lunes, 17 de octubre de 2016

Por volverte a ver (las canciones de mi vida)


De regreso a casa, un tipo de edad media, conducía su auto, recordando a quien tanto amó y un día por no haber podido pedir perdón, por qué les sobraba orgullo y se olvidó de la humildad, a la chica él perdió; eso pensaba día tras día. Hoy, se encontraba arrepentido de haber sido tan débil de carácter y carecer de humildad y no haber pedido perdón en aquel dificil momento; hoy sentía que la vida no le servía si ella no estaba junto a él, eso lo mortificaba y en su cabeza se repetían esas dos palabras, se repetía; qué fácil pudo haber sido decir: "Lo siento." 
Estas dos palabras que normalmente el primero que las dice, es aquel que más amó, pero tambien en esto entra otro en juego, el maldito orgullo. 
Pensando esto, como cada día que volvía del trabajo, dejó su auto enfrente de su casa, la que un día fue de los dos y que adentro se olía ese rico aroma del amor, pero que ahora solo se olía el desagradable y cotidiano olor de la soledad. Entró en su hogar, no prendió las luces se dirigió directo hasta su habitación y sobre su cama, una enorme para alguien que vive en soledad, no asi, cuando se vive en compañía; ella, siempre será pequeña. Sobre ella se quedó dormido, pues esos pensamientos lo dejaban rendido y además, algunas veces soñaba con ella, algo que lo llenaba, al menos cuando se despertaba tenía algo bello por recordar en las largas noches de insomnio. 
Esa noche, el soñó, el justo momento del que fuera el motivo de su separación y a ella con lagrimas en sus ojos le pidió perdón y ella, claro, con ese gran amor que le tenía en sus brazos se lanzó y apasionada lo beso. Fue justo ahí cuando se despertó, despertó agitado, emocionado, su corazón latía fuertemente, él se sentó y de un frasco con agua bebió y sentado al borde de su cama él quedó, con las manos tomándose entre los cabellos, sosteniendo su cabeza, observando sus pantuflas y en sus pies, sentía las lagrimas que de sus ojos caían. Él pensó esto, justo mientras lloraba: "Hoy daría media vida por volverte a ver..." 

Luego de terminar esa frase, sintió cuando alguien acariciaba sus cabellos, él se asustó, pues era mucho el tiempo en el que a esa recamara nadie entraba, sorprendido levantó su rostro y con ella se encontró, ella le sonreía como siempre y le dijo.

- Aquí estoy, no sé como llegué hasta acá, pero aquí estoy, ¿quieres decir algo?
- Pero ¿cómo, no comprendo, a caso sigo soñando?
- No pierdas el tiempo, recupera ese tiempo que un día de tus manos se escapó y di, ¿quieres decir algo?

Con el corazón agitado por tener al amor de su vida frente a él, quien llegó como por arte de magia, pero sin comprender si aquello era otro sueño o era la realidad y escuchando de ella esa pregunta; si quería decir algo, aprovechó, no sería nuevamente el orgulloso de siempre, entonces de la cama se bajó y arrodillado, a ella viendo a sus ojos esto le dijo; le salió del corazón...

- ¡Lo siento!

Esas sencillas palabras salieron de sus labios, ahora era él quien amaba más, pues de su corazón salieron y sin esfuerzo y siguió diciéndolas una y otra vez, hasta que ella, quien sentía tambien tanto amor por él lo detuvo, lo tomó de los que un día fueron fuertes brazos y lo levantó, le dijo con esa sonrisa que lo enamoraba y luz en sus ojos, esa luz que solo da el amor, además, con ese tono tan dulce de su amorosa voz.

- ¡Te perdono mi amor!

Despues de ello se abrazaron y luego se besaron, así estuvieron por un buen rato, amándose, pero algo sucedía en el cuarto y ninguno se daba cuenta de lo que pasaba frente a ellos, pues permanecían a oscuras; pero en ello, la luz de la luna entró en el cuarto y entonces, ella fue quien se dio cuenta primero lo que sucedía en ese cuarto de reconciliación, pero él, a los ojos de ella hace más o menos una hora que había empezado a envejecer, pues, él que tenía 45 años de edad y en esa hora que estuvieron juntos, amándose, entregó media vida por volver a verla, el cobró se inició muy aprisa, justo como es todo lo mágico y frente a ella su amor envejeció y en un hombre de 95 años se volvió, había pagado con su media vida, él sin fuerzas se recostó sobre aquella cama, la que les dio su ultimo encuentro amoroso y con dificultad, ella lo acomodó sobre la cama, cuando cómodo él en la cama quedó, le sonrió a su amada y entonces de viejo él murió, ella gritó...

