martes, 7 de junio de 2016

Los Gemelos (como me lo contaron te lo cuento)


Una pareja de jóvenes que estando juntos procrearon a unos gemelos, un día por circunstancias de la vida, decidieron separarse y así lo hicieron; empero, siguieron siendo buenos amigos, por qué no habrían de serlo, si eran los padres de dos niños de corta edad. 
El tiempo pasó y ella un día le confesó al que ahora era un simple amigo, que se había enamorado y que se habría de casar por amarlo como a nadie. 
La extraña relación entre ellos continuó, que hasta él, aceptó ser el padrino de bodas de la que un día fuera su gran amor y del cual nacieran los gemelos. Ella se quedó con uno de los gemelos y él con el otro, los cuales los turnaban para no perder el amor de ninguno de los dos. 
Por otro lado, él no se pudo casar por estar aun enamorado de la ahora amiga o por no tener otro fracaso; eso no lo sé. 
Pero la amistad entre los tres se consumó y creció, aquella era una extraña relación, una relación que a todas luces no se veía muy bien. 
Ella, de nuevo se embarazó y de la nueva relación nació la hermanita de los gemelos, Jean Carlo sentía a la beba como si fuere suya y así la amó, que se mantenía en casa de los esposos y amigos de él, disfrutando de la hermosa bebe y hermana de los gemelos. 
Mientras el esposo de Ofelia se encargaba de atender sus asuntos, asuntos ignorados por su esposa y padrino de bodas, ellos, los ex-pareja atendían el hogar, una como ama de casa y el otro como el padre de los tres niños. 
El tiempo pasó como suele pasar, tan rápido que se nos va entre los dedos y un día, Jacinto, el esposo misterioso les propuso a Ofelia y a Jean Carlo lo acompañaran en uno de sus misteriosos viajes de negocios, negocio con el cual le iba de maravillas. 
Esa noche, los tres en la sala de la casa de los esposos y amigos de Jean Carlo, Jacinto les propuso.
_Mañana salgo de viaje, debo ir a la frontera a entregar un vehículo. Que dicen: ¿me acompañan?
Algo que les pareció raro a los amigos y padres de los gemelos, pero luego de verse a la cara en silencio, dispusieron.
_¡Vamos! ¡Será divertido! dijeron la antigua pareja.
_Para no atrasarlos me quedaré a dormir aquí ¿les parece? Dijo emocionado Jean Carlo, a lo cual estuvieron de acuerdo, solo hubo un pequeño problema que no los detendría en su viaje de ultima hora. Se trataba de Jean Jorge, uno de los gemelos quien a su corta edad dijo.
_Yo no quiero ir.
_¿Cómo que no? ¡usted viene y punto! Dijo muy molesto Jean Carlo y Ofelia tambien le dijo al niño, ahora de 8 años.
_Si mi amor, vamos, será divertido. Jean Luis, el gemelo dijo.
_¡Sí Hermano!, ¡vamos!, ¡será divertidoooo! Se expreso emocionado Jean Luis.
Pero Jean Jorge, se negó a ir y de momento eso fue un problema, pues al negarse uno de los gemelos echaba a bajo los planes de la familia. 
Jean Carlo habló con su hijo para convencerlo de ir al viaje del próximo día pero este no quiso Jean Carlo entonces llamó a su único pariente, su señor padre.
_¿Aló? Dijo Don Jorge Luis.
_¡Soy yo papá!
_Hola hijo, ¿pasa algo? Dijo don Jorge Luis.
_No padre, solo llamo para pedirte un favor.
_Sí hijo, ¿qué deseas?
_¿Será que puedo dejar contigo a Jean Jorge? fijate que mañana salimos de viaje y él no quiere ir.
_¿Por qué?
_Pues, no sé padre, solo se niega a ir.
_Y, ¿Jean Luis? dijo don Jorge Luis.
_Aquel esta emocionado. Nos vamos todos, hasta la nena.
_Qué raro, ¿no te parece hijo? Sería bueno que no fueran. Además, ya sabes que no me gusta esa relación enfermiza que ustedes llevan.
_Sí padre, sé muy bien tu opinión, pero solo llamo para preguntar: -Si te puedo dejar a Jean Jorge.
_Esta bien hijo, tráelo, yo lo veo.

Y en ese momento, Jean Carlo, salió a dejar a uno de los gemelos con su abuelo y de paso hizo algunas compras para el viaje.
El día llegó y muy temprano salieron con rumbo al viaje de negocios de Jacinto, mientras en casa de don Jorge Luis, Jean Jorge encerrado en su cuarto, viendo televisión; un poco más tarde salió del cuarto.
_Abuelo, ¿cuando regresarán mis papas de su viaje?
_Pues, la verdad no sé que pasa, pues ya debieron haber regresado hijo, pero, ¿qué ya estas aburrido con tu abuelo?
_No, para nada, solo tengo pena por ellos, de haber sabido que tardarían tanto me habría ido tambien.
_Bueno, pero no fue así. ¿Quieres una pizza? 
_¡Siiii! Dijo el niño olvidando su preocupación. A los treinta minutos sonó el timbre.
_¡Abuelo, debe de ser la pizza! Gritó Jean Jorge.
_¡Ya voy! Grito el abuelo, dirigiéndose a la puerta con la billetera en mano, al abrir la puerta dijo.
_Ya mero y era gratis ¿no?
_¡Ah!, perdón, pensé era la pizza. Dijo Don jorge luis. 
Se trataba de dos señores de traje, quienes se identificaron...
_¿El Señor Jorge Luis? 
_¿Si? a la orden. Respondió don Jorge Luis, con la duda en su rostro.
_Soy el detective Smith y mi compañero Corzo. ¿Podemos pasar? Pregunto Smith
_Claro, pasen. Dijo don Jorge Luis presintiendo lo peor y le ordenó a su nieto que se fuera a su cuarto...

Al día siguiente, en los noticieros escritos y televisivos, informaban de una sangrienta masacre a una familia que iba con rumbo a la frontera con México, los periódicos indicaban que habían sido masacrados: Una pareja de esposos, el amigo de los esposos y padre de uno de los niños, junto a ellos, tambien los cuerpos masacrados de los dos niños...

Basada en una historia real, hoy día, Jean Jorge y don Jorge Luis viven aun juntos y a la hora de la cena, ambos se quedan observando uno al otro sin emitir comentario, pensando, ¿qué fue lo que pasó aquel día? Jean Jorge, hasta hoy día se pregunta: ¿Por qué el no quiso ir en ese viaje? ¿Por qué el no murió junto a su familia? y muchos más por qué.


                                       El Fin


Si alguien de tu familia un día no quiere acompañarte, no le exijas, podría repetirse esta historia y si eres inteligente, escucha a tu hijo que se niega a ir, de pronto es un aviso de algo terrible por pasar.

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