martes, 10 de mayo de 2016

YO QUE NUNCA SUPE MAS DE TI

Hace ya un buen tiempo y yo, hasta hoy me vengo a enterar.
Sí supe que renunciaste a todo por mi, por cuidarme, que siempre estabas ahí cuando te necesite; que cuidaste mi sueño, que me diste la paz que no encontraba. Seguro estoy, que todo lo que en la vida hice, muchas veces fueron cosas que nos llenó de felicidad, pero las otras veces; las que uno quisiera olvidar, esas que te disgustaron pero que nunca te distanciaron de mi. Yo que me equivoque tantas veces, pues empezaba a vivir, no quise hacerte daño ni mucho menos, solo era mi situacion. 
Por favor, quiero que sepas que nunca te engañé, que nunca me aproveché, perdón si te di cóleras y noches sin sueño. Pero cuando te dije que te amaba, era de verdad, con mis equivocaciones y mis aciertos, siempre te ame. 
Hoy que me vengo a enterar de todos los sacrificios que hiciste por mi y dentro del vacío que mi vida es, como quisiera poder regresar el tiempo y poder volver a empezar, volverme a enamorar; con ese amor, el más grande, el mismo que tú me diste a mi, con esa paciencia envidiable de tu parte para todos mis devaneos que en mi vida tuve. 
Hoy me vengo a enamorar y más, vengo a enamorarme de ti; como nunca antes pude amar a nadie. Pero yo
 sé, 
que algunas veces te busqué solo por necesidad y tú siempre me recibiste con un cálido abrazo y tremenda sonrisa, cada vez que eso pasaba, los regresos de mis viajes largos y sin sentido, para cuando volvía, encontraba tu casa con las puertas de par en par, un rico abrazo y esa sonrisa siempre acompañada de tu tierna mirada. 
Seguro que me equivoqué, tú nuca quisiste hacerme daño, lo sé, eso era imposible yo a veces creí que eras mala conmigo y que lo que me decías, lo hacías solo para herirme y manipularme, hoy seguro estoy que me equivoqué. 
Pero creo que la razón de mis regresos junto a ti eran porque simplemente siempre te necesité, y cada día que pasaba más te necesité. 
Y ahora que estoy solo, encerrado en mis propios problemas, los que la vida me da y los que en la calle me he conseguido, ahora que soy un hombre adulto, con mis propias dificultades y problemas adentro de mi hogar. 
Ahora que estoy aquí, en esta noche triste y oscura, leyendo esta hermosa carta que me has dejado, contándome todos los sacrificios que por mi hiciste, a todo lo bueno que por mi renunciaste. Me encuentro solo y recordando todas nuestras cosas, nuestros lindos momentos, mis reproches a tus actos, aquellas cosas que en su momento no entendí, mi rebeldía y negativa a seguir tus consejos, tus noches de desvelo que te obsequié. 
Me encuentro con esta carta 
sobre mis piernas,
 hecha con tu temblorosa y vieja mano  y con mi cabeza recostada y con la vista perdida en el cielo, recordando: LA PRIMERA VEZ QUE TE NECESITÉ, LA PRIMERA VEZ QUE TE VI, NUESTRO PRIMER BESO, NUESTRA PRIMERA CARICIA... 
LAS TUYAS, FUERON PERFECTAS Y LAS MÍAS TORPES, TU MIRADA Y LA MÍA Y TU BELLA Y TRANQUILIZANTE SONRISA. 

Hoy, espero y deseo que nunca hayas pensado que cuando te dije que te amaba, te mentía, yo cuando dije amarte, es porque lo sentí, y ahora sé que siempre te amé y te amaré. 
Ahora con mis días vacíos, con lo que mi vida a sido, como quisiera, cómo quiero volver a empezar, escucharte decir: Ya veras que mañana todo mejor será

Hoy, quisiera decirte, como el primer día, que me he vuelto a enamorar de ti....
Como quisiera regresar el tiempo y volver a empezar.
Pero... 
Tú ya no estás. 
Y yo, que ya nunca supe más de ti...  
MADRE.

"PARA TI... MADRE, DÓNDE QUIERA QUE DIOS TE TENGA"

No hay comentarios.:

Publicar un comentario