martes, 10 de enero de 2017

HOTEL (Las canciones de mi vida)


Eran como las seis de la tarde viajando por la autopista, el frío se sentía que descendía y aun lejos del lugar hacia donde me dirigía, por el camino nada de señales de vida, el indicador de gasolina marcaba medio tanque y el auto se empezaba a calentar, una angustia entró en mi cuerpo, saberme aun tan lejos de mi destino y la noche estaba llegando por encima de mí. la capota del auto aun guardada para poder ver un despejado cielo, eso me mantenía con ganas de conducir, pero mi cansancio empezó a hacer mella en mí, vi como un espejismo una casa vieja que se acercaba entre la niebla de la fría noche que me acechaba desde hace unos diez kilómetros atrás, pasé como a 120 km. por hora frente al espantagórico Hotel, por mi retrovisor logré ver que cuando pasé frente a él se encendieron sus luces de neón, como si tuvieran un sensor, el cual al pasar alguien por ahí automáticamente estas se encendían, por fin, se perdió de mi retrovisor. 
La noche había llegado y el frío ahora era mayor, subí mi capota y cuando lo hice, en el retrovisor de nuevo las luces de neón que decían HOTEL, Vacancy; frené de golpe, pues me asusté, sobre el pavimento las señas de mis neumáticos deje dibujados y ya detenido fuera de la cinta asfáltica, vi por mi retrovisor de nuevo, pero nada y era lógico, pues hacía mucho que había pasado frente al horrible Hotel. Pensé, estoy cansado y mi auto muy recalentado, tendré que volver a ese Hotel, para descansar y mañana ya descansado, seguiré mi camino, arranqué mi auto del año 65, un clásico realmente, pero este se recusaba a arrancar, levante el capó y al radiador lo rocié con agua para enfriar mi auto y después de varios intentos, este arrancó, cerré el capó y me subí de nuevo y conduje por casi veinte minutos, pero nada que aparecía el condenado Hotel, cuando disminuí la velocidad para ver en la oscuridad y pase frente a él, las luces de neón de nuevo se encendieron, esta vez no decía vacancy, en su lugar, se leía Bienvenido al Hotel.
Como me pasé de nuevo, retrocedí y entré en dicho Hotel, uno viejo y de madera, estacioné mi auto y cuando quise abrir la puerta, alguien con una vela estaba en mi ventana, por ella solo lograba ver la luz de la candela, respiré profundo, pues el susto fue fuerte, abrí la puerta y al hacerlo un rostro bello me dio la bienvenida.

__Bienvenido al Hotel. ¿Deseas una habitación?
__¿Habrá una disponible? Ingenuo, pregunté, pues no era uno que pudiera estar lleno en medio de la nada.
__Tienes suerte, el Hotel es todo completo para ti, esta noche estamos vacíos.
__Qué suerte. Dije sarcásticamente y la bella chica me sonrió, esa sonrisa me regresó la paz al cuerpo y mi mente inició una serie de pensamientos pecaminosos. 
Ella se adelantó para guiarme en la oscuridad, mientras lo hacía, yo observaba su lindo trasero y esas largas y bellas piernas, su cabellera rubia le llegaba hasta un poco abajo de los hombros, vestía como una hippie de la misma época de mi  auto clásico.

__Lindo auto, ¿es del 65 verdad? Dijo mientras avanzaba, por fin, llegamos a la entrada del Hotel, donde me registré.

__Sí, es de ese año, ¿pero tú no habías nacido?, entonces, sabes de autos, lindo detalle en una chica.  Ella de nuevo me sonrió y agregó.

__Firma aquí por favor. 
Sin dejar de ver a sus lindos ojos verdes, firmé y además pensé, es bella la chica.

__Esta es tu llave. ¿Quieres que te acompañe? 
Dijo con una voz muy sensual.
__Por favor. 
Dije, con mi sangre corriendo por mi cuerpo, la cual hervía en mis venas.
Mientras caminábamos hacia mi habitación, una que era la penúltima del triste y horrible Hotel, con forme avanzábamos, escuche que una ráfaga de viento me trajo un extraño lamento, el cual heló mi caliente sangre.

