miércoles, 18 de mayo de 2016

Un Alien Indocumentado en Estados Unidos


Llegué a este planeta en la década de los 80´s atraído por una capsula perdida en el espacio, la cual indicaba las coordenadas para llegar a aquí, logré ver en esa capsula: Fotografías y videos de sus maravillas naturales: De su fauna y su flora, todo era excepcional, jamás nunca vi en toda la galaxia recorrida en mi nave, una modelo XZVSW2000, un lugar tan excepcional, espectacular, pero aun viendo esas maravillas me dije.
_Tendré que desviarme diez mil años luz de mi destino y no creo tener lo que llaman en este planeta, tiempo suficiente como para llegar a mi compromiso. Pero luego oprimí otro botón y apareció en la pantalla una rareza que jamás antes imaginé; se trataba de lo que aquí llaman musica y eso si que era increíble, al escucharla, mis extremidades comenzaron a moverse y mi trasero no dejaba de temblar y en mi mente: Maravillosas imagines. Era una droga muy adictiva para mi raza, pero aun así logré disuadirme de que no era correcto y me controlé, cosa que me costó mucho pues, el bajo y los tambores de la batería eran mi debilidad, pero aún así lo logré y dejé a la capsula seguir su camino y yo, encendí los motores de mi nave para continuar con mi viaje hacia mi compromiso el cual me esperaba en otro universo lejano. Fue entonces cuando apareció en pantalla, bueno primero escuché la melodía, la cual me hizo de nuevo no poder controlar mis extremidades y mis ojos los dirigí hacia la capsula para ver lo que escuchaba y ahí estaba, bailando, ejecutando su famoso paso: Caminando sobre la luna (Walkmoon) me dije. 
_Tengo que ir.
Y, luego de que los motores de mi nave arrancaron cambien las coordenadas y me dirigí con destino a la tierra, planeta hasta entonces desconocido para mi, le pedí a mi computadora me diera información del planeta pero esta no lograba darme absolutamente nada, entonces le dije _Conéctate con esa capsula y extrae de ahí lo que necesitamos para no llamar la atención. Pues mi presencia por si sola habría causado un escandaloso llamado de atención y todo habría terminado para mi en este planeta al cual amo tanto. 
Así fue como vine a dar a este planeta llamado Tierra. Al cual, entre una noche de verano ya transformado en todo un terrícola, lo recuerdo muy bien cuando llegué, fue un 19 de noviembre de 1980 y en las noticias un problema diplomático entre naciones que para mi eran desconocidas y además a mi no me interesaba en nada, yo deseaba conocer de este joven que bailaba tan bonito y ese paso el cual me consto tanto aprenderlo, hasta que por fin lo dominé, era un joven de piel de color oscura; después me enteré que aquí les llaman afroamericanos o de raza negra, bueno eso tampoco me interesaba. Llegue esa noche y aterricé en un lugar alejado de la ciudad, en ese entonces no sabia donde estaba, pero se trataba del Reino Unido. Para cuando estaba tocando tierra, iba desnudo buscando como hacerme de unos trapos; caminé por aquella noche de luna llena, al verla me recordaba que millones de años luz de distancia hacia donde se encontraba la luna esa noche me esperaban por un compromiso; por fin, luego de caminar varias horas llegue a un lugar hermoso, una residencia que parecía un castillo y ahí entré como un ladrón, esa palabra la supe después, entre como tal, ya no aguantaba el frío, mis pelitos en mis piernas y pecho estaban erizados, me ubiqué en una habitación y busqué el lugar en donde los