jueves, 27 de octubre de 2016

MICULAX 2


Luego de que la familia Ruiz, sintonizara la TGW, escucharon que la revolución del 44 estaba consumada. Posteriormente quedó en el poder un triunvirato, el cual convocó a las primeras elecciones libres en Guatemala, llegando al poder el Dr. Juan José Arévalo Bermejo, quien gobernó de 1945 a 1951. En los siguientes diez años, Guatemala vivió un desarrollo increíble, se modernizó y vieron luz muchas instituciones que hasta hoy día siguen vigentes, provocando en dicho país centro americano una década de oro, que no se ha vuelto a dar. 

Pero mientras la sociedad guatemalteca vivía del modernismo; en Patzicia, Chimaltenago, como a 50 km de la ciudad, dos jóvenes primos de nombres: José María Miculax Bux y Mariano Macú Miculax, disfrutaban de su juventud deambulando por los parajes de Chimaltenango, la diversión de estos jóvenes y muy unidos primos se llevaba a cabo en los barrancos y bosques de esa región, trabajando la tierra, visitando el parque central de su ciudad natal y de la cabecera, cosas comunes para los muchachos de esa época.

- Mira vos. 

Dijo Mariano a José, quien estaba observando algo por detrás de una ramas a un lugar del cual se escuchan voces.

- Qué miras vos Mariano. Se acercó José con la curiosidad encima.

Mariano observaba a unas patojas que lavaban ropa en uno de los ríos aledaños al pueblo, mientras que unas lavaban la ropa, otras se bañaban desnudas en el río. José, se acercó y al ver a las mujeres desnudas en el río perdió el interés que tenía a Mariano a la expectativa.

- ¿Para qué estas viendo eso vos Mariano?, mejor consigamos unas gallinas. Vení, el otro día vi que doña Chofa tenía unas que andaban sueltas por aquí.

 Mariano dejó de ver a las muchachas bañándose desnudas y siguió a su primo, quien se dirigía con determinación a la búsqueda de las mencionadas gallinas de doña Chofa.

- Mira vos Mariano, allá están, andate por ahí y yo me quedo acá, que seguro agarramos una. 

Marino obedeció a su primo y en seguida el plan dio resultados y una de las gallinas que asustada corrió con rumbo a donde se encontraba José, quien con pericia la atrapó. José la vio con ojos de lujuria y sintiendo en su cuerpo la emoción que no sintió al ver a las muchachas desnudas bañándose en el río, poseyó con ahínco y mucha excitación a la gallina, la cual mientras era violada, el joven apretaba su cuello hasta que lo partió, algo que lo excitó mucho, justo en el momento de la eyaculación.

- Puta vos José, la mataste; ya así pa´qué putas, ya no me sirve pa´ni mierda, pura mierda sos.
- Al rato agarramos otra vos hombre.
- ¿Y ahora qué?  
- Vos seguime...

Se fueron con rumbo hacia el parque y en breve, ya en el parque, salieron con rumbo a una tienda en busca de unos cigarros y un octavo.

- Ya viste, luego la vendimos, buen pisto sacamos, ¡salud Mariano! Y rieron.

En el año de 1946, a dos años de que se llevara a cabo la revolución del 20 de octubre, el señor presidente, en uno de sus viajes al interior de la república sufrió un accidente, lo que lo tuvo ausente de sus labores como presidente en plena recuperación, mientras sucedió el penoso accidente presidencial y este, el Dr. Arévalo estaba convaleciente, los diarios de la época, empezaron a difundir la penosa noticia de una serie de asesinatos, de niños y adolescentes, únicamente varones, de los cuales, aparecían sus cuerpos en los barrancos de la zona cinco capitalina, en Mixco y en Antigua Guatemala. 
Esto levantó sospechas en la población de que el Sr. Presidente en su calidad de médico, le había solicitado a sus subalternos para su pronta recuperación, la médula de niños fuertes y sanos la cual, luego se le aplicaba al mandatario con lo cual, en breve este estuvo completamente recuperado. Para entonces ya iban asesinados unos cinco niños. 
Pero esto se desmintió o más bien la población dejó de creer en la bola que la misma ignorancia de cierta parte de la población se había levantado, creando para el Sr. Presidente cierta aversión, la cual luego de que los asesinatos siguieron su curso esto cambió el pensamiento de quienes lo difamaron llegando a pensar de que los asesinatos eran por causa de la salud del Sr. Presidente. 

Despues de varios hechos similares de los primos Miculax con las gallinas, ya bolos se retiraban a un lugar en algún barranco o en el bosque, buscaban un lugar en donde echar la hueva y ahí mientras se relajaban hablaban de sus andanzas.

- Vos José, yo veo que te gustan más las gallinas que ver a las mujeres bañándose desnudas en el río. 
- Jajaja, vos tambien que lo disfrutas no te hagas el baboso.
- Jajajaja. bueno como vos lo haces lo hago yo, la verdad que es mejor que volarse la paja, jajaja.
- Pero vos José, algo no anda bien, acaso no te cogiste a la Matilde pues, que ya no te da el culo o ¿qué? 
- Bien, la Matilde va ser mi mujer, pero ciento más rico cogerme a una gallinita, jajajaja.
- Bueno no es que este mal, la verdad que esta bueno el culito apretado de ellas, jajaja.
- ¡Shhh! ¡callate!

Dijo José a su primo.

- ¿Oís?
- ¿Qué vos?
- Son unos patojos.
- Ah, eso sí, así parecen, irán con rumbo a río.
- Vamos a ver que putas hacen en el río.
- ¿Y qué van a hacer?, pues a jugar, a bañarse, sos un baboso vos José.
- Vení, quiero ver que juegan estos ishtos.

Mariano con desgano siguió a su primo, quien se apresuraba con rumbo al río, en busca de los patojos que se dirigían jodiéndose unos a otros a jugar al río.

- ¡Shhhh!; callate vos Mariano que no nos oigan.


Continuará...

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