__Bienvenido al Hotel. 
Cómo susurro al oído me llegó esa Bienvenida. Yo volví a ver y detrás de mí, nada, las luces de neón se apagaron de nuevo y solo la oscuridad estaba ahí.

__¿Escuchaste? 
Le dije a la belleza que seguía moviendo sus caderas muy sensuales.
__¿Si escuché qué?
Dijo ella, pero sin extrañarse para nada de mi pregunta.
__No, nada, olvídalo, fue mi imaginación. 
Le dije mientras mi sangre volvía a subir mi temperatura, era tan sensual la bella chica.
__Seguramente es el viento, debido a las paredes de madera y al lugar en donde estamos se escuchan cosas, pero eso nada más. ¿Estas asustado, tienes miedo?
__No, para nada. Dije.

Sin embargo, detrás de aquella bienvenida escuché lamentos que salían de los cuartos vacíos del Hotel, ella me dijo, pues ya sentía que no daba un paso más.

__Llegamos, esta es tu habitación, pasa por favor.

Entramos y en el cuarto, solamente una cama, sábanas, una mesa de noche, el baño sin puerta y sobre la cama un espejo.
__Que acogedor. 
Dije, pero no me lo creí. Ella seguía con aquella bella sonrisa y dijo.
__¿Verdad que sí? Si deseas algo solo suena esta campana y estaré contigo de inmediato, ¿esta bien?
__Sí, esta bien, gracias, eres muy atenta, recomendaré tu Hotel. Oye, y segura no hay nadie más en el Hotel. 
__¿Por qué? ¿tienes algo en mente niño sucio? 
Yo me sonrojé y ella de nuevo me sonrió, además me guiño el ojo y dijo.
__No lo olvides, para lo que necesites, lo que quieras,  lo que sea, solo suena la campana y aquí estaré.  

La chica se retiró, yo curioseé en la habitación y luego de hacerlo me tumbé sobre la cama, y al hacerlo, me vi reflejado en el espejo que estaba en el cielo de la habitación y cuando lo hice me se vi desnudo y sobre mí la chica disfrutándome, la imagen era tan real que me asustó y mis ojos los froté con desesperación, al hacerlo, después vi de nuevo al espejo y solo mi reflejo, pero en ese instante en que reflejado me vi, de nuevo escuché la misteriosa voz en mis oídos y me decía suavemente y muy alargadamente.

__Bienvenido al Hotel.

Y después de escuchar esa terrorífica bienvenida, mil lamentos escuché,, venían del cuarto de al lado el último del Hotel. Mucho miedo sentí y me levanté de la cama y hasta la puerta me acerqué y mi oído a ella lo pegué y seguía escuchando mil lamentos, en la pared de al lado escuchaba que se agitaba como si alguien cogía y agitaban la cama, la cual golpeaba contra la pared de madera.
Me retiré de la puerta y al hacerlo vi sobre la mesa de noche la campana que la chica me indicó que al agitarla ella llegaría para atenderme muy bien. 
La tomé entre mis dedos indice y pulgar y sin desearlo ni quererlo y sin saber, la agité, no había terminado de sonar la campanilla cuando escuché que alguien tocaba en la puerta, grité con el susto en mi pecho.

__Pase.
__¿Me llamaste? 
Dijo la bella y sensual chica. 
__Pues... creo que sí, jejeje, ya que estas acá, pasa adelante por un rato, necesito compañía. 

La chica entró y detrás de ella la puerta la cerró y hasta donde yo estaba muy sensual ella caminó con las manos colocadas detrás, sobre sus nalgas, como ocultando algo, cuando estuvo muy cerca de mí, me enseñó lo que sensualmente ella cubría con su hermoso cuerpo, se trataba de una botella de un viejo champagne y un par de copas.

