martes, 7 de junio de 2016

Olvidaré


Olvidaré... 
Mi largo caminar
mis tardes sobre el suelo
jugando a los soldados
y a ser un marinero en alta mar.

Olvidaré... 
A la maestra que me enamoró,
a los recreos corriendo 
jugando a las escondidas 
y trepándome sobre aquel muro.

Olvidaré... 
Las tormentas escondido 
en las enaguas de mi vieja,
las sombras juguetonas sobre la pared
que llenaban a mi alcoba de infantiles sonrisas.

Olvidaré... 
A mi corta juventud,
mi primera cerveza, mi primer cigarro
y mis clases para conducir el viejo carro.

Olvidaré... 
Mi primera fiesta en aquel lugar,
un domingo por la tarde,
la sensación de libertad y el poder bailar.

Olvidaré... 
Mi primera vez, el cuarto oscuro 
y dos cuerpos a medias desnudos,
ese cambio de niño a hombre.

Olvidaré... 
Mis llegadas tardes,
aquellos regaños y reproches 
de las madres,
oliendo a noche de juerga.

Olvidaré... 
Mis primeros éxitos,
el orgullo de mis padres
y la fiesta con mis parientes.

Pero jamás olvidaré... 
Esa tarde que tus labios logré besar.

Pero jamás yo podré olvidar... 
Lo bella que te vi llegar.

Pero jamás yo podré olvidar... 
Tu piel a la mía rosar.

Pero jamás yo podré olvidar... 
A mil mariposas en mi estomago volar.

Olvidaré... 
Mi primer trabajo el que me dio libertar
y lujo para poder comprar
lo que siempre desee y que me hizo desesperar.

Olvidaré... 
Como pasaron tan rapido los años,
a mis primeros versos, aventuras,
fiestas, mis éxitos y mis fracasos.

Olvidaré... 
El despertar a la ilusión
cuando un día me sentí mayor,
salir a enfrentar mis miedos, 
a mi libertad, una exquisita sensación.

Olvidaré... 
Mi largo caminar
por caminos en solitario 
buscando en este mundo mi lugar.

Pero jamás olvidaré... 
Encontrarme con tan bellos ojos.

Pero jamás yo podré olvidar...
Sentir a mi corazón como un loco palpitar.

Pero jamás yo podré olvidar... 
Haber encontrado a la mujer 
que me habría por la vida de acompañar.

Pero jamás yo podré olvidar... 
A mi compañera que medio la madurez 
y me entregó entre mis brazos a mis hijos.

Pero jamás yo podré olvidar...
Aquel amor, el único que fue verdad,
el que me hizo suspirar, 
el que por fin me llevó al altar.

Pero jamás, yo seguro olvidaré... 
El día que me largue de este lugar,
nuestra particular manera de amar,
nuestra particular historia de amor,
a la mujer que me enseñó a amar y a respetar.

Pero jamás yo olvidaré tanto amor, 
que me llenó de inmensa felicidad 
y de tan grata compañía, que contigo 
un día a mi vida juntas las sentí llegar.

Podré olvidar todo lo vivido y sentido,
pero a ti; eso ni imaginar, 
nunca olvidaré a mi único amor, 
el que fue sincero, el que fue verdadero.


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