domingo, 22 de enero de 2017

La Madrugada (El Bus Amarillo)


Eran días difíciles para mí, sin alguien con quien compartir mi amor, llevaría, cómo, bueno, exactamente, cómo... Un par de días solo, aquello era desesperante, no recuerdo otra época de sequía, mis inseparables amigos y primo, llegaron por mí esa tarde a la casa, mi madre les pidió entraran e hicieran algo por mí, pues mi madre les comentó que seguramente me encontraba enfermo pues, no salía de mi recamara, recostado, eso intranquilizaba a mi madre.

__ No se preocupe doña Blanky, ya lo sacaremos de su cueva.

Dijo Raúl, y siguieron con rumbo a mi habitación, los condenados ni siquiera tocaron de una entraron y al verme tendido sobre mi cómoda cama se lanzaron encima de mí.

__ Hijos de su madre, qué me ahogan, ¿Qué les pasa, no ven que estoy en sequía amorosa?
__ Si corazón por eso venimos a sacarte para que pronto encuentres a otra victima. Además de que te quejas si sos vos quien las deja botadas.
__ Bueno, tenes razón, pero esta vez eso fue prematuro, antes siempre tenía ya lista la sustituta, pero esta vez fue algo no planeado, la condenada me sacó de onda que toco que desaparecer. Además, ¿sabe alguien de ustedes lo que es pasar dos días sin tener una boca que besar? ¡Ufff!
__ La verdad, creo que nadie sabemos eso, pues por mí, llevo como seis meses besando mi mano, así que no te quejes.

Dijo el oveja, quien después de haberle dicho que por haber hecho una mala pasada estaba condenado a una mala suerte de siete meses de sequía, Claro, eso fue una broma, pero aquel todo se lo tomaba a pecho, al pie de la letra, el mismo se condenó a la soledad, a la vez estaba feliz porque solo le quedaba un mes de espera, pero esta es otra historia.
Despues de varias horas chisteando y comentando historias pasadas con las que fueran nuestras amigas y otras nuestras antiguas novias, se nos pasó la tarde, era Raúl quien casi no dijo nada, se la pasó observándose en mi espejo de cuerpo completo, mi cómplice en las horas de auto seducción, probando un atuendo nuevo, una nueva combinación, la sonrisa de Redford en un Western, en fin, mi escuela para la conquista, pues, no crea que solo las chicas se las pasan horas enfrente de un espejo y como es bien sabido aunque estén bellísimas nunca están conformes.

__ ¿Qué ta pasa voz baboso?

Dijo un molesto de Rolmy, mi primo, quien recien estrenaba novia y que al parecer le estaba afectando aquella relación y al tiempo nos afectaba a todos, pues el muy animal se estaba enamorando y eso si que era un problema, pues eramos un grupo como el de Liverpool, si faltaba uno del cuarteto ya no seríamos los preferidos (tambien tengo otra historia para esta pasada).

__ ¿No creen que estoy algo barrigón?
__ Pues, ademas de barrigón, tambien estás cabezón y mula. 
__ ¡Jajajaja!

Nos reímos todos de Raúl, algo que a él no le gustó, pero conociéndonos mejor nos dió por nuestro lado, pues ya conocen aquel refrán: El que se enoja pierde...

__ No mulas, en serio, creo que estoy muy gordo y vos oveja no te quedas atrás hasta papada tenes, ya saben, aquel era fácil de influenciar, así que brinco de la cama y se paró de perfil frente a mi espejo y ahí permaneció casi quince minutos, se levantaba la playera dejando al desnudo su barriga, yo los veía normales, pero como todos tenemos nuestro lado femenino, seguramente lo que vieron no les gustó, Rolmy y yo, los veíamos y nos reíamos de ellos.

Bueno después de que las señoritas dejaran de pavonearse frente a mi espejo, el Oveja dijo.