__Traje esto para que te relajes, pues estas muy tenso, cortesía de la casa.
__Pues... muchas gracias...

Ella sirvió la burbujeánte champagne en las copas y me dio una, brindaron por una maravillosa noche, la cual para ella, no tendría final. 
Despues de que tomamos la copa de champagne, sentí que un extraño calor me invadió el cuerpo y sentí como me excité, pues mi pene lo tenía muy duro, ella inicio un estriptis, empezó bailando, alejándose de mí para que fuera vista en todo su esplendor y extrajo su camisa de cuadricula, dejando al aire unos senos apetitosos, la camisa me la lanzó en la cara, yo reía muy entusiasmado, luego desabotonó su pantaloneta de lona y desabotonó uno a uno cada botón del pantalón mal cortado con tijera o con cuchillo, luego con un poco de dificultad y dándome la espalda, muy lentamente se lo extrajo, lo que veía era una imagen muy excitante; cuando los pantaloncitos le cayeron a los pies desnudos, ella me lo lanzó a la cara, este lo tomé y lo olí, para esto ya estaba con el dorso expuesto, la chica ahora solo con un calzón lleno de corazones color rosa y un fondo blanco, caminó de una manera muy erótica y sensual hasta que estuvo frente a mi rostro  y entonces como chica mala esto me pidió.

__¿Me lo quitas por favor? 

Algo que hice con mucho placer, cuando terminé de extraerle el calzoncito, la chica estaba completamente desnuda y entonces ella colocó su pie en mi pecho desnudo y con fuerza sobre la cama me lanzó, para luego, ella misma quitarme el pantalón, el cual lo extrajo junto con mi ropa interior. 
En breve nos encontrábamos, ella sobre mí, gozando tal cual la imagen que tuve hace unos minutos en el espejo, yo disfrutaba de los movimientos pélvicos de la belleza que me montaba con mis ojos completamente cerrados y mi sangre embriagada, después de unos minutos muy largos de placer que ambos disfrutábamos, abrí mis ojos y ante mí la hermosa chica aun montándome, observé muy excitado a los senos muy duros de la chica y en sus labios la sonrisa de la satisfacción; en eso, escuché que ella iniciaba a gemir, como preludio que el orgasmo estaba tocando a las puertas de la vagina de la chica, fue en ese instante que vi al espejo que se encontraba en techo y lo que vi, me hizo entrar en pánico, pues en la imagen yo veía que sobre mí estaba una vieja, una anciana con una cabellera completamente blanca y calva, en la calvicie se notaba la calavera y unos pocos pelos, que más parecían alambres después de un corto circuito. Cuando ella tuvo su orgasmo, echo el cuerpo para atrás, vi, como unos pellejos colgaban en el lugar en donde estuvieron esos bellos senos; bajé la vista y vi a la chica sobre mí ella ahí, seguía disfrutando de su orgasmo, la bella chica, pero el espejo me enseñaba la realidad. 

La sonrisa que vi en el espejo, era la de una boca con un par de dientes y entonces cerré mis ojos, pensando que era victima de alguna droga, pero al hacerlo de nuevo a mis oídos, lo mismo de antes.

__Bienvenido al Hotel. 

Y después, mil lamentos pidiendo que alguien los ayudara, pues a mí ya nada me podría salvar, por mi gusto, me había entregado al placer, como muchos antes que yo, quienes ahora se lamentaban mientras que yo, permanecía aún con los ojos cerrados, escuchando aquella aterradora bienvenida y mil lamentos. 

Abrí mis ojos y sobre mí, la chica, descansando de la faena sexual, pero en el espejo se veía un cuerpo cadavérico y de su piel le salían gusanos. La aventé y de ella escapé, corriendo hacia afuera de la habitación, al salir pude observar a mil almas que esperaban por mí a las afueras de mi cuarto en aquel Hotel, muy asustado y desnudo, corrí hacia la puerta principal de aquel viejo Hotel; pero cuando llegué a la entrada del Hotel, entre la puerta y mi libertad, se encontraba la chica con el brazo extendido, como para impedirme salir de aquel Viejo Hotel sobre la carretera. Me detuve frente a ella y le dije.

__Apártate, porque no respondo. 

Ella me respondió, pero ya no con aquella linda y suave voz, en su lugar se escuchó una voz masculina como sacada de ultratumba quien me advirtió.

__Eres bienvenido al Hotel. Pero por haberte entregado a mí ya no podrás salir de aquí. Me perteneces, eres parte de mi Hotel... ¡Bienvenido al hotel California!




Inspirada en la canción del mismo nombre: "Hotel california".  De: Glenn Frey y Don Felder. (Eagles).
Historia de: F. Frey, D. Felder y S. Raga

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