terrícolas podrían guardar sus atuendos, luego de que un raro espécimen me correteara por toda la mansión, era un enorme perro, negro y con una dentadura más peligrosa que la de mi suegro. Después de correr desnudo por varias habitaciones, escuchamos que entró alguien a la hermosa casa de campo que más bien parecía un castillo y al entrar los señores dueños de la enorme casa, el perro me dejó ahí todo sudado, mi susto se me notaba entre las piernas, -¡jajaja!, no sabía para que era esa extensión humana en su cuerpo, me dije. 
_Ahora debo vestirme. 
Y cogí unas ropas, las primeras que me aparecieron y me salí de esa casa, cuando iba para afuera por un pelito y me topo con alguien a quien todos le decían: Su Majestad, era una señora de corta estatura quien acariciaba al monstruo de dentadura igual a la de mi suegro, más tarde supe que les decían mascotas y que aquella de mal humor era un perro y que eran los mejores amigos. Cuando me perdí de nuevo por el campo con rumbo a mi nave ya con ropa, una por cierto muy fina, llevaba en mi mano un artefacto muy cómico el cual parecía ser otra extremidad; recordé que en la capsula, un chico cómico caminaba de una manera muy cómica con uno de estos artefactos, ahora sé que se llaman bastones, aunque no lo necesitaba, me acostumbre a usarlo, me sentía importante; de mi traje negro con lineas muy delgadas verticales de color blanco, salía una cadena que no sabia en donde colocarla, del otro lado un aparato que tenía unas agujas y una numeración; se trataba de un reloj y supe que el humano era esclavo de un tiempo que solo aquí existe y que el traje tenía una bolsa especialmente para él. 
Ahí viví un tiempo, era un lugar muy especial y digno, todos eran unos caballeros y además habían muy buenos músicos, los cuales tambien lograban excitar a mis extremidades ahora humanas; me conseguí un lugar en donde vivir y alimentarme, a mi nave la reduje de tamaño y la usaba como llavero, un adorno que muchos quisieron comprar, pero este no estaba a la venta, era imposible que pudiera vender mi transporte inter galáctico. Ademas, debía llegar a mi compromiso, el cual por buen rato había olvidado y todo por esa droga llamada musica, me dije. 
_Bueno, es hora de partir, pues a miles de años luz, alguien me espera, me despedí de mis hasta ahora conocidos y vecinos, unos muy elegantes pero muy estirados, me dirigí en un taxi hasta un lugar lejano de la ciudad de Londres, justo pasamos por la casa de donde obtuve mi primer traje terrestre y le dije al chófer.
_Bonita casa ¿no?
_¿Casa? ¡jajaja! Rió con mucha elegancia y agregó. 
_Pero si esta es la residencia Real, para vacacionar, esto no es una casa caballero, es un castillo Real.
_¿Realeza? ¿qué será eso? me dije, pues no quise parecer un ignorante ante educado caballero y chófer de un auto modelo muy antiguo, le pedí que me dejara justo en un lugar, pues de ahí tendría que caminar hasta un lugar alejado para colocar a mi llavero de tamaño normal para poder continuar mi viaje; para cumplir con mi compromiso. 
Cuando estaba al lado del chofer pagando la carrera con su moneda local, en su radio escuche al cantante moreno cantar uno de sus éxitos: Billie Jean, mis extremidades me traicionaron y con dinero en mano, frente al caballero y chofer, baile; no podía evitarlo y este con su mano extendida y su rostro muy serio me veía bailar con las libras esterlinas en mis manos, pero no podía entregárselas hasta que el locutor dijo esto.

