viernes, 3 de marzo de 2017

Y si tú me dejas ahora...


Te vi alejarte, al ver como te alejabas de mí, te grité, 
no, fue mi corazón quien te suplicó: 
¡Por favor no me dejes ahora! 
pero eso a ti no te importó, sin voltear te vi alejarte. 
¿Qué rumbo llevará? ¿Quien te aleja hoy de mí? 
¿Quien me robo tu amor?

Me dije ya con mi soledad: 
¿Y si me dejas hoy? Con la esperanza de que regresaras pronto, 
pero eso nunca sucedió, ¿ahora que pasará? 
Sufrí, lloré, tambien recordé 
esos lindos momentos juntos que hoy solo son eso, recuerdos, 
los que aún me hacen creer en el amor, 
pero luego apareces tú, caminando, 
quien sabe para dónde y alejándote de mí 
sin siquiera voltear. 

¿En ti habrá un solo recuerdo mío? 
¿Algo tuve que haber inspirado en ti, 
mientras estuvimos juntos? 
esa imagen me hace sufrir y llorar. 

¿Me podré un día recuperar? 
quizás esas son las cosas que hacen diferente y 
tan especial a este sentimiento... 
Un día ríes y disfrutas de su compañía, 
mientras que otro, sufres y lloras por su ausencia.

El tiempo pasó y aun me repito: 
¿Y si tú me dejas ahora? 
Mientras pensaba esto, ese día te vi volver, 
alegría sentí, mi corazón con ilusión palpitó, 
mi vista se nubló, eran lágrimas por volver a ver  
a quien tanto amé.

Mientras caminabas hacía mí, 
tan segura como ese día cuando te alejaste, 
mi cuerpo se estremeció y mi estómago se arrugó. 

Por fin, estuviste frente a mí, 
me preguntaste con un rostro apesadumbrado: 
¿Puedo sentarme a tu lado? 
Yo te dije; claro, por favor siéntate, 
por largo tiempo estuvimos callados, sin decir nada,
en su rostro, vi que la pena estaba a flor de piel, 
luego tomo un suspiro y detrás de él me dijo: 
¿Y su tú me dejas hoy?... Seguro moriré. 

Entonces me vió y en sus ojos 
se asomaron lágrimas de arrepentimiento, 
yo no supe que decir, simplemente la observé 
y en sus pupilas vi a una chica que hace tiempo 
caminó firmemente sin voltear a ver hacía mí, 
al hacerlo, recordé ese frío 
que mi cuerpo sintió cuando ella de mí se alejó. 
Ese tiempo que tanto sufrí, sin saber el porqué de su partida.

Ella seguía mirando a mi rostro, directamente a mis ojos, 
yo seguía sin decir aun nada, 
después de otro tiempo en silencio,
luego de que ella me dijera, aquello que un día tanto me cuestioné, 
me levanté y le di la espalda y mi camino empecé a andar.

Caminé sin voltear a verla, 
ella, cuando me alejaba su corazón me gritó: 
¡Por favor no me dejes! 
algo que el mío jamás escuchó, seguí mi caminar, 
seguro y sin resentimientos, mi amor por ella se había terminado. 

Más mi amor para ella, al ya no tenerme, 
supo que era el que ella ansiaba y necesitaba.
Pues como cita el viejo refrán: 
"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde."

Y ese día ella me dejó, con tremendo dolor, 
la vi caminar y nada le importó, 
hoy que a vuelto a mí, me di cuenta que ya me había sanado, 
que mi amor, estaba en paz con mi corazón, 
quien un día le gritó: Por favor no me dejes ahora.

Aunque ya hace semanas de nuestro último encuentro 
y aunque aun no encuentro otro amor, 
mi corazón y yo estamos en paz, 
esperando por ese amor 
que nos llene de esa paz, alegría 
y que me haga de nuevo soñar. 

Ella sufre y llora, pobre, siento pena por ella, 
pero se lo buscó y lo encontró 
y aunque aun dice que me ama, 
por ella ya no siento nada. No somos amigos.

Lo hago para que no sufra por mí, 
trato de evitarla, aunque ella trata de encontrarme, 
pero es tarde ya. 

Si hubiera escuchado cuando mi corazón le gritó: 
¡Por favor no me dejes ahora! 
si hubiera regresado cuando pregunté: 
¿Y si me dejas ahora que haré con mi vida? 

Lo mismo que yo espero que haga con la suya, 
si yo pude, ella tambien lo logrará, 
y un día, ella será de nuevo feliz y yo tambien lo seré. 

Pero creo que yo lo seré y mucho. 
Y ella lo será a medias. 
Pues en su mente y en un rinconcito de su corazón. 
Siempre estaré yo. 




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