si ya no eres mía. 
Cuando por la calle vas caminando y de reojo le sonríes a quien te mira 
yo a tu lado, para evitar que tropieces y caigas al suelo. 
Mientras duermes, yo velo tu sueño, por si tienes alguna pesadilla, soy yo 
quien te despierta y te consuela y ahí a tu lado sigo, hasta que concilias 
de nuevo tu sueño. 
Y cuando el día llega y te levantas, yo te cuido y  protejo tus pasos, 
vigilante para que nadie vea la belleza de tu cuerpo desnudo mientras te duchas 
yo veo enamorado ese cuerpo perfecto al que tanto amo y sin que sientas 
te tallo la espalda y esas zonas a las que no llegas, yo las cuido y las limpio 
por ti. Luego te acompaño hasta la mesa y controlo que tu café no sobrepase 
la temperatura para que queme tu linda boca. 
Para cuando sales a la calle, te sigo los pasos y voy pendiente de que nadie 
se acerque y te haga daño, evitando que un negro destino te maltrate lo bello 
que por dentro llevas y que un día fue solo mío. 
Eso es algo muy extraño, pero siento que me gusta a no saber nada de ti, 
no volver a verte jamás, prefiero ser ese ente que persigue tu vida y tus pasos, 
velar para que sigas siento una mujer santa a la que tanto amé y aun amo, 
yo sé que tú ya ni te acuerdas de mi, pero aquí estoy a tu lado, para ver 
que no te pase nada, protegiendo tus días y velando tu sueño en la noche.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario