viernes, 22 de julio de 2016

Yellow River


Solo voy caminando por lugares que antes fueron hermosos paraísos
camino y mientras lo hago, un nudo en mi garganta aparece.
Me pregunto: ¿Qué le hemos hecho a nuestro hogar? hogar que todos tenemos en común.

Me detengo y veo al cielo, uno que antes no se lograba ver debido la maraña de ramas entrelazadas, lo que se escuchaba era increíble, miles de sonidos. Hoy, esto esta más silencio que un cementerio.
¿A dónde habrán emigrado todas las especies que aquí fue su hogar? o, a lo mejor ¿murieron junto con su santuario? ¿Qué digo? ¡Los asesinamos con nuestra indiferencia!

Avanzo unos metros más y de aquello que un día fue un lugar tan verde y fresco, con sonidos naturales, hoy solo veo suelo polvoriento y unas cuantas ramas sin una sola hoja verde y un silencio que me hace imaginar que estoy viviendo una pesadilla de la que quisiera despertar, pero que digo, ¡si lo estoy!

Mientras avanzo, vienen imágenes a mi mente y ahora recuerdo que aquí hubo un bello río,
uno que armonizaba con los sonidos naturales, de diferentes especies animales.
Pero lo que veo es un río amarillento con poca agua, si a eso se le puede llamar agua y en él, desperdicios humanos y tambien basura de gente sin escrúpulos, así te llamaré y te recordaré: Yellow River. 
Aunque lo que fuiste, eras mejor un río con aguas cristalinas; desde acá veía a los peces de colores y a los criollos, entre ellos pavoneándose, los tepocates, que luego serían desagradables sapos, los que se hartaban a los virus como el Zika, el Chikungunya y tantos otros.

Pero como tambien terminamos con esos batracios, ahora los virus son transportados por el alimento de ellos, esos malditos mosquitos que nos beben la sangre y al hacerlo depositan miles de enfermedades en nuestro cuerpo. Y todavía tenemos el cinismo de preguntar; ¿de donde tanta enfermedad moderna?, pobres ilusos, ¡no son modernas! lo que sucedió es que acabamos, arrasamos con nuestros protectores naturales como bien dice el Dr. Efrén, nadie lo escuchó y aquí están las consecuencias.

Continúo mi viaje y casi caigo al vacío. ¡Dios mio! pero esto no era un precipicio, era una ladera, la cual disfrutamos como enorme y natural resbaladero, solo necesitábamos unos cartones y a divertirnos sanamente, esto se mantenía lleno de juventud, pero sin drogas; unos resbalándose y otros en el Yellow River nadando, más abajo buscando entre las piedras cangrejos de río,  cangrejeando para más tarde disfrutar de un buen caldo. 

El nudo en mi garganta se desató y ahora lloró, que triste y pensar que esta solo es una mínima porción de un inmenso y bello planeta, el cual esta muriendo y con él todos sus vecinos.

No aguanto más y me siento en el puro barro, debajo de uno de los pocos árboles que sobreviven; pero ¿qué digo? si los árboles mueren de pie; estoy sobre una raíz de un respetable y enorme cadáver que un día dio sombra, fue hogar de miles de animales silvestres e insectos y lo más importante, nos dio un aire puro y sano, respirable, que evitaba nos enfermaran nuestros pulmones. 

Pienso, tendremos un día que evolucionar y transformarnos como los peces que usan sus branquias para respirar, obtener el oxigeno de las aguas de los mares, seremos algún día mitad humanos y mitad algún tipo de insecto. ¡Dios mio! con que no me toque ser mitad cucaracha que asco, pero creo es el futuro de la humanidad como lo advirtió el Dr. Efrén. 

El sol es castigador, seguro nos tiene un gran odio y al ver a un humano como ahora me ve, lo hace con desagrado, como yo lo hago contra las cucarachas, que al ver una, mi impulso es matarla; lo mismo hace ahora nuestro astro rey y nos desea cocinar, sabe que si se lo propone lo va a lograr. 

La tierra se sacude como mi cachorro y aunque expulsa algunas pulgas y otros bichos, hay unos que ni con insecticida los eliminará, me refiero a los industriales y sus millonadas, esos son las más perjudiciales.

La ONU y los gobiernos de esos grupos pro tierra deberían hacer una ley de tope en sus riquezas, que jamás lograrán con ellas terminar ni aunque pudieran vivir por 500 años, cada día serían más ricos. Si se les permitiera un tope de por lo menos el 50% y el otro 50% usarlo para alimentar a nuestros hermanos, tambien para preservar a ciertas especies que están a punto de ser parte de los dinosaurios y con esas millonadas, manejadas por personas honestas y honradas, pues si se las dan a los políticos, la misma babosada ¡oh! pero Dios nos salve de esa peste... Me refiero, que con todo ese dinero construir tecnología para salvar a nuestro hogar y que este lugar sea el de antes, el que un día siendo niño disfruté para que nuestros hijos y nietos tambien los disfruten, erradicar tambien tanta droga, para eso serviría. 

Padres pura lata (iba a decir pura mierda, pero como esto es muy delicado esa expresión no encajaría) que les permiten o no les importa que sus hijos se vuelvan adictos, unas porquerías humanas; ¿qué nos espera si ellos los poderosos de este lugar se drogan? ¿qué podrían hacer para en un futuro salvar nuestro mundo? Ellos, serán los primeros en sucumbir y terminar con nuestro futuro. 

Me levante y mejor regresé por donde llegué, decepcionado y pensar que llegué aquí con deseos de recordar bellos momentos vividos, pero me voy cabizbajo y llorando por lo que vine a encontrarme...  C
on un: Yellow River.

Hasta la próxima, pues ya no puedo decir nada, me duele mucho el alma, el pecho y ahora se me desató otro nudo en mi garganta... 

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