miércoles, 27 de julio de 2016

Dr. Ben Carson y mi Cruz... Gracias.


Hace unos días veía la historia de un excelente personaje, una gran persona, a quien muchos quiza no saben que existe y mucho menos sepan sus logros, me refiero al más grande Neurocirujano Pediatra del mundo, quien se hizo famoso por sus cirugías, únicas en su época, y que de no ser por él, muchos habrían muerto y sus familias habrían sufrido mucho en el proceso.     Me refiero al Dr. Ben Carson (Benjamín Salomón Carson). 

Al ver la película biográfica de este personaje, algo pasó en mi, mientras avanzaba la trama y mientras veía el sufrimiento de los pacientes y sus familiares, me iba cuestionando hasta llegar a una conclusión, una que tal vez muchos no estén de acuerdo y lo respeto, pero para mí, fue un aliciente, poder pensar que lo que yo he sufrido en este mundo y a lo largo de mi existencia no ha sido un sufrimiento en vano y debo contar, que jamás he preguntado a Dios el por qué de mi pena y de mi largo, y seguro eterno sufrimiento que algunos de ustedes conocen y que a quienes recien me conocen un día les contaré. 

La cuestión es, que durante más o menos 40 años de sufrimiento personal con algunos periodos de descanso, Dios, que es perfecto y que cuando me ve rendido sin poder levantarme me da consuelo con un remanso descanso de varios meses y eso esta bien para mi, pero no para muchos más en el mundo, pues he leído en internet, y lo que he leído, solo quienes lo hemos sufrido lo entendemos y me uno a ellos en su dolor y desesperación, más no, en sus protestas, aunque son justificadas pues, ni a mi enemigo (que no lo tengo) se lo desearía. 

Me dije; Dios mio, ahora comprendo cual ha sido tu plan desde ese día fatídico, cuando era aun un chaval, alguien con muchos deseos, sueños y metas que jamás pude cumplir por causa de mi cruz, una que otro no podría jamás cargar, yo, ya me acostumbre a ella y aunque sigo sufriendo estoy resignado y con fe de que un día veré de nuevo alumbrar el sol como el más sano de este planeta (amén). 
Entonces, les decía, a manera que avanzaba la historia y que mis lagrimas brotaban de mis ojos, de ver y de imaginar ese sufrimiento que yo he vivido en carne propia en las familias reales, allá por las décadas de los setentas y ochentas, tuve un lapso en el que me fui de mí, y en ese tiempo no pude ver la  película, pues, yo meditaba lo que les quiero contar y di gracias a Dios por ser parte de sus guerreros, los elegidos por Ti, los que seguro pensaste que seríamos idóneos para tan enorme responsabilidad y para soportar tremendo peso sobre nuestras espaldas. 
A dónde quiero llegar con esto: Para que existan personas como el Dr. Carson, a quienes Dios les dio esas cualidades e inteligencia enormes para ayudar desinteresadamente a sus semejantes y pacientes, y lograr con éxito, lo que hizo sin dudarlo con la ayuda de Dios, pues, tenía la ayuda de su señora madre y su adorable esposa y al darme cuenta de que su éxito tuvo un precio muy alto para él, dije: Pero Dr., usted no ha estado solo, con usted hemos estado nosotros, los que hemos sufrido en carne viva y propia mucho dolor para que personas como usted, que lloró la muerte de sus gemelos, yo y mis hermanos en la enfermedad, lloramos por años la cruz que nos tocó cargar; pero todo sea por la causa, una por demás mejor que las mejores causas: Mi sufrimiento y el de millones, no era en vano, nuestro sufrimiento ha sido para que niños y adultos que tienen enfermedades que ni imaginamos, enfermedades que ni pensar que existían, nos ha tocado a nosotros dar parte de nuestra vida, de nuestra felicidad, de sacrificar miles de cosas para que ellos, los menos favorecidos, inclusive menos que nosotros y eso ya es palabra mayor; sean bendecidos con lograr llevar una vida completa, sana, cumplir metas y sueños y sobre todo, hacer felices a sus angustiados padres y demás familiares.

Seguiremos con gusto sufriendo lo que nos tocó, que no nos mata como a ellos, solo nos hace vivir una miserable vida, por lo menos por etapas, por temporadas, por ciertos tiempos, recaídas crueles, que duelen hasta el alma. Pero ahora sé que todo ese sufrimiento no fue, ni será nunca en vano, es que, nosotros donamos parte de nuestra vida, de esa paz, esa vida plena para que estas criaturas y estas personas logren sobrevivir y vivir una vida plena junto a sus seres queridos. 

Lo único que sí lamento y lamentaré siempre, es el sufrimiento que mis dolencias les provocó a mis ya difuntos padres y ahora a mi amada esposa, a mis amados hijos y a mis hermanos, en fin a mi familia y amigos en general. 

Gracias Padre, mi Dios, por haberme elegido para ser uno de tus guerreros, por darme el entendimiento de que mi sufrimiento y mi vida no ha sido en vano... Y ustedes, hermanos en la enfermedad... DEPRESIÓN Y ANSIEDAD; sepan hoy, al igual que yo, que estamos donando parte de nuestra vida sin haberlo disidido, pues de ser así, esto no estaría pasando y muchos habrían muerto, muchas familias destruidas por un dolor mucho mayor al nuestro. 

Así que, sintámonos orgullosos de ser quienes somos y lo que somos, siempre con la esperanza puesta en el futuro a sabiendas de que nada es eterno y que un día en esta o en la otra vida tendremos nuestra hermosa y deseada recompensa, aunque creo que con el hecho de ver a nuestros hijos y nuestras familias sanos, eso ya es ganancia y es una enorme y grandiosa ganancia.    Gracias Dios por personas como el Dr. Carson. 

Los invito a documentarse con lo que este genio de la Neurocirugía hizo y comprendan el porque de lo que les he compartido. Sin dudarlo, Dios puso esta idea en mi cabeza para trasmitírsela a ustedes, quienes desesperan en el sufrimiento, tengan paciencia y fe, pronto todos seremos liberados o más bien, llegara alguien con nuestra estafeta y entonces, ellos tomaran nuestro lugar y nosotros por fin descansaremos y disfrutaremos de lo que nos quede de vida. Digamos Amén y así será.

Y a ustedes que me leen: Gracias por su amistad y su amor, es parte de nuestro remanso en lapsos, pues, sin ustedes esta cruz sería mucho más pesada y nuestra desesperación, suicida. Gracias miles y totales por estar a mi lado; Dios se los pague. 



Será hasta la próxima. Su amigo de siempre; Sergio Raga. 









No hay comentarios.:

Publicar un comentario