martes, 22 de noviembre de 2016

Desayuno (Erotismo light)


Por la mañana al entrar el tímido sol por nuestra ventana, pues no quiere ver tu desnudez sin ser reprendido por mí. 
Aparece y nos ilumina nuestra habitación, deseo desayunar, lentamente destapo la bandeja con los manjares que habré de comer. 

Una delicada sábana blanca de suave satín, deja al descubierto el mejor desayuno, tu diminuta prenda de dormir recogida hasta la cintura me permite ver lo que habré de comer. 

Unas rosadas y largas piernas ahora encogidas como si estuvieras aun en el vientre, dos pies sensuales con su pedicura impecable. 

Otra diminuta prenda que se pierde entre sus nalgas, redondas y cóncavas, terminación de diminuta cintura, regalo que la naturaleza te dio. 

Arriba de su abdomen, dos senos que me darán la más rica bebida para desayunar, ahora los protegen sus brazos, pues solo es la presentación de lo que cada mañana me desayuno. 

Y otro poco más arriba, un bello rostro, sobre su cabeza una cabellera desplegada sobre blanca y blanda almohada. 

___Buenos días amor, nuestro desayuno esta dispuesto en bandeja. ¿Me acompañas? No quiero desayunar solo.

Ella sonríe y lentamente se acomoda para su desayuno tomar, y el mejor alimento del día así da inicio. 

Ambos desayunan, con tanta hambre saborean los mejores manjares matutinos, con delicados mordiscos, cómo si fueran mil hormigas mordiendo su piel. 

Bebiendo de fuentes calientes que ahora hierven la piel, de sus senos tomará la leche que un día deberá compartir con sus hijos, que ahora son solo para él. 

Nada los sacia, comen como si nunca hubieran comido, se tienen tanta hambre y quieren llenar hoy su deseo, lo harán hasta saciar sus glándulas salivales. 

Pues, por las comisuras de sus labios se les escapa parte del alimento y se mezclan con su saliva, pero nada desperdician. 

Y sobre lo que han derramado, pasan en confianza su lengua, saborean y chupan sus dedos tambien, los cuales han estado en lugares muy húmedos. 

Cómo la miel pegajosa, les han quedado y no desperdician nada y lamen sus dedos y todo lo que se pueda lamer.

Cómo uno de los siete pecados capitales; la Gula, nada los sacia y siguen de ellos alimentándose, cómo si fueran un par de caníbales, los cuales comen el mejor manjar, un cuerpo y es el de su amante mucho que mejor. 

Y entre cada bocado que tragan, se procuran palabras sensuales y con mucho amor el uno al otro. 

La manta y las ropas por el suelo están, el sol ya tambien ascendió y ahora de regreso a su lugar va, no desperdicia la oportunidad de ver de nuevo por la ventana y en el cuarto tímidamente de nuevo se asoma para despedirse y lo que ve, es a dos que se comen el uno al otro. 

Más tarde llega una tímida Luna y por la misma ventana ella se asoma, conociendo que lo que ahí encontrará es lo que a diario encuentra, dos que no sacian sus deseos el uno por el otro. 

Los ilumina con una luz plateada, lo que aun comen ahora mucho brilla, eso los hace reaccionar, pues el tiempo se les ha pasado como cada día. 

Se ven y de nuevo ella le sonríe y con mucha ilusión le pregunta a quien su cama comparte.

__Buenas noches mi amor, ¿deseas cenar? La cena ya esta dispuesta sobre la bandeja. ¿Quieres conmigo cenar?

Quien ahora sonríe es él, el mismo quien pidió desayunar, él observa la deliciosa cena que espera por él. 

La boca se le hace agua y con dificultad murmuran palabras de amor, agradeciendo por tan deliciosa cena que ahora empezaran a cenar...

Y se encuentran; bocas que se besan, brazos que se abrazan, en sus oídos se escuchan murmurar palabras sensuales, frases llenas de amor. 

La cena dio inicio y comerán sin descansar, pues aun no se sacian y con hambre aun están, hasta que amanezca, para de nuevo desayunar.  




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