miércoles, 15 de junio de 2016

Navegando en aguas de amor y desamor


Mañana sufriré de amor lo sé muy bien 
pero hoy disfrutaré y no amaré 
a nadie que no seas tú.

Porque has llegado para amarme y entregarte
yo recibiré todo ese amor y a tu lado seré feliz, 
aunque sé que un día terminará.

Eso no me preocupa, pues feliz soy hoy,
sé que un día todo será lanzado por la borda.

La borda de un barco que hoy navega 
sobre aguas tranquilas y llenas de un cálido amor.

Que pasará de navegar 
sobre estas lindas y tranquilas aguas
a navegar sobre aguas del rencor y del odio.

Así es el amor y ese mar de amor, 
a veces tiene una rara calma 
y otras una horrenda tormenta. 

A la cual, rara vez una embarcación 
puede soportar y su quilla al olvido 
y el rencor llegará a terminar. (encallar)

Antes de destruirse por completo
debido las fuerzas de las malas aguas del desamor.

Por la borda será lanzado ese amor 
que  hoy nos une, por miedo a zozobrar y a morir.

Pero mientras ese día tal vez llega, o no,
disfrutaré de las mieles de navegar junto a ti.

Sobre estas aguas llenas de amor y paz
y mañana Dios dirá.

Él sabrá si nos bendice o si permite 
al destino destruir lo que hoy felices nos hace.

Mientras llega o no, disfrutemos de nuestro amor
sin pensar de que mañana podría encallar en la soledad.

No habrá otra razón que le hable 
a nuestros corazones enamorados y encantados. 

Hoy naveguemos y aprovechemos, 
estas tranquilas aguas que nos refrescan 
con brisas que acarician a nuestra piel y a nuestra alma.



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