_ ¡No! Pero ¿qué es esto Dios mío? 

Ella sintió cuando alguien detrás de ella se acercó, sin hacer ruido alguno y su hombro le tomó. Y dijo.

- Solamente, respondí a su deseo, él dijo que daría media vida por volver a verte y se lo cumplí, él te tuvo, pero el precio era este, me entregó media vida y ahora de viejo murió.
- ¿Quien es usted?

Dijo la compañera de quien yacía a media cama, no entiendo nada, ¿cómo llegue aquí? y ahora a mis ojos mi amado envejece y luego muere, acaso ¿es una horrible pesadilla?

- No querida, fue un deseo concedido, así de simple, el problema es que este tipo de deseos, se cobran casi de inmediato, a ustedes se les dio más tiempo del debido, era un caso especial. El amor intervino para que se les concediera un espacio y tiempo agregado, pero no podía ser más del que se les dio. Bueno, ahora te regresaré a tu vida normal y al estar en tu lugar, nada recordarás de lo que aquí pasó. ¿Estas lista para regresar a tu vida? 
- Un momento, ¿qué debo hacer para que me concedas un deseo?
- Fácil, conmigo solo debes entregarme media vida y tu deseo será concedido.
- Está bien, Dijo la mujer, quien no dejaba de llorar. 
- Entonces dilo mujer. 

Le ordenó el extraño hombre que los acompañaba en el cuarto. Ella bajo su rostro y sentada a la orilla de la cama viendo a su hombre amado, dijo:
- Hoy daría media vida por volverte a ver.

Y el hombre amado, apareció en su auto camino a su hogar, de la misma edad que tuvo antes de pedir su deseo de volver a verla. Dejó su auto afuera de su casa, en ella entró y no encendió las luces, se dirigió directo a su recamará en donde lo esperaba una enorme cama, enorme para quien vive en soledad, pero chica para quienes viven en armonía y amor. Se recostó sobre su cama y profundamente dormido ahí quedó. 
Él soñó con su amada y en el sueño le dijo: ¡Lo siento!, ella con desesperación lo beso para no perder el tiempo y recuperar el tiempo perdido, en el sueño del hombre se amaron y este lo sintió y vivió como si fuera real, como si no fuera un sueño, un sueño que al cabo de un tiempo se convirtió en una horrible pesadilla, pues a la vista del hombre la mujer de 40 años, iba transformándose en una anciana de 85 años y en los brazos del hombre, ella murió. 
Entonces él se despertó, agitado y muy triste, sin entender que significaba aquel extraño sueño.

La mujer, en el que ahora era su lugar desde que se separó del hombre que no pudo pedir perdón cuando tuvieron su oportunidad, porque les fallaron las palabras y no supieron en su momento perdonarse, decir esas dos sencillas palabras, las cuales quien las dice primero suele ser quien ama más. De su cuerpo viejo, salió el alma de la mujer y con el extraño tipo quien concedía los extraños deseos se largó y en la noche ya sin luna se perdieron... 

Que fácil era haber dicho: Lo siento. Pero ahora era tarde ya. Realmente lo que los separó fue este extraño personaje, quien anda buscando parejas que se hacen daño, que son arrastrados por el orgullo y no se atreven a pedir perdón en el justo momento en que se debe de pedir. 

Ambos pensaran que eso los separó pero, quien los separa en realidad es este extraño tipo, quien ahora se llevaba a otra victima del orgullo, ese que separa y que en la distancia mata lo más sublime y bello que Dios nos dio... El amor.

Mientras caminaban en las tinieblas con rumbo quien sabe hacia donde, la mujer escuchó cuando alguien con desesperación gritaba: "Yo daría media vida por volverte a ver." 
Ella vio al extraño que la acompañaba y este la vio a ella y le entregó una maliciosa y malvada sonrisa de triunfo, ella le suplicó que no, pero a él no le importó sus suplicas y ahí en las tinieblas la dejó, mientras iba hacia el lugar de donde alguien desesperado con aquella frase lo llamaba.



                                         El fin


Inspirado en la canción: Por volverte a ver. De: Aleks Syntek  
Historia de: A. Syntek y S. Raga

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