__ ¿Y, si mañana madrugamos a correr, ya saben a hacer ejercicio?
__ ¡Que se levante tú madre! ¡Qué madrugue tú abuela!

Rebuznó mi primo, esperando ser apoyado al menos por mí y luego por Raul. Pero, sorpresa, Raul dijo estar de acuerdo y yo, pensé que no nos haría mal madrugar una vez en la vida, sabía qué, después de la primera madrugada ya no habrían otras.

__ Pues, me parece, ¿a qué hora nos levantamos?

Dije, con entusiasmo, mi primo me vio con ojos de maldad, pensando quien sabe qué y propuso la hora.

__ Yo digo que a las siete estaría bien.
__ Tu madre, cabrón, yo paso por ustedes a eso de las cinco de la mañana.

Dijo el Oveja. Todos nos acostamos esa noche temprano pues al día siguiente habría que madrugar, por mi parte al acostarme y luego de hacer mi oración (espero nadie se entere que oraba cada noche, pues eso me bajaría en mi reputación), pensé, esos babosos cuando caigan en cuenta ya serán las diez, así que tranquilamente, miraré una mi película.

Al día siguiente, con el cielo aun estrellado y una luna brillante en los santos cielos, algo extraño me despertó, si era como si una ave golpeara con su pico el cristal de mi ventana. Qué diantres es esa carajada, eso me dije algo ahuevado pues que ave estaría casi a media noche picoteando mi cristal, me envolví en una sábana dejando al aire solamente mi bello rostro y me acerqué, claro se escuchaba el picoteo, con mi mano temblorosa levante una de las laminas de la persiana y, efectivamente se trataba de un horrendo pájaro que golpeaba en mi ventana. La cerré, regresé a mi cama, pero el ave de mal agüero seguía con insistencia picoteando mi ventana.

__ Condenado Oveja, si madrugó el hijue... (iba a escribir hijueputa pero por respeto a mis lectores omitiré la palabra puta).

Regresé a mi ventana, pues ese cabrón despertaría a todo el vecindario, algo que me tenía sin pena, pero no si despertaba a mi familia, ese sería un grave y enorme problema. Abrí de nuevo la persiana y le hice señas de que se esperara, luego le enseñé mi dedo medio. Y ahora que jodidos me pongo. Tomé mi pantalón le extraje todo y luego un suéter, además mis Nike, recuerdo de mi primo quien recién nos visitó del norte, esos tenis fueron la envidia y la atracción femenina hasta que se hicieron pedazos.
Cuando salí, estaba el Oveja sentado en la banqueta esperándome y soplando sus manos.

__ Puta, ya mero y no salías. ahora por quien vamos.
__ ¿Cómo, a mí fue el primero que despertaste? que poca madre.
__ Pues claro, si voy con vos, aquellos no me verguearan, a vos te respetan y si voy solo son capaces de bañarme con miados, especialmente el cabrón del Rolmy.
__ Buena esa, te la paso. vamos por ellos. Oye pero estas seguro que son las cinco y no media noche. Ja, quien me hubiera dicho que las cinco de la madrugada sería como la media noche, esta de ahuevo.

Llegamos por Raúl y este ya nos esperaba como vieja chismosa en la ventana de su casa, entonces nos dirigimos con rumbo hacia la casa de mi primo, el más huevón de todos, procedimos a hacer lo mismo, ya saben el pico del pájaro en el cristal; pero ni señas, la casa parecía abandonada, el Oveja dijo.

__ Mi huevo, este cabrón se levanta, por que se levanta.

Y agarró una piedra, para que el pájaro dejara de ser un zanate y fuera una fiera, pero adentro alguien escuchó la propuesta del Oveja y la cortina del cuarto se movió, cómo indicando estoy aquí, cómo si fuera una bandera blanca pidiendo tregua; después de cinco largos minutos,escuchamos que alguien quitaba llave a la puerta principal, pero quien se asomó cuasi sonámbulo no era Rolmy, era mi otro primo, Randall, hermano menor de Rolmy, quien aun dormido nos dio la excusa de Rolmy. 

