sábado, 29 de octubre de 2016

Heidy


Heidy,
no perteneces a los Alpes,
no necesitas de un abuelo,
no busques a la niña inválida,
deja que el niño se encargue de ella.

Heidy,
me perteneces a mí,
me necesitas solo a mí,
yo soy quien te espera por amor,
abrázame por caridad.

Heidy, 
ya no eres la niña, eres la mujer
que de ahí un día ilusionada salió
en busca del verdadero amor
en el camino te encontré
y en seguida yo te amé.

Heidy,
Ya nunca sufrirás de frío
ya nunca estarás sola, 
siempre estaré contigo, estaré para ti
y tú estarás para mí,
eso es el amor, con el que de niña soñaste
rodeada de animalitos campiranos.

Heidy,
mi gran amor, en mi camino apareciste,
para mi fue un milagro,
pues con ahínco cada noche lo pedí
y tú en sueños me buscabas.
El milagro se llevaba a cabo (se consumaba).

Heidy,
nos encontramos y a nuestros brazos
nos lanzamos, fue bella atracción,
no hubo equivocación, 
pues escrito en letras de amor estaba, 
en el libro que lleva por nombre: Tu nombre.



Para ti con amor. Mi amor.


SergioRaga 29.10.16



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