viernes, 26 de agosto de 2016

Y, yo la amo (Diálogos de amor)


Te di todo mí amor,
pues es lo único que puedo dar,
es mi mayor tesoro
no tengo más.
¿Lo quieres tomar?

Yo te amo
y lo quiero todo,
ser exclusiva, eso quiero,
¿qué más podría pedir?
si lo único que me interesa es tu amor.
Y, lo quiero tomar.

Pensé, que podrías algo más ansiar,  
ya antes que tú
otras me hicieron pensar
que solo les interesaba mi amor
pero más tarde comprobé, ¡que no era así!
que no era cierto, 
deseaban ver algo brillar
y a mi amor ya no quisieron tomar.

Conozco esa historia
a mi corazón con piedras brillantes 
han querido conquistar,
no lo niego me lograron encandilar,
pero más tarde ese brillo 
solo le dió frío a mi corazón y lo deje.
Y, de ellos nada quise tomar.

Te ofrezco algo que no morirá,
ni se devaluará, 
mucho menos un día cambiará o se arruinará,
en ningún banco lo tendrás que guardar 
ni en un cofre con siete llaves, 
el cual habrá que esconder 
para que nadie te lo robe, lo mío es intangible 
pero lo puedes sentir.
Dí, ¿lo quieres tomar?

Lo que me ofreces es como el aire,
que sin verlo se logra sentir,
que a veces te da frío 
y otras te pone cálido y en otras te incendía,
bello es lo que me ofreces
para mí lo quiero, no lo dudes;
lo quiero tomar.

¿En dónde lo guardarás? 
Pues con facilidad te lo podrán robar,
aunque es fiel hay cuidarlo 
cómo a una rosa, 
que si no la riegas se marchitará y morirá.
Vez, puede ser eterno o fugaz 
como aquella estrella que te hace suspirar.
aun así, ¿lo quieres tomar?

¡Lo quiero, lo quiero!
lo guardaré en privilegiado lugar,
a donde solo yo puedo entrar,
en ese lugar 
nunca nadie ha estado;
con llave lo he tenido solo para mí
es cálido lugar y tiene privacidad,
ese lugar es perfecto para él.
¿Me lo das ya? 
Pues, ¡claro que lo quiero!

Esta bien, 
pero antes debo probar
si indicada eres.

Y eso, ¿cómo lo harás?
yo no tengo duda alguna.
Pero hazlo. 
¡Aquí estoy!

Con un beso en tus labios
sellado quedará nuestro trato (amor).

Deseo sellarlo quizá más que tú.
Ven, mis labios son tuyos.

... Al besarse, ambos sintieron 
el intercambio realizarse.
Del corazón del chico el amor viajo
al corazón de la chica.
En él entró y cómodo se sintió.

Ahí vive desde hace tanto tiempo
que había olvidado esta historia.
Son felices y cada que pueden se dicen:
Y, ¡yo te amo!

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