...Esta semana se presentará en el Radio Music Hall de Nueva York, Michael Jackson, con sus éxitos y su increíble baile: Camianado sobre la luna. Eso dijo el señor locutor.

Le dije al chofer. 
_¿Sabes?, regresemos y me llevas directo a New York. 
El caballero al volante me vio con un rostro carente de alegría y me dijo.
_Sé que es muy bueno Mr. Jackson, pero tampoco para perder la compostura caballero y eso de que lo lleve a New York, ¿esta usted drogado? 
Pensé, debí haber cometido algún error, debo ser más cuidados o seré descubierto y por un chofer de taxis; entonces camino de regreso a Londres le fui extrayendo informacion sin que él se  diera cuenta y cuando se dio cuenta, cosa que no pasó, me dijo todo lo que debía saber para llegar a New York y el Radio Music City Hall, para ver a mi artista preferido. 
El día siguiente, me encontraba en un lugar especial a donde se encuentran centenares de naves terrícolas y escuché mientras esperaba. 
...Pasajeros con destino a New York abordar por la puerta 12...

Me puse de pie y me dirigí hasta ese lugar, abordé la nave, la que me conduciría hasta New York; por supuesto con mi llavero habría llegado en cosa de un par de minutos pero con esa absurda nave, llegamos después de casi medio día, medio día de ver océano, nubes y cielo. Cuando vi el cielo, una estrella vi brillar y pensé. 
_¡Mi compromiso! Pero, luego en mi  mente vi al chico moreno caminando de esa manera que casi con solo esa imagen en mi cabeza mis extremidades tuvieron un movimiento involuntario.
_Perdón  señora fue algo involuntario, no pasará más. 
Se trataba de mi compañera de asiento, una señora quien me recordó a mi suegra a pesar de que mi suegra es una señora natal del planeta CPOX1979 y eso ya es palabra mayor, esta si me asustó; sentí como mi pecho se agitaba, subía y bajaba y yo sin saber que era, luego supe que estaba sufriendo un ataque de ansiedad, el cual gracias a una hermosa azafata pude controlar; ella, cuando supo que yo moría por ver a Michael, también casi se desmaya y en el lugar de las azafatas, ambos practicamos por un buen rato el paso: Caminando sobre la luna, ella lo pudo hacer y yo no.  -¡Grrrrr!
Por fin, llegamos a esa enorme y hermosa ciudad. Cuando estuve frente a un enorme agente del servicio secreto de este país, me preguntó: -¿A qué llegaba yo a los USA? y cuando le dije el porque de mi visita, fui llevado a una oficina en la cual me examinaron todos los agujeros con que cuenta este cuerpo humano y al no encontrar nada en ellos con un rostro de enojo me dejaron entrar en su país; creo que a ellos no les gusta la musica de ese muchacho. 
Estuve en esa gran ciudad esperando a que llegara el día de la presentación de la estrella del pop, pero no pude conseguir una entrada, todas agotadas, no me quedo de otra que utilizar a mi computadora la cual hibernaba en mi llavero, la desperté y le ordené que fabricara una entrada para aquel concierto, algo que hizo en cosa de medio segundo, pero tambien me advirtió de algo.
_Estas siendo vigilado por una agencia especial de este gobierno, conocidos como el FBI; ten cuidado, pues son muy peligrosos y si te descubren estas perdido, creo que estamos en esta ciudad, en este país de manera ilegal o como le dicen los latinos: Mojados. 
Yo me fui corriendo al baño, pero no, estaba seco. 
_¡Oye computadora! deja de hacer eso que hacen los terricolas.
_¿A qué te refieres? Me dijo la computadora. 
_Me refiero a las bromas. Le dije.
Ella respondió: -¡Ja, ja, ja! y de nuevo hiebrnó, yo la coloque con mis llaves en mi bolso y efectivamente era vigilado y perseguido por esos de la FBI, me dije: -En su momento les daré una probadita de su propio chocolate, ahora lo que me interesa es ver el concierto de quien me trajo a este planeta, desviándome de mi viaje de mi compromiso.

Llegó el día del concierto y las colas iniciaron con dos días de antelación y heme ahí, con la puntualidad del país que me acogió cuando vine a este planeta.
_¡Oye tú! a la cola, ¿quien te crees? el Príncipe Carlos con ese tu bastón y ese traje. 
No dije nada, pues me seguían y tambien no podría ver a mi ídolo, el Rey del Pop, este si era un rey no los que conocí en Londres, esos no hacen nada, ni cantan, ni bailan, son aburridos; pues, no les dije que alguna vez estuve con ellos bebiendo el té... Bueno otro día les cuento, eso fue lo más aburrido sobre este planeta y más teniendo a mi lado la dentadura horrible que me recordaba a mi suegro, ¡cierto! mi compromiso, ya saldré para allá, solo veo a mi  consentido, será increíble verlo caminar sobre la luna. Pero cuando estaba por ingresar al Radio City Hall, unos tipos de negro me pidieron lo siguiente:
_Perdone señor, pero ¿nos puede acompañar? ¿puede salir de la fila? 
_Pero, ¿por qué? 
-Usted solo obedezca, por favor. 
Y me tomaron muy educadamente del brazo y me sacaron de la fila, y ya para entrar al concierto. Me dije.
_¿Será que se dieron cuenta de que mi entrada era falsa? pero no, fui llevado a un lugar en donde me interrogaron por días y yo sin saber nada de un tal Comunismo, mucho menos de un tal terrorismo, pero ahí me tuvieron y por supuesto me perdí del concierto. 
Ahora que me han dejado libre pero que aun me siguen vigilando, pues, ven algo extraño en mi me vengo a enterar que habrá otro concierto, pero será en una isla llamada Australia. Me preparo para mi viaje en esas naves obsoletas y aburridas, ahora ya compré mi boleto legalmente, esos hombres de negro y lentes oscuros me han acompañado hasta el aeropuerto y ahí se quedaron mientras la arcaica nave se elevaba por los cielos; yo pensé: -¡Mi Compromiso!... 


Continuará...

Por cierto; mi compromiso, solo para dar un adelanto del próximo capitulo, se trata de mi casamiento con mi prometida de hace más de cien años terrícolas... La pregunta es: ¿Llegaré? ¿Lograré ver a Michael Jackson caminar sobre la luna?... ¿Qué haré? ¿seguiré siendo un mojado en los USA o mejor, en el planeta?... Eso lo sabremos en futuros capítulos... ¡Ah!... ¿Habrán futuros capítulos? ¡Ejem! ¡Jejejeje!

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