__ Mucha, disculpen pero no los escuché, aunque estaba pendiente de ustedes, Rolmy les dejó una disculpa. Resulta que ayer por la noche telegrafiaron de que una tía estaba grave y tuvo que viajar con mi mamá a Mazate. Bueno ahí se ven. 

Dijo un adormitado y mentiroso culicagado de mi primo y cuando iba cerrando la puerta, se escuchó de adentro el grito de mi tía, quien dijo.

__ ¡Mentiras ahí esta el huevón!

Claro nosotros nunca creímos lo que nos dijo Randall, lo que pasa es que estábamos como la gran... (ya saben, soy respetuoso) Y al escuchar la vos de mi tía le empujamos la puerta a Randall y entramos hasta su cuarto, le sacamos su ricas chamarras y lo vergueamos, una vez vergueado Rolmy se levantó. A todo esto ya habrían pasado qué, una media hora, más o menos. por fin, salimos, los cuatro estábamos ahí bañados con la plata de una luna quien nos veía extrañada, como diciendo y estos qué. Nos sentamos en las gradas del bulevar, parecíamos pollos con frío.

__ Bueno mis chavos, he oído que no hay que correr de una, hay que pre-calentar los músculos para no dañarlos. Así qué, ¿qué dicen si comenzamos caminando simplemente, mientras entramos en calor? 

Con una pereza contagiadora, empezamos a caminar, camino abajo, pues que pereza caminar hacia arriba, íbamos en fila y Raul se sacó su herramienta pues, por el frío le dieron ganas de mear; caminando y meando, lo hizo como casi unos diez metros, éramos jóvenes con una próstata por estrenar; al verlo meando se antoja, así que el Oveja procedió a extraer su...

__ Oye, espérate a que termine el Raúl y luego seguís, después voy yo. ¿De acuerdo? y luego si deseas, vos Rolmy.

Puse orden para orinar, así lo hicimos y cuando Rolmy terminó, sobre la calle una estela brillante de miados. Si que era larga la condenada y brillante huella de orina que dejamos.

__ Esperen, miren lo que me encontré.

Dijo Rolmy cuando pasábamos frente a un jardín, lo que mi primo vio, fue un árbol de nísperos.

_ Esperen aquí, voy por ellos.

Y con una pericia que nos dejó boca abierta Rolmy se encontraba cual gato callejero, aquellos que no hacen ruido sobre el árbol cortando los ricos nísperos, luego bajo con muchos de ellos, caminamos desayunando esos deliciosos frutos. Cuando habríamos caminado, tal vez un largo tramo, ya nos encontrábamos agitados, pues aunque no lo crean, habíamos caminado alrededor de 500 metros, sí algo así, un récord para nosotros. Wao, recordarlo me agota y me da taquicardia. 

Llegamos a un terreno baldío y ahí caímos, cómo si fuéramos soldados caídos en batalla, para entonces ya el sol aparecía por el horizonte, muchas personas iban a paso rápido con rumbo a sus trabajos, otros a sus colegios, mientras nosotros nos encontrábamos tirados sobre la banqueta que daba a aquel terreno baldío.

__ ¡Jajajajaja! Le hueviaste el pants a tu abuela vos Oveja. 

Dijo un cómico de mi primo y al darnos cuenta; el Oveja traía puesto un pants de color rojo, que realmente se veía chistosísimo y nos burlamos de él hasta el cansancio, seguramente parte de burlarnos de quien de verdad se veía ridículo era tambien por habernos levantado a esa hora impensable. En esa estábamos, cuando escuchamos los frenos de aire de un auto bus ce color amarillo, ese color nos indicaba que se trataba de bus de colegio. Se imaginan, un bus lleno de señoritas de todos los colores y sabores, tamaños y tallas, de edades comprendidas entre los 13 y los 17, ese bus era un obsequio de Dios para nosotros, era cómo si de pronto los dioses te dejaran un caballo como el de Troya con miles de princesas adentro para conquistarnos, el que se acercó al bus, el cual esperaba por una estudiante de las nuestras, lo digo por que nunca que llegaba la huevona, seguramente le costaba levantarse por la mañana. Ese fue el Oveja, ridículo de veía paseándose en frente de los vidrios del autobus, las chicas nos veían como no queriendo vernos, pero si que lo hacían y se secreteaban, tal vez discutían quien le gustaba a cada quien; al ver al ridículo con el pants de su abuelita, se levantó tambien el Raul para llamar la atención de las señoritas alumnas de un prestigioso colegio, Rolmy y yo permanecimos en nuestro lugar hasta que Rolmy vio una carita que lo sacó de control y se acercó hasta la ventanilla de ella y con su dedo la golpeó para llamar la atención de la linda chica, esta al verlo por el vidrio le volteo la cara, pero yo vi que lo hizo muy emocionada. Por fin apareció la niña a quien esperaba el bus, una niña como de doce añitos, entró y el bus sonó de nuevo sus frenos y se dio a la marcha. 

__ Vieron, si valió la pena madrugar, Pues, el que madruga Dios le ayuda , ¿qué me dicen ahora cabrones?

Dijo un orgullos y aun ridículo de el Oveja. Bueno, había que aceptarlo, tenía razón, pues yo vi a varias chicas muy lindas y a las cuales no les pasamos desapercibidos.

Al día siguiente la misma rutina, exactamente la misma, lo único que cambio fue que no hubo excusa de mi primo, ni necesidad de que levantara a Randall, pero si hubo necesidad de tocar su ventana con una piedra pues, si que era duro para levantarse, una vez levantados, lo mismo, las meadas, el robo de frutas y a esperar el bus enfrente del terreno baldío, pues cada que llegamos ahí, sentíamos que las piernas no nos daban para más, que el corazón se nos salía y es que era un super esfuerzo para cuatro huevones, soy honesto y lo acepto. 

Mientras esperábamos al bus amarillo, hicimos un pacto de no contar a nadie lo que habíamos descubierto, el hecho de que, muy temprano pasaban buses escolares de colegios de prestigiosos llenos de lindas chicas, vaya descubrimiento, pues de haberlo hecho, seguro muchos abrían madrugado y la competencia pudo ser fuerte, mientras lo hicimos teníamos un harem de lindas chicas solo para nosotros cuatro, los héroes madrugadores.

En esta oportunidad la misma rutina, el ridículo con pants rojo, su amigo Rubén a su lado y Rolmy tratando de que la chica le diera una sonrisa; pero por muy inverosímil que parezca, pues soy quien cuenta la historia, en mi rostro me cayó un papelito hecho una piedrita, me asuste y me di cuenta que alguien del bus me lo lanzó, pues después de que pensé un maldito insecto me atacaba, una avispa o que se yo y tras el brinco que di, para salvaguardar mi vida, me percate que adentro del bus una de las chicas se mataba de la risa y al verla reír y sentir mi rostro caliente, seguramente por la pena que tuve en ese instante, ella me señaló hacía donde se encontraba el insecto, el cual no era otra cosa más que un pedazo de papel de cuaderno, lo recogí, lo abrí, sin que ninguno de los pendejos se percatara de lo que sucedía, al abrirlo leí esto: Me llamó Evelyn, llámame. Y, seguido de esto, un numero de teléfono.

Igual que el día anterior y todos los que le siguieron a este, la niña llegaba corriendo a subirse al bus, con la madre detrás de ella, pidiendo disculpas al chófer del autobús amarillo.

El fin de semana siguiente a aquel susto del condenado insecto, yo, estrenaba novia, una linda chinita, mientras que el Oveja esperaba ansioso que se cumplieran los siete meses de sequía para conseguir su novia. Yo sin embrago, ya preparaba mi siguiente treta para joder al Oveja.




Por y para mis amigos y primos: Raúl(+), El Oveja(+), Randall(+). Que Dios les permita disfrutar en el cielo cómo lo hicimos aquí en la tierra. Y a mi primo Rolmy, le permita pronto salir de las garras del alcohol. Y a mí, seguir compartiendo con ustedes mis historias.



Tomado del libro: "Historias de un adolescente Tímido" de Sergio Raga.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario